Hay una intencionalidad política bastante clara a la hora de cambiar turnos específica y expresamente para impedir que algunos empleados con los que se discrepa políticamente ejerzan libremente su derecho a manifestación. Caciquismo puro y duro.
No es festivo en Valencia, no. Podía haberle tocado a mi colega trabajar el turno de la cadena por casualidad. Pero no ha sido así: El jefe ha admitido (se ha jactado) de habérselas apañado para que ningún catalán pueda ir.
Si estos manejos de los empresarios para impedir el derecho a manifestación te parecen bien, una de dos: O apoyas el caciquismo o eres un trolazo como una catedral.