Es la vieja tesis de Fernand Braudel, el historiador de la escuela de Annales: el descubrimiento de América fue una casualidad que distrajo a los reinos hispánicos de lo que hubiera sido su campo de expansión natural.
Yo creo que probablemente ahora España sería una cosa bastante distinta, la cual integraría gran parte de África del Norte, pues el desierto del Sáhara es una extraordinaria frontera natural y el control del Estrecho del Gibraltar habría supuesto una enorme ventaja geoestratégica. La indudable pujanza otomana no me parece que hubiera sido lo suficientemente fuerte como para evitar un dominio de gran parte de las costas norteafricanas occidentales cuando menos, sobre todo teniendo en cuenta que las principales islas (Baleares, Cerdeña, Sicilia....) así como la mitad sur de la península italiana estaban bajo control de los Austrias. Además, tanto el imperio turco como el español son dos púgiles que empezaron a quedar exhaustos más o menos al unísono, así que cuando uno empezó a flojear, el otro tampoco era ya un grave problema. En cuanto a rivales europeos, Francia no hubiera tenido buenas cabezas de puente para ser una competidora en el norte de África y Italia estaba demasiado desmembrada como para ocuparse de una expansión por territorios jovenlandeses.
Por lo demás, los millones de españoles que fueron a América durante tres siglos (como casi siempre en los casos de emigración, en su mayor parte gente sin recursos pero joven y emprendedora) no hubieran estado tan desvinculados de la península si se hubieran instalado en el norte de África. Las comunicaciones hubieran sido fluidas, las idas y venidas más o menos comunes y los intereses geoestratégicos muy parecidos. Probablemente se hubiera formado una mayor comunidad de intereses que en el caso americano. Nada que ver con la situación de los criollos que eran descendientes de españoles pero la mayoría de los cuales nunca o rara vez habían estado en la península ibérica. En la historia-ficción que nos ocupa, probablemente muchos de ellos hubieran tenido bienes raíces e intereses económicos a ambos lados del estrecho de Gibraltar.
Mirando los lados desagradables del supuesto, los intentos de emancipación en el norte de África hubieran sido mucho más fáciles de combatir que en América, dado que tropas y suministros podían llegar con suma facilidad hasta lo que actualmente es el Magreb. Además, teniendo en cuenta como se hacían las cosas antes, supongo que las poblaciones fiel a la religión del amoras previas habrían sido expulsadas o convertidas a la fuerza, con lo cual es probable que el norte de África fuera actualmente un espacio casi totalmente occidentalizado.