Estamos asistiendo a la caída de Roma de nuevo, no hace falta mirar muy lejos.
¿Es el progresismo causa de esta caída, o no es más que un efecto? (Hagamos un paralelismo con el cristianismo de entonces y lo progreta de ahora).
(...)
Vamos, que el cristianismo perroflauta al igual que el progresismo de ahora, no es más que un efecto de la degradación social, no la causa de ella.
Ahí queda eso.
Está usted a punto de dar en el clavo. Ya ha llegadoa la conclusión de que el cristianismo no es la causa de la decadencia de Roma, sino su consecuencia. Si admitiera que la historia no progresa de forma lineal, sino dialéctica, llamaría al cristiano perroflauta, en lugar de efecto, antítesis. El cristianismo de Constantino fue la síntesis.