El Naufragio del "San Telmo"
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Lábaro
Madmaxista
Arriba de nuevo el hilo con nuevas noticias.
Pasado el Bicentenario de la desaparicion del San Telmo y suspendidas las expediciones de busqueda privadas programadas para este pasado Verano Austral (por oscuras razones que algun dia habremos de comprender...),una de las pocas reseñas mediatica de este acontecimiento la realizo,como no,Iquer Jimenez en su programa "La Nave del misterio".¿Conmemoraciones oficiales?...que yo sepa,ninguna de un gobierno que en materia historica (No digamos ya de reivindicar el descubrimiento del continente antartico y sus posibles beneficios) ni esta,ni se le espera...
Pero eso no quiere decir que el tema haya caido en el olvido,pues hay historiadores que siguen investigando cual fue el destino del San Telmo.Entre ellos esta el experto Frances en arqueologia submarina Arnaud Cazenave que colaborando con el Instituto de Historia del CSIC,ha publicado una nueva tesis sobre la desaparicion del navio español que traslada el naufragio de la isla Livingston (Cabo Shirref) a la vecina isla de Saint George,mas concretamente a la bahia de Venus,donde segun sus pesquisas,podria estar el pecio.
Tambien he encontrado una informacion ambigua sobre una posible expedicion francesa de investigacion,lo cual no esta confirmado,pero esta claro que si nuestro indolente gobierno pasa completamente del tema (Y con el,una posible reclamacion territorial o influencia en el consejo antartico),otros lo haran,llevandose los laureles de un posible hallazgo...
¿Por qué es importante determinar quién descubrió la Antártida?
https://csic.academia.edu/ArnaudCazenavedelaRoche
Pasado el Bicentenario de la desaparicion del San Telmo y suspendidas las expediciones de busqueda privadas programadas para este pasado Verano Austral (por oscuras razones que algun dia habremos de comprender...),una de las pocas reseñas mediatica de este acontecimiento la realizo,como no,Iquer Jimenez en su programa "La Nave del misterio".¿Conmemoraciones oficiales?...que yo sepa,ninguna de un gobierno que en materia historica (No digamos ya de reivindicar el descubrimiento del continente antartico y sus posibles beneficios) ni esta,ni se le espera...
Pero eso no quiere decir que el tema haya caido en el olvido,pues hay historiadores que siguen investigando cual fue el destino del San Telmo.Entre ellos esta el experto Frances en arqueologia submarina Arnaud Cazenave que colaborando con el Instituto de Historia del CSIC,ha publicado una nueva tesis sobre la desaparicion del navio español que traslada el naufragio de la isla Livingston (Cabo Shirref) a la vecina isla de Saint George,mas concretamente a la bahia de Venus,donde segun sus pesquisas,podria estar el pecio.
Tambien he encontrado una informacion ambigua sobre una posible expedicion francesa de investigacion,lo cual no esta confirmado,pero esta claro que si nuestro indolente gobierno pasa completamente del tema (Y con el,una posible reclamacion territorial o influencia en el consejo antartico),otros lo haran,llevandose los laureles de un posible hallazgo...
¿Por qué es importante determinar quién descubrió la Antártida?
https://csic.academia.edu/ArnaudCazenavedelaRoche
FULANITODETALYCUAL
Será en Octubre
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Daria para hacer una serie como THE TERROR...
nosinmiFalcon
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A ver..., a mi también siempre me sorprendía la indolencia del estado para todo lo relacionado con la historia de España, así como todos esos documentales y comentarios en medios españoles donde se ataca a España y a su historia, Y NO LO ENTENDÍA, pero ahora ya si lo entiendo y no me sorprende cuanto veo y oigo.
Los gobiernos españoles desde la oleada turística francesa, quizá exceptuando la época de Franco, son y han sido gobiernos marioneta controlados por la masonería internacional y en estos últimos años al servicio del NWO. Es tan sencillo como que a estos poderes les ha interesado borrar todo rastro del pasado imperial español y sobre todo de la civilización hispánica. Esa es la respuesta a los ataques e indolencias, no hay mas...
