Si, los romanos nadaban bien pero hacerlo con la cota de malla puesta ya era otro cantar. Si acaso se la echaban a la espalda y así si.
Nuestro buen amigo Escipión el Africano, animaba a sus soldados dando ejemplo, y lanzándose a la cabeza de sus tropas para cruzar los ríos a nado, llevando la coraza puesta sobre su espalda. Los tres generales más famosos de la República, Cayo Julio Cesar, Cayo Magno Pompeyo, y Marco Antonio, fueron, los tres, hábiles nadadores, que tampoco dudaban en encabezar a sus tropas cuando se trataba de cruzar ríos o lagos.
Los britanos nadaban desnudos.
Dejemos constancia de las palabras con las que la reina británica Bunduika, una espléndida mujer nórdica con cabellos rubios hasta más abajo de la cintura, arengó a los que se oponían al dominio de Britania por parte de los romanos (6 d.d.C.) : “esos (los romanos) se encuentran en trances muy difíciles al atravesar los ríos con vehículos y otros ingenios, mientras que nosotros los pasamos fácilmente, nadando desnudos. ¡Adelante!”.
Y eran los mencionados bátavos los especialistas en atravesar ríos con el armamento completo, por eso eran una especie de marines de los ejércitos romanos.
Finalmente, hablemos de Sorano, el más famoso nadador “bárbaro” entre los romanos, miembro de un escuadrón bátavo (tribu germana) que acostumbraban a reclutar algunos generales romanos para iniciar los ataques cuando entre ambos bandos combatientes había agua. Se dice que el emperador Adriano, admirado por sus hazañas, le llegó a dedicar incluso un honroso elogio:
Me hice una vez pero que muy conocido
por todas las tierras del país panónico,
pues de mil guerreros bátavos fui yo primero
quien ante los ojos de Adriano atravesara
nadando con equipo completo en toda su anchura,
las revueltas aguas del Danubio, que es un gran río.
Apuntes sobre la historia de la natacin