No lo sé, de verdad que no lo sé. Últimamente he estado pensando en eso y no logro encontrar una respuesta. Entiendo que cuando era adolescente no atrajera en absoluto a las mujeres porque tenía sobrepeso y caminaba jorobado; sin embargo, a los 19 años bajé muchos kilos y pude volver a estar delgado (digo volver porque en mis primeros cinco o seis años de vida fui delgado); unos años más tarde, como a los 24, y debido a unos ejercicios que hice (creo que fue por eso), logré corregir mi postura y tener una espalda totalmente erguida, lo que me permitió también sacar el pecho y echar los hombros hacia atrás, como se recomienda estar. No obstante esos cambios y otros positivos que he tenido, he seguido siendo totalmente invisible para las mujeres. Jamás y nunca ha habido ninguna mínimamente interesada en mí, o al menos no para nada serio. A eso agrégale que carezco totalmente de habilidades para ligar: no tengo labia, no soy muy amigable, no me gusta adular a las mujeres y subirles los humos, no me sale ser caballeroso, etcétera.
Pero, como me he dado cuenta, un hombre no necesita tener todo eso para conseguir novia; a veces solo basta que en un mismo entorno (escuela, trabajo, círculos de amigos) coincida con una mujer para que ambos empiecen a tratarse y del trato frecuente pasen a formar una relación. En mi caso, tampoco he tenido eso, pues en ningún entorno de aquellos en los que he estado ha habido una mujer con la que pudiera conectar para que de ahí pudiera surgir un noviazgo. Y, por supuesto, jamás recurriría a algo tan bajo y vergonzoso como las aplicaciones de ligue, porque al hacerlo demostraría desesperación, como si me estuviera muriendo por tener una mujer, y no es el caso. Por donde quiera verlo, las puertas para mí están cerradas.