El absurdo total de las bodas

Es muy distinto boda que comunión pensando:

Cuando yo era crío, las comuniones sí que eran algo de andar por casa. Hasta donde yo sé, eso ha cambiado y se parecen más a una boda, pero es cierto que antes eran otra cosa.

Y luego están las bodas, cuando yo era pequeño se llevaban mucho cosas que ahora están muy pasadas de moda. Entremeses (plato con varios embutidos, una croqueta, una empanadilla, etc) o salpicón de marisco, por ejemplo. Y eso sí que se podía llegar a ver en una boda, pero es que ahora se ve de 'poco nivel' y entonces sí que tenía su caché.

Pero vamos, lo de unas papas y un muslo de pollo no lo recuerdo...:rolleyes:
Tampoco tengo recuerdos muy muy claros de lo que servían en cada tipo de evento, porque en aquella época era una inocente criatura, pero algo me suena.
Lo que sí recuerdo bien es lo del pijama y lo que dices, muchos platos de cocina Paco que entonces eran lo más.
 
A la primera boda que asistí doné 16384 pesetas en un cheque al portador. Mucho más de lo que debería haber dado pero es que 8192 se me hacían algo escasas, aunque más que suficientes para la cena aquella.
 
Tampoco tengo recuerdos muy muy claros de lo que servían en cada tipo de evento, porque en aquella época era una inocente criatura, pero algo me suena.
Lo que sí recuerdo bien es lo del pijama y lo que dices, muchos platos de cocina Paco que entonces eran lo más.

Sí, es que lo del pijama también era 'lujo'. Y ya lo siguiente era la tarta Sacher :p

Pero es que hay que ponerlo en perspectiva. Por aquellas épocas, comerse un flan era algo propio de los domingos. Las abuelas tenían yogurteras en casa. Incluso en los súpers no había helados. Ni siquiera tenías una pequeñísima parte de la fruta que tienes ahora, había muchísima menos variedad y solo de temporada.

Hay ciertas cosas que se ven cutres porque esos productos a día de hoy tienen disponibilidad total. Ahora vas a la sección de lácteos y postres del Mercadona y tienes 118 productos distintos. Entonces tenías una o dos marcas, con un par de sabores y ya. No eran productos de consumo diario ni de coña.

Entiendo también que el precio no tenía nada que ver en proporción...
 
Es muy distinto boda que comunión pensando:

Cuando yo era crío, las comuniones sí que eran algo de andar por casa. Hasta donde yo sé, eso ha cambiado y se parecen más a una boda, pero es cierto que antes eran otra cosa.

Y luego están las bodas, cuando yo era pequeño se llevaban mucho cosas que ahora están muy pasadas de moda. Entremeses (plato con varios embutidos, una croqueta, una empanadilla, etc) o salpicón de marisco, por ejemplo. Y eso sí que se podía llegar a ver en una boda, pero es que ahora se ve de 'poco nivel' y entonces sí que tenía su caché.

Pero vamos, lo de unas papas y un muslo de pollo no lo recuerdo...:rolleyes:

Tampoco era algo de andar por casa en los 80 Había comida en un restaurante y ya. No barras libres y demás. Las bodas hasta finales de los 90 que yo recuerdo era eso. Llegabas y a esperar la comida comiendo pan. Luego entremeses, langostinos, carne, pescado y postre. Y de repetir lo que quisieras. Luego estaba el baile, que no sé si incluía bebidas, pero no era como la barra libre de ahora. En definitiva, salía mucho más barato y se comía mucho mejor.
 
Sí, es que lo del pijama también era 'lujo'. Y ya lo siguiente era la tarta Sacher :p

Pero es que hay que ponerlo en perspectiva. Por aquellas épocas, comerse un flan era algo propio de los domingos. Las abuelas tenían yogurteras en casa. Incluso en los súpers no había helados. Ni siquiera tenías una pequeñísima parte de la fruta que tienes ahora, había muchísima menos variedad y solo de temporada.

Hay ciertas cosas que se ven cutres porque esos productos a día de hoy tienen disponibilidad total. Ahora vas a la sección de lácteos y postres del Mercadona y tienes 118 productos distintos. Entonces tenías una o dos marcas, con un par de sabores y ya. No eran productos de consumo diario ni de coña.

Entiendo también que el precio no tenía nada que ver en proporción...
Así es. Al final las bodas se han tenido que reinventar para que sigan viéndose como un evento especial, de distinción. Y, como bien dices, es porque no existía esa disponibilidad total de productos y bastaba con ofrecer unas pocas cosas. Hoy ya no, así que toca ofrecer abundancia y variedad para poder diferenciarse.
 
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