Uritorco
The White Revolution is the only solution.
USURA. Con esta palabra, Ezra Pound sintetizó el mal profundo de la época más Oscura. Su famoso Canto XLV "Usura", es también un Manifiesto en contra de este tiempo maldito. La razón fundamental que llevó a Ezra Pound a ponerse de parte de Adolf Hitler en la Gran Guerra es que fue el Nacionalsocialismo que destruyó la servidumbre al interés del dinero. Es decir, la Usura.
Y es ésta también la última razón de la declaración de guerra total a Hitler y al Hitlerismo por parte de los poderes del judaísmo internacional, de los sirvientes del Demiurgo Jehová, del Enemigo, del Señor de las Tinieblas. Hitler les privaba de su arma siniestra, por medio de la cual se ha esclavizado al mundo.
El análisis de nuestra situación, de la de otros países de nuestro continente y del llamado Tercer Mundo ha sido hecho poniendo como piedra angular el Protocolo de los Sabios de Sión sobre los empréstitos contraídos en el extranjero. Se puede ver que esta deuda externa será también eterna, alcanzando cifras inmensas, de pesadilla. Y así como el país se endeuda en el extranjero al capital usurero internacional, con intereses siempre en aumento, del mismo modo el particular se endeuda internamente a un igual interés usurario con la banca interna, que, a su vez, depende por otros préstamos del supercapitalismo exterior. Mientras tanto el organismo de control, creado por el capital internacional judío "El Fondo Monetario Internacional", vigila y dirige con mano férrea el suicidio de las agrupaciones nacionales. Chile ha pasado a ser el mas obediente de los suicidas, el más aplicado de los autodestructores de su propio pueblo y de sus trabajadores indefensos. El mas obediente cumplidor de todas las ordenes del amo sádico. Sombrero (gorra) en mano pide y pide prestado para poder pagar el interés del interés de sus prestamos crecientes y acata las ordenes que látigo en mano, el prestamista le hace llegar a través de su capataz y encomendero El Fondo Monetario Internacional.
A continuación vamos a reproducir algunos párrafos de "El Manifiesto para el quebrantamiento de la Servidumbre del Interés del Dinero" que fue el antídoto que el hitlerismo descubriera contra el "Protocolo XX" de los Sabios de Sión y que, al ser aplicado en Alemania, destruyó esa servidumbre y estuvo a punto de aniquilar de una vez y para siempre el bichito de la Usura. Se dejó en claro que, en todo momento y lugar puede una nación, un conglomerado humano, intentar salvarse de la catástrofe y de la destrucción. La fórmula la dio el Nacionalsocialismo, el Hitlerismo. Y el peligro fue tan grave para la ponzoña judaica, que se decidió urgentemente la guerra total contra el Genio de los gentiles. Por miedo de que los pueblos, aún hoy, vuelvan hacia Él sus ojos desesperados, ante la agonía que viven y ante el fracaso de los sistemas que se dan como única alternativa, marxismo, capitalismo, se ha inventado toda esa parafernalia del "holocausto del pueblo elegido de jehová", de los "crímenes" Nacionalsocialistas, de la persecución, la tiranía, la esclavitud, los genocidios raciales y demás argumentos con que se moviliza la emoción de las masas, se obnubila la mente y se impide ver la realidad a los arios idiotizados y a los animales-hombres. Todo ha sido planeado así cuidadosamente y con siglos de antelación. Los mismos "Protocolos" lo dicen. Creen poder valerse del Genio de los gentiles, utilizarle para cumplir sus planes hasta sus últimas consecuencias: La imposición de su Mesías-Golem, de su maquinaria cibernética, sobre la razón y carne de los esclavos, convertidos ya en un amasijo de barro y excremento.
