Durante muchos años, la imagen fue citada como una de las mejores pruebas de la existencia de la criatura en el lago, mostrando lo que parecía ser una cabeza y cuello largo asomando del agua. Sin embargo, en la década de 1990, se reveló que la fotografía era de hecho un engaño. El "monstruo" en la imagen había sido fabricado con un submarino de juguete y una cabeza de cartón.
Uno de los conspiradores, Christian Spurling, confesó el engaño poco antes de su fin en 1993. Explicó que había sido reclutado por su padrastro, Marmaduke Wetherell, para ayudar a crear el falso monstruo después de que Wetherell, que había sido contratado por un periódico para encontrar al monstruo del Lago Ness, fue humillado públicamente cuando otro supuesto rastro del monstruo resultó ser una broma.
La revelación confirmó las sospechas de muchos escépticos y dejó a la "Fotografía del cirujano" desacreditada. A pesar de esto, la leyenda del monstruo del Lago Ness sigue siendo popular y sigue atrayendo a turistas y curiosos de todo el mundo al lago en las Tierras Altas de Escocia.