El Tren (1964), con Burt Lancaster, una película considerada de las mejores sobre cine ferroviario, a la par que buena película bélica per se.
Los esfuerzos de la resistencia francesa por evitar, en los estertores de la ocupación, que un tren cargado de invaluables obras de arte de los museos franceses llegue a Alemania. Época y con algunos momentos sublimes, como la llegada a las primeras estaciones "alemanas" o el descubrimiento de los nazis de porqué el tren no era objeto de bombardeos aliados.
Género: Intriga | Sinopsis: El Coronel Franz Von Waldheim se encuentra destacado en París con una misión muy concreta: hacerse con las modernas pinturas francesas, las mismas calificadas de "degeneradas" por los nazis, y ...
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Rose Valland realizó un peligroso trabajo de espionaje en la Galerie Nationale du Jeu de Paume, un museo que previamente ella misma había casi vaciado de sus obras vanguardistas, enviándolas a otros lugares de Francia.
El Jeu de Paume fue convertido en almacén desde el que los nazis enviaban a Alemania cuadros, esculturas y otros objetos artísticos saqueados a Francia; Valland, directora de seguridad del museo, copió secretamente los destinos y portes y otros documentos, para conservar los rastros de esos latrocinios, y permitió usar en todo lo posible la máquina burocrática como máquina de guerra para impedir o demorar los envíos.
Con todo, numerosos trenes partieron hacia Alemania con obras de arte. Después de la guerra, unas 60.000 de esas obras fueron ubicadas gracias a los archivos secretos de Rose Valland. Ella supervisó la tarea de recuperación.
El último de los trenes que tras*portaban obras de arte fue detenido por la Resistencia cerca de París, en Aulnay sous Bois, horas antes de la entrada de las tropas aliadas a la capital de Francia.
Burt Lancaster, animó en 1964 esta gran empresa, que se llamó El tren , la película dirigida por John Frankenheimer, épica e imaginativa reconstrucción de las acciones que impidieron la partida de aquel último despacho.
Frankenheimer hizo una película de una rigurosidad asombrosa, que funciona como un reloj de estación, y que se valió del gran angular para que el detalle en primer plano y el fondo fueran una misma imagen, la imagen justamente de una épica, cuando en ésta intervienen los grandes escenarios y la acción arriesgada y minuciosa de los hombres tras la escena.
Filmó sobre el terreno, voló instalaciones que de todos modos el ferrocarril de Francia quería echar abajo y rindió, con un filme de acción, un homenaje a los compañeros vivos de aquellos que dejaron sus vidas saboteando trenes durante la Resistencia.
La evocación de un viaje en tren, el descubrimiento de la pintura en Europa, la historia de Rose Valland, que salvó de manos del nazismo miles de obras, y un filme que recrea esa lucha fundan esta reflexión sobre el sentido político del arte.
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