Es un procedimiento en el cual te detienen con la palabra de la mujer, sin ser necesario siquiera que haya un atestado policial, la opinión de la policía para la detención da igual. En esas circunstancias la policía te expulsa de tu propia casa. Todo ello delante de tus propios hijos y tus propios vecinos, con niños pequeños presentes. Otras veces recibes una llamada de la policía para que recojas un requerimiento policial. Generalmente esa llamada se hace de madrugada, y el policía te dice que tienes que acudir a una comisaría, o sino se presenta una pareja de policías en tu casa para entregarte una notificación en el cual te tienes que presentar en un juzgado de violencia de género por la mañana, jamás te dicen cuál es el motivo de la denuncia. En esas circunstancias te presentas en los juzgados de violencia de género, si es por detencion esposado. Si te han detenido por la tarde tienes que dormir en un calabozo. Todavía no sabes de qué se te acusa. La denunciante puede venir acompañado por un familiar, mientras que el denunciado siempre está sólo. Sino tienes abogado, lo más normal, porque no has tenido tiempo de buscar uno, se te asignará uno de oficio. Este lo primero que te dice es sin decirte la causa de la denuncia es que ha llegado a un acuerdo con la fiscalía y si aceptas una orden de alejamiento, tendrás una reducción de un tercio de la condena. Si rechazas la propuesta de tu abogado de oficio y aceptas ir a juicio. Entonces se te dirá el motivo de la denuncia. El juicio se celebrará ese mismo día, en el cual si la mujer no se contradice con lo declarado en comisaría se presume que es verdad lo denunciado. La fiscalía siempre pide medidas cautelares. Y el juez sólo en caso de que tengas pruebas muy claras de que lo denunciado es mentira, archiva el procedimiento. El juez jamás tramita un nuevo procedimiento por denuncia falsa. Aunque en la propia sentencia diga que todo es mentira, y diga que la verdad es completamente lo contraria a lo denunciado.