El III Reich de Hitler: un nido de adictos a las drojas

Ese libro lo vi en una libreria Thalia una día y le estuve echando un vistacillo :roto2:

A falta de un juicio más certero, parecía una literatura entretenida. Básicamente la Alemania nancy era como el Amsterdam actual de la época. Y lo que sí es una realidad eran p. ej. las chocolatinas con altas dosis de cafeína que tomaban los pilotos o las anfetaminas (pervitin) que tomaba la tropa de la Wehrmacht para ir "entonados" al combate.

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Sea como fuere, lo que no debe pensar uno ni por un segundo es que en los demás países no fuera igual. Todos los ejércitos experimentaron con drongaínas para su soldadesca y por esos años todo hijo de vecino podía ir a la botica de turno y comprar heroína, cocaína y sabe dios qué más. La era Nixon y la guerra contra las drojas vino más tarde.
 
Sea como fuere, lo que no debe pensar uno ni por un segundo es que en los demás países no fuera igual. Todos los ejércitos experimentaron con drongaínas para su soldadesca y por esos años todo hijo de vecino podía ir a la botica de turno y comprar heroína, cocaína y sabe dios qué más. La era Nixon y la guerra contra las drojas vino más tarde.

Claro...pero los nancys eran intachables...y no tenían vicios confesables.

La era de Nixon y su "lucha" contra las drojas fue un fraude publicitario que en realidad consistió en quitar a un cártel de la droja para poner a otro suyo y así financiar más eficientemente la red Gladio de la OTAN. Para mantener su monopolio sobre el comercio de la droja, la mafia siciliana trabajó con el gobierno norteamericano de la Administración Nixon en esa "guerra contra las drojas"
 
Nada nuevo que no se sepa, salvo el tono amarillista del libro.

Ir a primera línea del frente a combatir a vida o fin parece suficiente motivo como para maximizar el estado de ánimo y las capacidades cognitivas, con anfetas o lo que sea. Y tener el destino de Europa en tus manos, ni te cuento.
 
No es nada nuevo esto,Goering estaba enganchado a la morfina y a su medico Hitler lo estaba drojando todo el santo dia.

Hay un estuddio que dice que los que se drojan son mas inteligentes,es muy gracioso,como el que dice que los progres son mas listos y los no progres gays.

Hitler drojaba a su médico?:roto2:

DVD! Sal del cuerpo de El Cuidador! Yo te lo mando!
 
Nada nuevo que no se sepa, salvo el tono amarillista del libro.

Ir a primera línea del frente a combatir a vida o fin parece suficiente motivo como para maximizar el estado de ánimo y las capacidades cognitivas, con anfetas o lo que sea. Y tener el destino de Europa en tus manos, ni te cuento.

De amarillista nada...rigurosamente documentado...salvo el escozor que ha provocado a los nancys y trolls como el que antecede.

Claro...que el ejército nancy, el invencible, el modélicamente ario, no podía chutarse de ninguna manera, salvo con salchichas, col y cerveza..Lo malo es que en Stalingrado se les acabaron las anfetas y fueron devueltos al corral alemán..para ser aplastados..
 
La adicción a la morfina de Goering se debía a un tratamiento médico para las secuelas de sus heridas de guerra, adicción que compartía con millones de excombatientes de la PGM.

Todos los ejércitos de la SGM distribuyeron estimulantes, nada nuevo.
La adicción de Goering se debió a la herida de bala en la pierna que sufrió en el putsch de Múnich.

Y en efecto, la "estimulación" de la tropa fue generalizada. Los kamikaces japos se hinchaban a metanfetaminas. Nada nuevo, ya antaño guerreaban los indios norteamericanos con el alcohol-"agua de fuego".

Afrontar el horror y sinsentido de la guerra necesita "estimulantes".
Pero no ahondemos en prosaicos detalles, porque se puede arruinar la heroica escenografía guerrera.
 
La adicción a la morfina de Goering se debía a un tratamiento médico para las secuelas de sus heridas de guerra, adicción que compartía con millones de excombatientes de la PGM.

Todos los ejércitos de la SGM distribuyeron estimulantes, nada nuevo.
La adicción de Goering se debió a la herida de bala en la pierna que sufrió en el putsch de Múnich.

Y en efecto, la "estimulación" de la tropa fue generalizada. Los kamikaces japos se hinchaban a metanfetaminas. Nada nuevo, ya antaño guerreaban los indios norteamericanos con el alcohol-"agua de fuego".

Afrontar el horror y sinsentido de la guerra necesita "estimulantes".
Pero no ahondemos en prosaicos detalles, porque se puede arruinar la heroica escenografía guerrera.

El guerra civil 1936-39 se usaba el "Saltaparapetos", una especie de coñac que los enloquecía. O eso decían mis familiares, todos ya muertos por la edad, que participaron en la contienda. Tanto los de un bando como los del otro.
:cool:
 
El "saltaparapetos" solía llamarse a un coñac de Jerez, creo que de Domecq, llamado "Tres cepas". Creo que en la guerra era el más peleón disponible, y que en la posguerra se fue convirtiendo en un coñac de gama media-baja.

La marca aún existe, pero los dueños de los derechos, una multinacional, no la comercializa en España. Se bebe en Filipinas y Guinea Ecuatorial.

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---------- Post added 26-ago-2016 at 18:01 ----------

Añado que en España el coñac peleón y el vino peleón eran drojas más baratas que ninguna otra. Los alemanes y los americanos tenían una potente industria farmacéutica, pero aquí...
 
Por un lado hacer notar que los efectos negativos de las metanfetaminas recién quedaron claros en la década del 60s (y más bien de los 70s).

Varios tipos de éstas se siguieron usando en remedios para adelgazar hasta bien entrados los 90s incluso.

En los 40s, cuando se desarrollaron como un 'estimulante' para los soldados, se pensaba que eran inocuas y, empezaron a usarse masivamente sin haber llegado a experimentar a fondo todos sus efectos.

Hay un documental al respecto. En uno de los campos de prisioneros había un circuito donde se probaban los equipos militares (botas por ejemplo), las cargas máximas de equipo en los soldados y las capacidades de marcha, así como el efecto de los estimulantes.

A los prisioneros se les calzaban los diferentes tipos de botas que se estaban testeando y empezaban a caminar en el circuito (que tenía agua, piedras, arena, pavimento, etc.) durante horas y horas para poder simular el uso extendido de las mismas.

Cuando ya no daban más, de paso se probaba el efecto de los estimulantes. Era notoria la diferencia de rendimiento entre aquellos que habían recibido una dosis de pervitin y los que no.

Se enviaban las dosis por millones al frente y uno de los problemas es que los soldados exageraban las dosis -más cuando faltaba comida porque eliminaba la sensación de hambre-. El problema de las sobredosis es que generaban adicción y consumían los recursos físicos destrozando el organismo. Con el avance de la guerra esto fue siendo un problema cada vez mayor y sobre todo en el frente oriental.
 
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