El autor de "El Manifiesto contra el Interés del Dinero" fue Gottfried Feder. Sus principios fueron aplicados por Hitler, una vez llegado al poder en Alemania. De importancia capital es poder conocer que Feder era miembro permanente de La Sociedad Esotérica de Thule (la Thulegesellschaft) de la que también lo fueran, como miembros invitados Adolf Hitler, Rudolf Hess y Alfred Rosenberg, entre otros altos dirigentes del Nacionalsocialismo, de este modo, la doctrina aplicada, el antídoto contra el bichito judío contra su "esoterismo" de magia de color y de la Cábala numeral, del “interés del dinero", fue toda una operación de magia aria, de esoterismo hiperbóreo, nórdico y polar.
He aquí algunos extractos reveladores para Chile y los chilenos de hoy, para los sudamericanos y todos los pueblos que gimen bajo el yugo del capital judío internacional:
"El único remedio, el remedio radical para la curación de la humanidad sufriente es: El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero. Este quebrantamiento significa la única posible y definitiva liberación del trabajo productor de las potencias del dinero que dominan secretamente el orbe. El quebrantamiento de la servidumbre del interés significa la restauración de la libre personalidad, de la salvación del hombre de la esclavización y también de la fascinación mágica en que su alma fue enredada por el consumismo”. (El Manifiesto dice "mammonismo"; pero hemos adaptado el término a los tiempos presentes de Chile y de las doctrinas judías de los "boys" de la Escuela de Chicago y del judío Milton Friedman. En Chile inventaron los préstamos en U.F. (Unidades de Fomento) que obligan al deudor a vivir apenas para pagar el interés del interés, como diría Feder). "Quien quiere combatir el capitalismo de verdad debe quebrar la servidumbre del interés".
"Es bien sorprendente ver cómo la ideología marxista, desde Marx y Engels, comenzando por el Manifiesto Comunista y subiendo hasta el programa de Efurt, especialmente Kautzky (todos judíos) y también los actuales mandatarios socialistas, se detienen como ante una voz de mando ante los intereses del capital prestamista. La santidad del interés es el tabú; el interés es lo más sacrosanto, también para los comunistas (que igualmente 'ayudan' a sus socios (Comecón) cobrando enormes intereses en dinero y en sangre). Sacudir el interés no lo ha osado nunca nadie. (Sólo los templarios prestaban sin interés.) Mientras la propiedad, la nobleza, el honor, la seguridad de la persona y de los bienes, los derechos de la Corona, las convicciones religiosas, el honor castrense, la patria y la libertad están puestos más o menos fuera de la ley, el interés es sagrado e intocable. Noli me tangere!. Su peso gigantesco arrastra a la nave estatal al abismo; es un enorme engaño, fraguado pura y exclusivamente en beneficio de las grandes potencias del dinero".
"Los grandes poderosos del dinero están, por cierto, como última fuerza impulsora detrás del imperialismo anglo-americano que abarca el mundo. Las grandes potencias del dinero han financiado efectivamente la horrible matanza de seres humanos de la Guerra Mundial. Las grandes potencias del dinero ciertamente como propietarias de todos los grandes periódicos, han envuelto al mundo en una red de mentiras. Han excitado con placer todas las pasiones bajas, el ansia de lujo, el consumismo, los anhelos absurdos y las utopías... El espíritu del consumismo sólo quiso conocer cifras de exportación, de riqueza nacional, expansión, proyectos de la gran banca, financiación internacional, etcétera. Y ha conducido a la ruina de la jovenlandesal pública, al hundimiento de los círculos dirigentes en el materialismo y el ansia de placer, a un achatamiento de la vida nacional, factores todos que son culpables del terrible derrumbe”.
"El interés, la afluencia de bienes sin esfuerzo y sin fin, la posesión de dinero sin ninguna clase de trabajo (el judío tiene que 'dedicarse a orar a su Dios') es lo que ha hecho crecer las grandes potencias del dinero. El interés del dinero es el principio criminal del cual se genera la Internacional Dorada" ("El supercapitalismo“).
