¿De dónde provienen los españoles más duros?

Markkus

Madmaxista
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Tercios Viejos de Infantería Española.
Que un alto porcentaje de españoles desciende de un pueblo guerrero es un hecho histórico. Históricamente el español medio ha sido un tipo preparado física y mentalmente para emprender grande azañas. Cuando el tiempo histórico corría paralelo la península fue reconquistada y el imperio de los Austrias fue construido y mantenido por soldados españoles por citar dos ejemplos solemnes. Ya en decadencia fue el propio pueblo el que se hizo al monte y hostigó a los soldados franceses.

¿Pero de dónde provienen los españoles más duros?

¿De la Castilla histórico? ¿De Euskal Herria?

A ver los expertos.
 
De Castilla, huevones.

Un militar al mando pidió 5.000 castellanos (cas-te-lla-nos) para derroir al puñetero Imperio Chino.

Cinco mil.

No se los dieron y ahí los tenemos, que no los entiende ni Cristo.
 
Los que más resistieron la conquista romana y los que eludieron la conquista de los fiel a la religión del amores fueron los habitantes del norte peninsular.

Luego,si hablamos de tipos duros,yo me fijaría en los conquistadores españoles,la mayoría eran extremeños.

Los vascos también han dado grandes figuras militares como Blas de Lezo.
 
De Castilla, huevones.

Un militar al mando pidió 5.000 castellanos (cas-te-lla-nos) para derroir al puñetero Imperio Chino.

Cinco mil.

No se los dieron y ahí los tenemos, que no los entiende ni Cristo.



El termino Castellano en esos tiempoes se referia a toda Castilla. Quedaban excluidos el reino de Aragon. Dentro de los Castellanos entraban Asturianos,vascos,castellanos,extremeños,ect..


Respecto a los españoles mas duros. Tradicionalmente han sido los Castellanos. Esto es asi porque los Castellanos eran los colonos de 1 linea de la reconquista que venian de todas las regiones. Al jugarte la vida todos los dias no te quedaba mas huevones que ser duro. exactamente lo mismo que ocurria en la conquista del oeste.

Despues ya entra la parte individual de cada persona.
 
Yo si de dureza se trata, no mencionaría solamente soldados, nuestros marinos han sido los tipos mas duros y con mas huevones de la historia sin lugar a dudas, y de esos había muchos gallegos, asturianos, vascos, andaluces, de todas partes, incluso alguno más de secano.
 
Artajona (Navarra).

40 mozos del pueblo se bastaron para tomar San Sebastián en la Guerra Civil. Y eso que iban en alpargatas.
 
Tenemos que recordar a los últimos de filipinas?

Si miramos su procedencia demuestra que toda España tiene soldados con los huevones como piedras, eso si, gente humilde, gente de pueblo.
 
Los almogávares son de los pirineos
 
Pongamos algunos ejemplos bibliograficos, yo me quedo con:

Alvaro de Sande

Hijo de Juan de Sande, segundo señor de Valhondo. Ingresó en la vida religiosa, pero luego pidió una dispensa papal para ponerse a las órdenes de Ferrante de Gonzaga, virrey de Sicilia.

Su bautismo de fuego se produjo en Túnez en 1535, donde destacó en los combates en La Goleta, causando una buena impresión a sus jefes y al emperador Carlos I. Finalizada la campaña, decide renunciar a la vida religiosa y seguir su vocación militar. En 1537 vuelve a las órdenes del virrey de Sicilia y se lo designa capitán de 600 soldados españoles, combatiendo en Túnez, donde captura una bandera al enemigo y protege el reembarque de las tropas españolas.

Por su actuación y pese a solo tener 23 años, se le da el mando del "Tercio de Diego de Castilla", compuesto por nueve compañías de soldados veteranos, que más tarde se conocería como el Tercio de Saboya.

En 1538 embarca con su Tercio en la flota de Andrea Doria, como parte de las fuerzas de la Liga Santa, para terminar con el dominio de los turcos en el Mediterráneo. La flota se dirige a Castelnuovo (hoy Herceg Novi en Montenegro), defendido por un impresionante castillo. Tropas del Tercio al mando de Álvaro de Sande asaltan el castillo, conquistándolo. Vuelven luego a Sicilia, dejando una guarnición al mando de Francisco de Sarmiento, que lo defendería heroicamente contra las fuerzas turcas de Jeireddín Barbarroja, en el llamado Sitio de Castelnuovo.

