Sir Connor
Excelentisimo Sir
El sepulcro del lugarteniente de Adolf Hitler se había convertido en lugar de peregrinaje de neonazis
De Rudolf Hess, el que fuera lugarteniente de Hitler y único recluso de la prisión berlinesa de Spandau hasta 1987, ya no queda ni la tumba presidida por una estela en la que se leía, "Me atreví". Los restos de Hess fueron exhumados en la madrugada de ayer, y su tumba desmantelada en el cementero de la localidad de Wunsiedel. El motivo, acabar con los homenajes y peregrinaciones que los neonazis organizaban cada agosto en el lugar para conmemorar su fin.
La operación comenzó a las cuatro de la madrugada y concluyó a las seis. Del ataúd no quedaba nada y los huesos estaban en la tierra, explicó el jefe del cementerio, Andreas Fadel, al diario Bild. Los restos se pusieron en un nuevo ataúd y han sido, o serán, incinerados, con sus cenizas esparcidas en alta mar, informaron fuentes de la parroquia.
"De esta forma se impedirá que acudan al pueblo nuevas procesiones de peregrinos fanáticos", explicó el responsable de la parroquia protestante, Peter Seisser. Desde 2005 las peregrinaciones nazis del 17 de agosto al cementerio del pueblo bávaro estaban prohibidas, pero sin mucho éxito. La comunidad estaba harta de tantos años de homenajes estivales neonazis. "Durante 18 años no me pude ir de vacaciones en agosto por ellos", dice Seisser, ex concejal.
La parroquia logró el acuerdo de la familia, aprovechando la circunstancia de que en octubre expiraba el arrendamiento de la sepultura. La parroquia había denegado a los descendientes de Hess la prolongación del alquiler, lo que motivó una denuncia judicial de una nieta del ex jerarca nancy, antes de que la familia aceptara la decisión, explicó el diario Suddeutche Zeitung, que dio el miércoles la noticia. Hess fue enterrado en Wunsiedel, el pueblo donde sus padres tenían una residencia estival y donde fueron enterrados, de acuerdo a lo expresado en su testamento.
La exhumación se hizo coincidir con el aniversario del golpe de estado fallido contra Hitler, del 20 de julio de 1944 a cargo de un grupo de altos oficiales, entre ellos Claus Schenk von Stauffenberg. La intentona fue también evocada en Berlín con un masivo acto de juramento de bandera de soldados voluntarios del Bundeswehr frente al Reischtag, que fue protestado por grupos antimilitaristas.
De Rudolf Hess, el que fuera lugarteniente de Hitler y único recluso de la prisión berlinesa de Spandau hasta 1987, ya no queda ni la tumba presidida por una estela en la que se leía, "Me atreví". Los restos de Hess fueron exhumados en la madrugada de ayer, y su tumba desmantelada en el cementero de la localidad de Wunsiedel. El motivo, acabar con los homenajes y peregrinaciones que los neonazis organizaban cada agosto en el lugar para conmemorar su fin.
La operación comenzó a las cuatro de la madrugada y concluyó a las seis. Del ataúd no quedaba nada y los huesos estaban en la tierra, explicó el jefe del cementerio, Andreas Fadel, al diario Bild. Los restos se pusieron en un nuevo ataúd y han sido, o serán, incinerados, con sus cenizas esparcidas en alta mar, informaron fuentes de la parroquia.
"De esta forma se impedirá que acudan al pueblo nuevas procesiones de peregrinos fanáticos", explicó el responsable de la parroquia protestante, Peter Seisser. Desde 2005 las peregrinaciones nazis del 17 de agosto al cementerio del pueblo bávaro estaban prohibidas, pero sin mucho éxito. La comunidad estaba harta de tantos años de homenajes estivales neonazis. "Durante 18 años no me pude ir de vacaciones en agosto por ellos", dice Seisser, ex concejal.
La parroquia logró el acuerdo de la familia, aprovechando la circunstancia de que en octubre expiraba el arrendamiento de la sepultura. La parroquia había denegado a los descendientes de Hess la prolongación del alquiler, lo que motivó una denuncia judicial de una nieta del ex jerarca nancy, antes de que la familia aceptara la decisión, explicó el diario Suddeutche Zeitung, que dio el miércoles la noticia. Hess fue enterrado en Wunsiedel, el pueblo donde sus padres tenían una residencia estival y donde fueron enterrados, de acuerdo a lo expresado en su testamento.
La exhumación se hizo coincidir con el aniversario del golpe de estado fallido contra Hitler, del 20 de julio de 1944 a cargo de un grupo de altos oficiales, entre ellos Claus Schenk von Stauffenberg. La intentona fue también evocada en Berlín con un masivo acto de juramento de bandera de soldados voluntarios del Bundeswehr frente al Reischtag, que fue protestado por grupos antimilitaristas.