"Y el Derecho Romano, sobre el que se basa nuestra legislación, esta hecho para proteger el gran capital y la usura; porque es el Derecho al servicio de una plutocracia”.
"El ansia de interés insaciable del gran capital prestamista es la maldición de toda la humanidad trabajadora. El ingreso de la casa Rotschild, de los Cahn, Löeb, Speyer, Schiff, Morgan, Vanderbilt y Astor, estimada en conjunto en por lo menos sesenta o setenta mil millones (en aquellos años), con un rédito de un 5% de interés, significa un ingreso para estas ocho familias (judías) de 5-6 mil millones, tanto o más que las entradas anuales del 75 % de los contribuyentes de Prusia, en 1912, con un censo de 21.000.000, aproximadamente. Ocho multimillonarios tienen tantos ingresos como 38 millones de alemanes”.
"Mediante una intensa campaña de esclarecimiento se deberá poner en evidencia al pueblo que el dinero no es ni debe ser otra cosa sino un bono por trabajo efectuado; que toda economía altamente desarrollada necesita del dinero como medio de intercambio; pero que con todo esto queda cumplida la función del dinero, y que de ninguna manera le puede ser conferido al dinero, mediante el interés, un poder sobrenatural de crecer por si mismo a costa del trabajo productivo”.
"¡Desamparados balbucean los pueblos!. Un ardiente ansia, un clamor por la salvación pasa a través de las masas engañadas, con sus esperanzas frustradas. Con risas y bailes, con cinematógrafos y desfiles, se trata de engañar al pueblo para que olvide su lamentable destino, la traición, la terrible desilusión, la herida interna... También en Rusia, la socialización, la estatización, ha probado ser un fracaso. Y cuando la desesperación de todo el pueblo cunde, las bandas mongólicas, el terror sangriento, las bayonetas solamente son capaces de proteger a los tiranos de la venganza del pueblo engañado y explotado...”
"También nosotros terminaremos así si continuamos dejando que el gobierno siga en manos de los especuladores internacionales, representantes de la burguesía expoliadora y de los miembros de una raza (antirraza) extraña a la esencia del pueblo alemán".
Esto se aplica a Chile hoy casi en el detalle. Somos ya los esclavos de la usura y del Contralor de la Usura, del Fondo Monetario Internacional.
Podríamos seguir reproduciendo el luminoso Manifiesto Nacionalsocialista en su totalidad; pero no es necesario. Ya hemos captado su esencia, y ello sólo importa. ¿Cuál es la solución que la Alemania de Hitler aplicara al final?. Cambiar el valor dinero por el valor trabajo. Una solución simple, como el huevo de Colón. Alemania no tenía dinero, pero si tenía el trabajo formidable de su pueblo para pagar su deuda de guerra, impuesta por el Tratado de Versalles. Y con ella pagó, con el producto de su trabajo. Nosotros no tenemos este soberbio trabajo alemán, pero tenemos también un trabajo hábil y esforzado. Y tenemos nuestras materias primas, elaboradas o semielaboradas. Con ellas podríamos pagar. Pero si sólo pretendiéramos intentarlo, caería el Gobierno que lo propusiera. A Alemania le declararon la guerra planetaria. A Chile sólo les bastaría con que se moviera un solo dedo de la mano judía. A toda la América del Sur la mantienen dividida para ello, con problemas de fronteras y de reivindicaciones nacionales. Chile es el más vulnerable. La sombra permanente de una posible guerra chileno-argentina es mantenida por medio de judíos enquistados en la prensa de Buenos Aires, en las delegaciones para las negociaciones de los acuerdos y por la acción de las logias masónicas. Por todos los medios se tratará de evitar un entendimiento general latinoamericano para enfrentar el problema de la deuda externa y de los intereses crecientes y usurario. Se tratará de usar a “alumnos aplicados" como agentes de desacuerdo, instándolos a que negocien por separado, premiándolos por su fiel cumplimiento en el pago de los intereses de los intereses de los intereses, de los préstamos hechos y renovados para pagar sólo esos intereses.