En 1540 los tercios son enviados a África en preparación de la ofensiva del emperador contra Argel. El Maestre de campo del "Tercio de Hicea" fallece, y Álvaro de Sande asume el mando de los dos tercios, capturando Monestir, Esaque, Susa, Xamilo y Xamel.

Alvaro de Sande y su tercio acuden después a la defensa de Perpiñán, asediada por el ejército del rey de Francia Francisco I.

En Flandes, Sande y su tercio acuden en 1543 a la conquista de Düren, donde Carlos V aniquila a las tropas del Guillermo V, duque de Cléveris. En aquella jornada, Álvaro de Sande arenga a su tercio con su frase: Hoy me veréis en Düren, vivo o muerto.

Posteriormente tomó parte en los más resonantes triunfos del ejército imperial: en el sitio y conquista de Landresi (Lanbrecy) en 1544, donde resulta gravemente herido al dirigir personalmente a sus soldados en el asalto de las murallas, pero a solicitud del emperador, pese a su heridas, continuó dirigiendo el ataque desde su lecho. Por los méritos logrados se le da su primer mando, ordenándosele la recuperación de Luxemburgo, para lo cual organiza una guerra de guerrillas debilitando al enemigo y permitiendo el triunfo del ejército al mando de Ferrante de Gonzaga.

En 1545, los nobles húngaros Podmaniczky János y Podmaniczky Rafael Budethin, se habían sublevado en el condado de Trencsén y con un ejército habían tomado varios castillos y amenazaban a Fernando I de Habsburgo, en ese momento rey de Hungría, el cual solicita ayuda a su hermano Carlos V. Es enviado Álvaro de Sande con su tercio, el cual es reforzado al llegar las tropas de Fernando I, conformando una fuerza de 8.000 soldados, con los cuales recuperan los castillos o plazas sublevadas.

En 1546 durante la guerra de Esmalcalda producida por la sublevación de los príncipes protestantes alemanes que habían formado la Liga de Esmalcalda, Carlos V mandó llamar a Álvaro de Sande y sus tropas, los cuales recorrieron 450 kilómetros para llegar a Ratisbona, venciendo en Ulm y Nördlingen. También combaten en Neuburg, Landshut, Ulm, Ingolstadt y Rottenburg. Se destaca la infiltración de Álvaro de Sande, vestido de soldado alemán, junto a dos de sus hombres, para reconocer las defensas del enemigo, llevando la información al ejército del duque de Alba.
Es en la gran batalla de Mühlberg en 1549 donde obtuvo Sande un éxito militar importante al apresar los hombres de su tercio, "extremeños muchos de ellos", al derrotado Juan Federico I Elector de Sajonia, jefe de los protestantes y de la Liga de Esmalcalda.

Concluidas las campañas en Alemania, don Alvaro pasó a Italia, participando en numerosas campañas, como las de Parma, Lombardía, Asti y Ferrara. Fue nombrado gobernador de Corio y luego gobernador de la ciudad de Asti y del valle de Ferrara, logrando ser reconocido como Maestre de Campo General de todo el ejército imperial en Italia. Entre las batallas se encuentra la defensa de Ferrara por Sande y sus tropas, sitiada sin éxito durante seis meses por las fuerzas del mariscal Brissac, retirándose y expresando su reconocimiento. Álvaro de Sande permaneció en los tercios del Milanesado hasta las paces asentadas entre España y Francia en 1569, reinando ya Felipe II y muerto Carlos V.

A pesar de haber cumplido ya los 70 años, Sande se entregó con denodado esfuerzo a la empresa de liberar el Mediterráneo de piratas turcos. Tras sufrir la derrota del castillo de los Gelves, en la isla de Djerba, donde Álvaro de Sande al mando de unos 3.000 soldados y con suministros para un mes es sitiado por 40.000 turcos, fue hecho cautivo Sande por los turcos después del desastre y llevado a Constantinopla. Estuvo prisionero en la torre del mar neցro, hasta que fue rescatado por fin en 1565, después de cinco años de gestiones al más alto nivel, hechas por el rey de Francia y el ya emperador don Fernando, antiguo Rey de Romanos. Se pagaron 60.000 escudos de oro y quedó al fin libre para regresar a sus oficios y propiedad.

