“Cuando no dejas que los monstruos existan en la ficción, se multiplican en el mundo real”

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"Los cuentos de hadas son más que reales no porque les enseñen a los niños que existen los dragones -los niños ya saben que existen-, sino porque les enseñan que se puede derrotar a los dragones"
(G.K. Chesterton)

"Encuentro que hay seres humanos que piensan que los cuentos de hadas son malos para los niños… una dama me ha escrito una educada carta diciendo que los cuentos de hadas no deberían enseñarse a los niños ni siquiera en el caso de que fueran ciertos. Dice que es cruel contarle a los niños cuentos de hadas, porque los atemorizan. Podrías decir igualmente que es cruel darle a las chicas novelas románticas porque eso las hace llorar. Todo este tipo de charla se basa en el completo olvido de lo que es un niño, lo cual ha sido la base firme de muchos planes educativos. Si mantienes alejados de los niños a monstruos y trasgos ellos crearán los suyos propios. Un niño pequeño en la oscuridad puede inventar más terrores que Swedenborg. Un niño pequeño puede imaginar monstruos más grandes y oscuros que cualquier escena y darles nombres más ultraterrenos y cacofónicos que el grito de un lunático. Al niño, por empezar por él, usualmente le gustan los horrores, e incluso les da rienda suelta aunque no le gusten... El miedo no proviene de los cuentos de hadas; el miedo proviene del universo del alma.

La reserva del niño o del salvaje es enteramente razonable; están en alerta ante el mundo, porque este mundo es un lugar muy alarmante. No les gusta estar solos porque estar solo es una idea horrible. Los bárbaros temen lo desconocido por la misma razón que los agnósticos lo devocionan: porque es un hecho. Los cuentos de hadas, entonces, no son responsables de producir miedo en el niño, o alguna forma de miedo; los cuentos de hadas no le dan al niño la idea de lo malvado o lo grotesco; eso está ya en el niño, porque eso está ya en el mundo. Los cuentos de hadas no le dan a los niños su primera idea de los monstruos. Lo que los cuentos de hadas le dan al niño es su primera idea clara de la posibilidad de vencer a esos monstruos. El niño sabe íntimamente del dragón desde que tiene imaginación. Lo que el cuento de hadas le trae es un San Jorge para matarlo.

Exactamente lo que el cuento de hadas hace es esto: le acostumbra mediante una serie de imágenes a la idea de que esos terrores ilimitados tienen un límite, que esos enemigos informes tienen enemigos en los caballeros de Dios, que hay algo en el universo más místico que la oscuridad y más fuerte que la fuerza del miedo.

[...]

En las cuatro esquinas de la cama de un niño aguardan Perseo y Rolando, Sigfrido y San Jorge. Si tú le hurtas esa guardia de héroes no lo estás haciendo más racional; solamente le estás dejando que luche contra sus demonios él solo."
(G.K. Chesterton)
Amén
 
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