Y Gottfried Feder afirma que la solución de todo el infernal asunto se encuentra precisamente en la bancarrota estatal, como el único medio de salvación de las economías nacionales. Sólo así los pueblos de hoy, de esta coyuntura de la historia, cuando el judío se cree triunfador y dueño del mundo, pueden llegar a liberarse de sus garras y escapar del círculo de magia de color en que los tienen aprisionados, "hipnotizados", como a las víctimas de su Serpiente.
He aquí la solución, la única solución verdadera: Dejar de pagar, declararse en quiebra, en bancarrota nacional. ¿Y qué puede pasar?. Nada. Absolutamente nada. Sólo un renacer del espíritu nacional, una liberación. Los judíos de Norteamérica y de Rusia no van a declarar la guerra conjunta a su universo de deudores. Aunque sí, desesperados, podrían declararse la guerra entre ellos. Cosa que harán de todos modos, pues sus regímenes ya están fracasados. Tampoco van a poder meter a los países a la guandoca, como en Chile se ha hecho con los empresarios del "consumismo", que se declararon en quiebra después de haber sacado sus capitales fuera del país. En este caso, el dinero y el mismo oro de los acreedores habrían dejado de tener valor alguno. Sólo el trabajo, los alimentos, las materias primas recuperarían su importancia. Y el dinero, pero sólo como medio de intercambio. Se habría destruido el interés, el caldo de cultivo del microbio, del bichito planetario y galáctico.
¡Utopía, sueño vano!. Porque el Führer ya se fue y no retornará tan pronto. No antes de que lo lloren todos los seres y hasta los minerales y las plantas, como a Baldur. No se encontrará el país capaz de arriesgarse, el gobernante puro, honesto, leal, grande, como para preferir el sacrificio, el riesgo, el honor, el combate, antes que defraudar a su pueblo y permitir que lo desangren. Preferir la fin antes que la ignominia de la esclavitud. Es cuestión de raza. En todo el ámbito de nuestro mundo sudamericano, sólo un país ha tenido estos impulsos, sin fructificar: Argentina. Debemos reconocerlo y admirarlo, aun como destellos de un fuego fatuo. Y ello, a pesar de que Argentina se ha prestado para realizar el trabajo del Enemigo, provocando continuamente a Chile, casi al punto de producir la guerra tan deseada por aquellos que saben que la complementación y la unión de estos dos países crearía un centro irresistible de energía y magnetismo. Una posibilidad etnológica en el Cono Sur, en la Hiperbórea sudpolar.
Y el Manifiesto Nacionalsocialista dice: "La supresión del pago de intereses no es una bancarrota estatal disimulada. El fantasma de la bancarrota estatal es, en efecto, un ogro de cuentos infantiles inventado por las potencias prestamistas".
Ante el solo indicio auténtico de que un deudor pueda dejar de pagar los intereses y hasta la deuda, la banca judía internacional empezará por bajar los intereses, dará facilidades, declarará jovenlandesatorias, y, por último, hasta condonará la deuda, con tal de no tener que enfrentar el horror de el dinero deje de valer lo que para el judío vale. Que llegue a no valer nada fuera de ser un medio de intercambio. Aceptará todo esto con el conocimiento de "viejos luchadores" de que la memoria del goym , de los animales-hombres y también de los arios embrutecidos es breve. Y de este modo, dentro de muy poco volverá a prestar con intereses (comenzando con intereses bajos o disimulados). Y así el caldo de la Usura le permitirá seguir subsistiendo sin trabajar, explotando el trabajo de los otros y "orando a Jehová", para preparar el advenimiento de su Rey-Mesías. Pero antes de llegar a una situación tan extrema, el capital internacional hará uso de todos sus expedientes conocidos y desconocidos: Asesinatos y cambios de gobiernos de los gentiles, guerras locales (Argentina y Chile, Irán e Irak, Libano, etcétera), amenazas, informes monetarios, divisiones, enemistades.
