Eduardo Casanova, Fidel en ‘Aída’, de estrella de la televisión a la ruina

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Es lo que tiene cuando interpretas un personaje y te crees que eres ese personaje.

Mucha casualidad que el personaje sea gays, le guste el rosa, maquillarse y es inteligente y el actor haya acabado gays, vistiendo de rosa con maquillaje.
En cuanto a la inteligencia, pues lamentablemente, no basta con creérselo, hay que serlo. Si no, te pegas la ostra que se ha pegado dirigiendo películas que según el serían muy buenas, porque claro, es muy listo y muy inteligente...

Mira, inteligencia potencial se la concedo.

Pero e aquí el secreto:

Pregúntate qué gobierno político, si el tuyo o el de tu enemigo, es capaz de atraer a los sabios y rechazar a los halagadores.

Yo creo que el problema podría estar ahí, pero ni idea la verdad.

Yo orate, no creo que sea.
 
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