Su última gran empresa fue en 1565, recién liberado, acudiendo en socorro de la sitiada isla de Malta, por el Imperio otomano. Finalizando el sitio, se le informó erróneamente a Lala Kara Mustafa Pasha, jefe de las fuerzas de tierra otomanas, que los refuerzos de los sitiados eran solo de 5.000 hombres. Entonces suspendió el embarco y se preparó para el combate. Viendo a los turcos acercarse, Álvaro de Sande, en punta de la vanguardia española, cargó sobre los turcos que iban a tomar posesión de una colina, con una única compañía de arcabuceros, sin esperar a ponerse la coraza o a recibir órdenes. Los desmoralizados turcos, asombrados por el ímpetu del ataque y creyendo que se les venían encima todas las huestes de la Monarquía Católica, dieron media vuelta y huyeron, siendo acuchillados hasta que se embarcaron. El 12 de septiembre desaparecía en el horizonte la última vela turca.
También envía sus tropas a la batalla de Lepanto, siendo un miembro importante del consejo asesor para la misma.

Felipe II premió sus servicios concediéndole el señorío de Valdefuentes y el título de Marqués de la Piovera. Posteriormente el 20 de agosto de 1616, Felipe III de España le concedería el título de marqués de Valdefuentes a su nieto Álvaro de Sande, en reconocimiento de los méritos de su abuelo don Álvaro. Según la carta de concesión del título de marqués, dice: "... así en la batalla en la que fue preso el Duque de Sajonia, de que el dicho Marqués fue autor ...".

Miguel de Cervantes, cuyo padre Rodrigo era amigo de muchos años de Álvaro de Sande, hizo que fuera incorporado a las filas del "Tercio de Nápoles".

En 1571 ostentaba el cargo de gobernador de Milán, lugar donde murió en 1573.

jorobar menuda vida.
 
Para mi hay 3 bloques fuertes bien definidos,desde hace años veo repetido un mismo patron en los diferentes deportes base de España.

1-Bloque noroeste:Galicia,Asturias y León


2-Bloque norte: Navarra, País Vasco,La Rioja y Burgos


3-Bloque noreste: Cataluña



El caso de León que es de donde provengo diría que no somos fuertes por una pureza de sangre, sino más bien lo contrario porque somos la provincia con más variedad genética del país.

Nuestra fuerza diría que viene de un 50% Astur y 50% Legio VII de Gemina

Ejemplo Astur: Río Astura y sus poblamientos(Actual río Esla) y Asturica Augusta capial de los Astures (Actual Astorga)

LegioVII: Contingente de miles de soldados de todas partes del Imperio que durante siglos se asentaron en la ciudad de León (Tracios, Francos, Germanos, Anglos,Griegos,Romanos,Sirios,hombres del norte de Africa...etc) todos ellos seleccionados por Roma como los mejores de sus pueblos.

Y por ultimo reseñar que los primeros años de oleada turística fiel a la religión del amora y hasta la conquista de León por parte del Reino de Asturias, la ciudad formó un ente independiente y único en toda la península iberica, no perteneciendo ni a Asturias ni a los fiel a la religión del amores.( dicho por Sanchez Albornoz)
Sus habitantes se atrincheraron por 100 años tras las murallas de la Septima Legión de Roma y a día de hoy es una incógnita el sistema de gobierno por el que se rigieron pudiendo ser una ciudad-reino o una ciudad-estado al estilo griego.
 
Si hablamos a nivel individual,España tiene héroes para aburrir.Yo citaría a Diego García de Paredes,apodado "El Sansón de Extremadura",ese hombre fue increíble.

Hoy toca hablar de héroes. Sí. Esos tipos que pasan a la historia por sus alucinantes gestas. Aquellos que se enfrentan a la fin sin que les tiemble el pulso, que luchan para conseguir lo imposible, que van más allá, donde ningún otro mortal es capaz de llegar. Diego García de Paredes fue uno de aquellos.