Un texto imprescindible de los años 90 del diplomatico chileno Miguel Serrano.
Y es ésta también la última razón de la declaración de guerra total a Hitler y al Hitlerismo por parte de los poderes del judaísmo internacional, de los sirvientes del Demiurgo Jehová, del Enemigo, del Señor de las Tinieblas. Hitler les privaba de su arma siniestra, por medio de la cual se ha esclavizado al mundo.
El análisis de nuestra situación, de la de otros países de nuestro continente y del llamado Tercer Mundo ha sido hecho poniendo como piedra angular el Protocolo de los Sabios de Sión sobre los empréstitos contraídos en el extranjero. Se puede ver que esta deuda externa será también eterna, alcanzando cifras inmensas, de pesadilla. Y así como el país se endeuda en el extranjero al capital usurero internacional, con intereses siempre en aumento, del mismo modo el particular se endeuda internamente a un igual interés usurario con la banca interna, que, a su vez, depende por otros préstamos del supercapitalismo exterior. Mientras tanto el organismo de control, creado por el capital internacional judío "El Fondo Monetario Internacional", vigila y dirige con mano férrea el suicidio de las agrupaciones nacionales. Chile ha pasado a ser el mas obediente de los suicidas, el más aplicado de los autodestructores de su propio pueblo y de sus trabajadores indefensos. El mas obediente cumplidor de todas las ordenes del amo sádico. Sombrero (gorra) en mano pide y pide prestado para poder pagar el interés del interés de sus prestamos crecientes y acata las ordenes que látigo en mano, el prestamista le hace llegar a través de su capataz y encomendero El Fondo Monetario Internacional.
A continuación vamos a reproducir algunos párrafos de "El Manifiesto para el quebrantamiento de la Servidumbre del Interés del Dinero" que fue el antídoto que el hitlerismo descubriera contra el "Protocolo XX" de los Sabios de Sión y que, al ser aplicado en Alemania, destruyó esa servidumbre y estuvo a punto de aniquilar de una vez y para siempre el bichito de la Usura. Se dejó en claro que, en todo momento y lugar puede una nación, un conglomerado humano, intentar salvarse de la catástrofe y de la destrucción. La fórmula la dio el Nacionalsocialismo, el Hitlerismo. Y el peligro fue tan grave para la ponzoña judaica, que se decidió urgentemente la guerra total contra el Genio de los gentiles. Por miedo de que los pueblos, aún hoy, vuelvan hacia Él sus ojos desesperados, ante la agonía que viven y ante el fracaso de los sistemas que se dan como única alternativa, marxismo, capitalismo, se ha inventado toda esa parafernalia del "holocausto del pueblo elegido de jehová", de los "crímenes" Nacionalsocialistas, de la persecución, la tiranía, la esclavitud, los genocidios raciales y demás argumentos con que se moviliza la emoción de las masas, se obnubila la mente y se impide ver la realidad a los arios idiotizados y a los animales-hombres. Todo ha sido planeado así cuidadosamente y con siglos de antelación. Los mismos "Protocolos" lo dicen. Creen poder valerse del Genio de los gentiles, utilizarle para cumplir sus planes hasta sus últimas consecuencias: La imposición de su Mesías-Golem, de su maquinaria cibernética, sobre la razón y carne de los esclavos, convertidos ya en un amasijo de barro y excremento.
El autor de "El Manifiesto contra el Interés del Dinero" fue Gottfried Feder. Sus principios fueron aplicados por Hitler, una vez llegado al poder en Alemania. De importancia capital es poder conocer que Feder era miembro permanente de La Sociedad Esotérica de Thule (la Thulegesellschaft) de la que también lo fueran, como miembros invitados Adolf Hitler, Rudolf Hess y Alfred Rosenberg, entre otros altos dirigentes del Nacionalsocialismo, de este modo, la doctrina aplicada, el antídoto contra el bichito judío contra su "esoterismo" de magia de color y de la Cábala numeral, del “interés del dinero", fue toda una operación de magia aria, de esoterismo hiperbóreo, nórdico y polar.