BGA
Madmaxista
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Felicitaciones a @Lábaro por el hilo.
Cualquier país con una larga historia padece situaciones de confusión y decadencia, pero es precisamente su larga trayectoria la garantía o el testimonio de que las cosas se hicieron mayormente bien, pues el hacer las cosas bien concede las oportunidades que hacen larga y rica la historia de cualquier país que pueda presumir de ello. Y España es en este punto excepcional, no la única excepción pero si de las más sobresalientes.
Un tiempo de perdimiento y decadencia es casi lo natural pues la historia de España es la historia de sus hombres y mujeres, y por tanto, no puede la historia de una país sustraerse de lo humano. El éxito alcanzado da paso al éxito y vivido en el que se va perdiendo el espíritu de sacrificio y el significado de las cosas. Se entra después en el hastío que supone haber perdido un sentido de la existencia tan fuerte como fuera necesario para hacer menos doloroso el sacrificio que conduce al éxito o al menos a confesar que se ha vivido...
Un gran país, como las grandes personas que pueblan la memoria de la humanidad, tiene sus momentos de duda y decadencia que son como un viaje al infierno donde habrá de encontrar el placer por recobrar sus constantes vitales. Si no cayéramos de vez en cuando, o la amenaza de caer no fuera clara, la experiencia de vivir sería aburrida pues no es tanto vivir las riquezas y los éxitos como saber que pueden desaparecer cuando menos lo esperamos.
Groso modo nuestra historia parece presentar una discontinuidad que va desde el 36 hasta la fin de Franco. Como se ha apuntado ya en el hilo, parece que a muchos les obsesiona diluir la importancia de tal discontinuidad mezclando mentiras con medias verdades de manera que tengamos una idea de ese tiempo lo más borrosa posible, como si en el fondo hubiera un proyecto de sortear ese obstáculo histórico al punto de que no hubiera existido o fuera tal su excepcionalidad que no mereciera la pena siquiera considerarlo como un acontecimiento definitorio de nuestra historia reciente... Podría decir que la Ley de Memoria Histórica pretende en el fondo borrar ese episodio como siempre se ha hecho borrando inscripciones y destruyendo estatuas y monumentos. Cuando la desafección por los pasajes nebulosos de nuestra historia sean un hecho socialmente admitido, la excepción habrá desaparecido y ya podremos afirmar que la nuestra es una historia de continuidad que va desde la decadencia del Imperio hasta la insignificación absoluta, dejando este erial en manos de los negocios y a sus siervos en manos de los comerciantes globales. Pocos países como el nuestro pueden ser el mejor escenario en la obra de construir un nuevo orden mundial. La clausura de España como ejemplo de una nueva gobernanza mundial sería desde este punto de vista un hito histórico cuyas dimensiones solo se podrán apreciar cuando muchos hayamos muerto.
Pero algo conserva nuestro pueblo que se pone de manifiesto en situaciones extraordinarias, como una resistencia que se concreta cuando la amenaza se hace patente a través de los descalabros continuados, como si el paso del tiempo en este mundo mejor imposible de la "democracia" empezara a suscitar preguntas y sospechas en muchos que ya sentimos que da igual lo que hagamos, solo podremos aspirar a estar mañana "solo" un poco peor que ayer. ¿Acaso no sienten ya una especie de impotencia?.
LA idea de que nuestra historia lo es de la más larga decadencia que vieron los siglos, cuaja en muchas personas provocando en ellas el desafecto y en no pocas el más vivo rencor. Cada gobierno acaba siendo peor que el anterior y ello confirma esa tendencia histórica en nuestro momento actual, como si se cebara en nosotros alguna suerte de maldición bíblica y ninguna condena temporal fuera lo suficientemente severa como penitencia de nuestros muchos pecados...