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Cualquiera que lea estas primeras líneas pensará que hablo de algún griego antiguo, o de un gran emperador romano. Incluso de algún general estadounidense de esos que por su carácter ganan las guerras. Pero no, nada más lejos. En realidad al héroe al que quiero referirme es un español. Diego García de Paredes: El Sansón extremeño.

Diego nació el 30 de Marzo de 1468, en Trujillo, y forjó su leyenda, como no podía ser de otro modo en aquellos tiempos, con las hazañas que realizó en las guerras. Hijo de nobles venidos a menos, se crío lejos de la Corte, viendo como su padre manejaba con destreza las armas. Y él, ya desde sus inicios, era tan bueno en las peleas que rara vez perdía cuando se peleaba con los críos de su edad. Pero él no era sólo un bruto sin cerebro, pues aprendió a leer y escribir, algo muy poco usual para aquellos sin contactos con la Corte.

Aunque no se sabe con seguridad, muchos historiadores afirman que estuvo presente en las Guerras de Granada, bajo las órdenes del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, desde 1485 hasta su toma final, en 1492. Está batalla fue decisiva, ya que los españoles pusieron fin a la Reconquista, eliminando el último reducto de la religión del amor en España.

Lo que si sabemos con seguridad es que en 1496, ya huérfano de padre y progenitora, decidió viajar a Italia con su hermano poco agraciado para ganarse la vida como soldado combatiendo contra los franceses por el territorio de Nápoles. Por desgracia para él, la guerra finalizó y no pudo dedicarse a tal oficio por el momento. Acabó ganando algo de dinero en duelos nocturnos, que consistían en robar las capas de los oponentes, prenda de mayor valor en la época, para luego venderla en el mercado neցro. No obstante, aquella vida no era digna de un hidalgo como él, y tras contactar con un familiar en el Vaticano, su vida dio un cambio. El Papa Alejandro VI quedó impresionado tras verle luchar en una disputa contra una comitiva de italianos acontecida en el propio Vaticano, donde se dijo que él sólo llegó a apiolar a cinco, herir a diez, y dejando a los demás fuera de combate. Con ello fue nombrado guardaespaldas en su escolta, llegando a dirigir la Guardia Vaticana.

Fue nombrado capitán de los Borgia poco después. Colaboró en la captura del corsario vizcaíno Menaldo Guerra, que tomó el puerto de ostra al servicio de los franceses. También participó en la toma de Montefiascone, donde muestra sus primeros síntomas de súper hombre, llegando a arrancar de cuajo las argollas y hierro del portón de la fortaleza para conseguir que el ejército del Papa accediese.

Su fama empezará a crecer cuando, incorporado por fin en los ejércitos españoles, se produce el asedio de Cefalonia. Los turcos, que habían arrebatado esta ciudad a la República de Venecia, poseían un artilugio de guerra llamado “lobo” que consistía en una serie de ganchos que cogían a los soldados enemigos, los elevaban y los soltaban desde gran altura, acabando con su vida. Pues bien, nuestro héroe se las apañó para dejar que uno de esos ganchos le cogiese por la armadura, lo elevase y cuando estuvo en lo más alto, de puso de pie en las almenas de la muralla enemiga. Sorprendentemente lo hizo sin perder su espada.

Imagínense la escena. Un español subido en la muralla que defendían los turcos. Saltan las alarmas y unos cincuenta jenízaros se tiran a por él para cargárselo. Lástima. Diego tenía una destreza como pocos y mediante un episodio de suma violencia acaba saliendo victorioso del asunto. Imparable con la blanca. De hecho en las crónicas de la época llegó a decirse de él que lo que había hecho era algo digno de recordar por lo siglos. Fueron tres días el tiempo en que allí combatió y finalmente acabaron cogiéndose debido no a otra cosa que a la fatiga y cansancio. Por su heroica hazaña los turcos decidieron hacerle prisionero en lugar de ejecutarlo (también con la idea de pedir un rescate por él). No obstante, hicieron mal, pues cuando Diego García de Paredes recuperó las fuerzas, acabó rompiendo las cadenas que lo ataban, echó abajo la puerta de la prisión, se enfrenta desarmado a un centinela, le arrebata la espada* y vuelve al lío. Despedazando a turcos desde dentro de la fortaleza, hasta que por fin, entre venecianos y españoles, consiguen tomarla.