He aquí algunos extractos reveladores para Chile y los chilenos de hoy, para los sudamericanos y todos los pueblos que gimen bajo el yugo del capital judío internacional:
"El único remedio, el remedio radical para la curación de la humanidad sufriente es: El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero. Este quebrantamiento significa la única posible y definitiva liberación del trabajo productor de las potencias del dinero que dominan secretamente el orbe. El quebrantamiento de la servidumbre del interés significa la restauración de la libre personalidad, de la salvación del hombre de la esclavización y también de la fascinación mágica en que su alma fue enredada por el consumismo”. (El Manifiesto dice "mammonismo"; pero hemos adaptado el término a los tiempos presentes de Chile y de las doctrinas judías de los "boys" de la Escuela de Chicago y del judío Milton Friedman. En Chile inventaron los préstamos en U.F. (Unidades de Fomento) que obligan al deudor a vivir apenas para pagar el interés del interés, como diría Feder). "Quien quiere combatir el capitalismo de verdad debe quebrar la servidumbre del interés".
"Es bien sorprendente ver cómo la ideología marxista, desde Marx y Engels, comenzando por el Manifiesto Comunista y subiendo hasta el programa de Efurt, especialmente Kautzky (todos judíos) y también los actuales mandatarios socialistas, se detienen como ante una voz de mando ante los intereses del capital prestamista. La santidad del interés es el tabú; el interés es lo más sacrosanto, también para los comunistas (que igualmente 'ayudan' a sus socios (Comecón) cobrando enormes intereses en dinero y en sangre). Sacudir el interés no lo ha osado nunca nadie. (Sólo los templarios prestaban sin interés.) Mientras la propiedad, la nobleza, el honor, la seguridad de la persona y de los bienes, los derechos de la Corona, las convicciones religiosas, el honor castrense, la patria y la libertad están puestos más o menos fuera de la ley, el interés es sagrado e intocable. Noli me tangere!. Su peso gigantesco arrastra a la nave estatal al abismo; es un enorme engaño, fraguado pura y exclusivamente en beneficio de las grandes potencias del dinero".
"Los grandes poderosos del dinero están, por cierto, como última fuerza impulsora detrás del imperialismo anglo-americano que abarca el mundo. Las grandes potencias del dinero han financiado efectivamente la horrible matanza de seres humanos de la Guerra Mundial. Las grandes potencias del dinero ciertamente como propietarias de todos los grandes periódicos, han envuelto al mundo en una red de mentiras. Han excitado con placer todas las pasiones bajas, el ansia de lujo, el consumismo, los anhelos absurdos y las utopías... El espíritu del consumismo sólo quiso conocer cifras de exportación, de riqueza nacional, expansión, proyectos de la gran banca, financiación internacional, etcétera. Y ha conducido a la ruina de la jovenlandesal pública, al hundimiento de los círculos dirigentes en el materialismo y el ansia de placer, a un achatamiento de la vida nacional, factores todos que son culpables del terrible derrumbe”.
"El interés, la afluencia de bienes sin esfuerzo y sin fin, la posesión de dinero sin ninguna clase de trabajo (el judío tiene que 'dedicarse a orar a su Dios') es lo que ha hecho crecer las grandes potencias del dinero. El interés del dinero es el principio criminal del cual se genera la Internacional Dorada" ("El supercapitalismo“).
"Y el Derecho Romano, sobre el que se basa nuestra legislación, esta hecho para proteger el gran capital y la usura; porque es el Derecho al servicio de una plutocracia”.