Cualquier país con una larga historia padece situaciones de confusión y decadencia, pero es precisamente su larga trayectoria la garantía o el testimonio de que las cosas se hicieron mayormente bien, pues el hacer las cosas bien concede las oportunidades que hacen larga y rica la historia de cualquier país que pueda presumir de ello. Y España es en este punto excepcional, no la única excepción pero si de las más sobresalientes.
Un tiempo de perdimiento y decadencia es casi lo natural pues la historia de España es la historia de sus hombres y mujeres, y por tanto, no puede la historia de una país sustraerse de lo humano. El éxito alcanzado da paso al éxito y vivido en el que se va perdiendo el espíritu de sacrificio y el significado de las cosas. Se entra después en el hastío que supone haber perdido un sentido de la existencia tan fuerte como fuera necesario para hacer menos doloroso el sacrificio que conduce al éxito o al menos a confesar que se ha vivido...
Un gran país, como las grandes personas que pueblan la memoria de la humanidad, tiene sus momentos de duda y decadencia que son como un viaje al infierno donde habrá de encontrar el placer por recobrar sus constantes vitales. Si no cayéramos de vez en cuando, o la amenaza de caer no fuera clara, la experiencia de vivir sería aburrida pues no es tanto vivir las riquezas y los éxitos como saber que pueden desaparecer cuando menos lo esperamos.
Groso modo nuestra historia parece presentar una discontinuidad que va desde el 36 hasta la fin de Franco. Como se ha apuntado ya en el hilo, parece que a muchos les obsesiona diluir la importancia de tal discontinuidad mezclando mentiras con medias verdades de manera que tengamos una idea de ese tiempo lo más borrosa posible, como si en el fondo hubiera un proyecto de sortear ese obstáculo histórico al punto de que no hubiera existido o fuera tal su excepcionalidad que no mereciera la pena siquiera considerarlo como un acontecimiento definitorio de nuestra historia reciente... Podría decir que la Ley de Memoria Histórica pretende en el fondo borrar ese episodio como siempre se ha hecho borrando inscripciones y destruyendo estatuas y monumentos. Cuando la desafección por los pasajes nebulosos de nuestra historia sean un hecho socialmente admitido, la excepción habrá desaparecido y ya podremos afirmar que la nuestra es una historia de continuidad que va desde la decadencia del Imperio hasta la insignificación absoluta, dejando este erial en manos de los negocios y a sus siervos en manos de los comerciantes globales. Pocos países como el nuestro pueden ser el mejor escenario en la obra de construir un nuevo orden mundial. La clausura de España como ejemplo de una nueva gobernanza mundial sería desde este punto de vista un hito histórico cuyas dimensiones solo se podrán apreciar cuando muchos hayamos muerto.
Pero algo conserva nuestro pueblo que se pone de manifiesto en situaciones extraordinarias, como una resistencia que se concreta cuando la amenaza se hace patente a través de los descalabros continuados, como si el paso del tiempo en este mundo mejor imposible de la "democracia" empezara a suscitar preguntas y sospechas en muchos que ya sentimos que da igual lo que hagamos, solo podremos aspirar a estar mañana "solo" un poco peor que ayer. ¿Acaso no sienten ya una especie de impotencia?.
LA idea de que nuestra historia lo es de la más larga decadencia que vieron los siglos, cuaja en muchas personas provocando en ellas el desafecto y en no pocas el más vivo rencor. Cada gobierno acaba siendo peor que el anterior y ello confirma esa tendencia histórica en nuestro momento actual, como si se cebara en nosotros alguna suerte de maldición bíblica y ninguna condena temporal fuera lo suficientemente severa como penitencia de nuestros muchos pecados...
nosinmiFalcon
Madmaxista
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Puede ser otra faceta mas del asunto, al fin y al cabo casi todos los medios de comunicación españoles, y del mundillo del "arte", están en manos catalanas, separatistas para mas INRI.
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