Comienza así a forjarse una leyenda. Un tipo con una fuerza sobrehumana que, según se contaba, había tomado una ciudad él sólo. Iniciándose así las comparaciones con héroes de la antigüedad, como Hércules y Sansón. Llegando a ganarse el apodo de el Sansón Extremeño.

Será en las Guerras de Italia, que enfrentaron a españoles contra franceses donde Diego vuelva a lucirse. Era normal, un tipo como él sólo podía ser temido por sus rivales y admirado por su compañeros. Sus contemporáneos hablaban ya de él:*

«De Diego García de Paredes ni palabras bastan para lo contar, ni razones para lo dar a entender. Traía una grande alabarda, que partía por medio al francés que una vez alcanzaba, y todos le dejaban desembarazado el camino...Daba voces a todos que pasasen al real de los franceses...A dos artilleros partió por medio Diego García hasta los dientes, de que el Marqués estaba espantado...y comenzó a huir en uno de los cincuenta caballos que de Mantua habían traído»

Su orgullo a veces le jugaba malas pasadas, y tras un reproche del Gran Capitán cogió su mandoble y decidió demostrar su valía enfrentándose él solo a los franceses. Les tentó desde dentro de un paso, con la intención de aprovechar su estrechez para que no se le acumulasen demasiados enemigos a la vez. Los franceses iban entrando para matarlo y eran ellos los que caían, uno por uno. Según las crónicas de la época llegó a apiolar allí a más de 2.000 personas.

Sus hazañas no acabaron ahí. Poco después, en 1502, se produce el desafío de Barletta. Anteriormente nuestro héroe se batió en numerosos duelos, a veces en peleas de tabernas y en otras ocasiones en sucesos de máximo honor. Pues bien. García de Paredes nunca sufrió derrota en tales lances, y eso que participó en más de trescientos.

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García de Paredes en edad adulta, ya en el reinado de Carlos

El desafío de Barletta supuso un enfrentamiento caballeresco entre españoles y franceses. Consistía en enfrentar a once soldados españoles contra once de Francia para defender el honor de la patria. “No sé si podré dar la talla, aún tengo frescas las heridas de guerra” dijo el Sansón Extremeño cuando el Gran Capitán le comunicó que era uno de los once elegidos para luchar. Pero con que hubiese medio Diego García de Paredes ya era más que suficiente.

La lucha fue dura. En un principio los franceses parecían estar perdidos pero acabaron atrincherándose entre los caballos muertos y los jueces querían otorgar un empate. Pero aquello no le bastaba a Diego, que tras perder su lanza y espada, se dio la vuelta para coger las piedras que había por allí, demostrando su fuerza. De este modo consiguió que los enemigos huyesen, quedándose con todo el terreno los españoles. Sin embargo, debido a la honrosa resistencia gala, los jueces dictaminaron el empate.

Tras las guerras italianas, Diego vuelve a España convertido en un héroe. Siempre demostró defender ante todo al Gran Capitán, llegando a querer batirse en duelo delante del mismísimo rey Fernando el Católico contra todo aquel que insinuase algún tipo de traición del Gran Capitán a su majestad.

Debido a las envidias de muchos nobles, Fernando el Católico se vio obligado a despojar a Diego de sus posesiones. Esto llevó a nuestro héroe a perder la fe en el rey entrando en un periodo de rebeldía. Acabó dedicándose a la piratería en el Mediterráneo. De hecho se convirtió en un proscrito y se puso precio a su cabeza. Pero también hay que decir, que sus principales presas eran berberiscos y franceses. El mar era el único lugar donde se sentía bien tras la ingratitud Real, y donde podía dar rienda suelta a su espíritu indomable.

Murió en el año 1533, debido a unas heridas producidas al caerse del caballo mientras practicaba un acto lúdico de la época. Ironías del destino. Posteriormente su cuerpo se trasladó a Trujillo, donde actualmente los restos de su cuerpo lleno de cicatrices de guerra.

Diego García de Paredes: El Sansón extremeño | Una Pica en Flandes
 
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