"El ansia de interés insaciable del gran capital prestamista es la maldición de toda la humanidad trabajadora. El ingreso de la casa Rotschild, de los Cahn, Löeb, Speyer, Schiff, Morgan, Vanderbilt y Astor, estimada en conjunto en por lo menos sesenta o setenta mil millones (en aquellos años), con un rédito de un 5% de interés, significa un ingreso para estas ocho familias (judías) de 5-6 mil millones, tanto o más que las entradas anuales del 75 % de los contribuyentes de Prusia, en 1912, con un censo de 21.000.000, aproximadamente. Ocho multimillonarios tienen tantos ingresos como 38 millones de alemanes”.
"Mediante una intensa campaña de esclarecimiento se deberá poner en evidencia al pueblo que el dinero no es ni debe ser otra cosa sino un bono por trabajo efectuado; que toda economía altamente desarrollada necesita del dinero como medio de intercambio; pero que con todo esto queda cumplida la función del dinero, y que de ninguna manera le puede ser conferido al dinero, mediante el interés, un poder sobrenatural de crecer por si mismo a costa del trabajo productivo”.
"¡Desamparados balbucean los pueblos!. Un ardiente ansia, un clamor por la salvación pasa a través de las masas engañadas, con sus esperanzas frustradas. Con risas y bailes, con cinematógrafos y desfiles, se trata de engañar al pueblo para que olvide su lamentable destino, la traición, la terrible desilusión, la herida interna... También en Rusia, la socialización, la estatización, ha probado ser un fracaso. Y cuando la desesperación de todo el pueblo cunde, las bandas mongólicas, el terror sangriento, las bayonetas solamente son capaces de proteger a los tiranos de la venganza del pueblo engañado y explotado...”
"También nosotros terminaremos así si continuamos dejando que el gobierno siga en manos de los especuladores internacionales, representantes de la burguesía expoliadora y de los miembros de una raza (antirraza) extraña a la esencia del pueblo alemán".
Esto se aplica a Chile hoy casi en el detalle. Somos ya los esclavos de la usura y del Contralor de la Usura, del Fondo Monetario Internacional.
Podríamos seguir reproduciendo el luminoso Manifiesto Nacionalsocialista en su totalidad; pero no es necesario. Ya hemos captado su esencia, y ello sólo importa. ¿Cuál es la solución que la Alemania de Hitler aplicara al final?. Cambiar el valor dinero por el valor trabajo. Una solución simple, como el huevo de Colón. Alemania no tenía dinero, pero si tenía el trabajo formidable de su pueblo para pagar su deuda de guerra, impuesta por el Tratado de Versalles. Y con ella pagó, con el producto de su trabajo. Nosotros no tenemos este soberbio trabajo alemán, pero tenemos también un trabajo hábil y esforzado. Y tenemos nuestras materias primas, elaboradas o semielaboradas. Con ellas podríamos pagar. Pero si sólo pretendiéramos intentarlo, caería el Gobierno que lo propusiera. A Alemania le declararon la guerra planetaria. A Chile sólo les bastaría con que se moviera un solo dedo de la mano judía. A toda la América del Sur la mantienen dividida para ello, con problemas de fronteras y de reivindicaciones nacionales. Chile es el más vulnerable. La sombra permanente de una posible guerra chileno-argentina es mantenida por medio de judíos enquistados en la prensa de Buenos Aires, en las delegaciones para las negociaciones de los acuerdos y por la acción de las logias masónicas. Por todos los medios se tratará de evitar un entendimiento general latinoamericano para enfrentar el problema de la deuda externa y de los intereses crecientes y usurario. Se tratará de usar a “alumnos aplicados" como agentes de desacuerdo, instándolos a que negocien por separado, premiándolos por su fiel cumplimiento en el pago de los intereses de los intereses de los intereses, de los préstamos hechos y renovados para pagar sólo esos intereses.
