Que dos señores de 87 y 86 años estén tan despiertos y se atrevan a decir lo que piensan públicamente nos indica que algo está cambiando.
La farsa se vendrá abajo sola el día que la gente se de cuenta de que los que venden estas estultoidades son solo cuatro bien pagaos con un altavoz muy grande.
La farsa se vendrá abajo sola el día que la gente se de cuenta de que los que venden estas estultoidades son solo cuatro bien pagaos con un altavoz muy grande.