Y Gottfried Feder afirma que la solución de todo el infernal asunto se encuentra precisamente en la bancarrota estatal, como el único medio de salvación de las economías nacionales. Sólo así los pueblos de hoy, de esta coyuntura de la historia, cuando el judío se cree triunfador y dueño del mundo, pueden llegar a liberarse de sus garras y escapar del círculo de magia de color en que los tienen aprisionados, "hipnotizados", como a las víctimas de su Serpiente.
He aquí la solución, la única solución verdadera: Dejar de pagar, declararse en quiebra, en bancarrota nacional. ¿Y qué puede pasar?. Nada. Absolutamente nada. Sólo un renacer del espíritu nacional, una liberación. Los judíos de Norteamérica y de Rusia no van a declarar la guerra conjunta a su universo de deudores. Aunque sí, desesperados, podrían declararse la guerra entre ellos. Cosa que harán de todos modos, pues sus regímenes ya están fracasados. Tampoco van a poder meter a los países a la guandoca, como en Chile se ha hecho con los empresarios del "consumismo", que se declararon en quiebra después de haber sacado sus capitales fuera del país. En este caso, el dinero y el mismo oro de los acreedores habrían dejado de tener valor alguno. Sólo el trabajo, los alimentos, las materias primas recuperarían su importancia. Y el dinero, pero sólo como medio de intercambio. Se habría destruido el interés, el caldo de cultivo del microbio, del bichito planetario y galáctico.
¡Utopía, sueño vano!. Porque el Führer ya se fue y no retornará tan pronto. No antes de que lo lloren todos los seres y hasta los minerales y las plantas, como a Baldur. No se encontrará el país capaz de arriesgarse, el gobernante puro, honesto, leal, grande, como para preferir el sacrificio, el riesgo, el honor, el combate, antes que defraudar a su pueblo y permitir que lo desangren. Preferir la fin antes que la ignominia de la esclavitud. Es cuestión de raza. En todo el ámbito de nuestro mundo sudamericano, sólo un país ha tenido estos impulsos, sin fructificar: Argentina. Debemos reconocerlo y admirarlo, aun como destellos de un fuego fatuo. Y ello, a pesar de que Argentina se ha prestado para realizar el trabajo del Enemigo, provocando continuamente a Chile, casi al punto de producir la guerra tan deseada por aquellos que saben que la complementación y la unión de estos dos países crearía un centro irresistible de energía y magnetismo. Una posibilidad etnológica en el Cono Sur, en la Hiperbórea sudpolar.
Y el Manifiesto Nacionalsocialista dice: "La supresión del pago de intereses no es una bancarrota estatal disimulada. El fantasma de la bancarrota estatal es, en efecto, un ogro de cuentos infantiles inventado por las potencias prestamistas".
Ante el solo indicio auténtico de que un deudor pueda dejar de pagar los intereses y hasta la deuda, la banca judía internacional empezará por bajar los intereses, dará facilidades, declarará jovenlandesatorias, y, por último, hasta condonará la deuda, con tal de no tener que enfrentar el horror de el dinero deje de valer lo que para el judío vale. Que llegue a no valer nada fuera de ser un medio de intercambio. Aceptará todo esto con el conocimiento de "viejos luchadores" de que la memoria del goym , de los animales-hombres y también de los arios embrutecidos es breve. Y de este modo, dentro de muy poco volverá a prestar con intereses (comenzando con intereses bajos o disimulados). Y así el caldo de la Usura le permitirá seguir subsistiendo sin trabajar, explotando el trabajo de los otros y "orando a Jehová", para preparar el advenimiento de su Rey-Mesías. Pero antes de llegar a una situación tan extrema, el capital internacional hará uso de todos sus expedientes conocidos y desconocidos: Asesinatos y cambios de gobiernos de los gentiles, guerras locales (Argentina y Chile, Irán e Irak, Libano, etcétera), amenazas, informes monetarios, divisiones, enemistades.
Un texto imprescindible de los años 90 del diplomatico chileno Miguel Serrano.
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