¿Por qué la conquista árabe fue diez veces más rápida que la romana?

Porque la dura realidad es que España es una nación débil, llena de traidores, pérfidos y acomplejados que podrían vender a sus madres a extranjeros con tal de dañar a los pocos patriotas de convicción.

Era así en tiempos romanos cuando lusos traidores apuñalaron a Viriato por la espalda, los celtiberos lucharon por Roma para acabar con los turdetanos y los asturianos y vascos se unieron a la tiranía romana contra los Cántabros de Corocota. Era así cuando los Visigodos, hispanizados, se enclaustraron en guerras civiles y traiciones que permitieron la reconquista bizantina de la Bética, y cuando Don Julian y los sefardíes invitaron a los mahometanos a arrasar España. Era así cuando los Castellanos y Aragoneses encontraron en más de una ocasión el apoyo de fiel a la religión del amores contra otros fiel a la religión del amores, y viceversa. Era así cuando los Catalanes y Portugueses apuñalaron a los castellanos por la espalda en la Guerra de los 30 años en pos de Francia e Inglaterra. Era así cuando en el culmen de la civilización española la nobleza castellana se metió en la cama con los Borbones francess, enemigos acérrimos de España (y que hicieron de la misma una colonia anglobritánica). Era así cuando Godoy y Carlos IV abrieron las puertas de España a Napoleón, y cuando Fernando VII a los 100 mil Hijos de San Luis. Igual fue así cuando los criollos se declararon en rebeldía y entregaron las Américas al Reino Unido. Era así cuando el Cantón de Cartagena ofreció a EE.UU la anexión del mismo (y los otros cantones se declararon indepes). Y fue así cuando los indepes cubanos y Sagasta se regalaron Filipinas y las Antillas a los americanos; y cuando la II República dio toda España a los soviéticos.

España está jodida por el capital humano que lo habita, una sociedad llena de cainismo, complejos y traiciones. Lo vio Unamuno al igual que Menendez Pelayo.
Eso pasa en todas partes.

Los jovenlandeses también se liaban a golpes entre ellos.

O los catalanes entre ellos, etc...
 
Cantidas de soplapolleces.

Fue rápida por varios motivos:

Durante la guerra civil visigoda,la corte del consejo de los witizianos eran alubio*s y estos aconsejaron derribar muros y confiscar las herramientas de arado para evitar que campesinos se alzaran en armas o se insurreccionaran a favor de Rodrigo.
Esto trajo nefastas consecuencias ya que en muchas regiones se pasaron unas hambrunas acojonantes y ante la llegada de los árabes, estos trajeron muchos alimentos, con esto ya se dice bastante: nula resistencia combativa por una muchedumbre hambrienta, un invasor que trae recursos y unas ciudades donde los muros son derribados.

Si a eso le sumamos que los mismos alubio*s fueron armados por los arabes y fueron los custodios de las ciudades, los arabes podian tener practicamente el grueso de su ejercito para seguir avanzando.

Fue sonada, creo, cuando llegaron a León, los alubio*s abrieron las puertas de la ciudad a los arabes y armados por estos, asesinaron a los cristianos que estaban aglutinados en la iglesia.

En muchos lugares los alubio*s abrieron las murallas, eso da lugar a pensar en la teoria de la consipriación judaico arabe.
 
¿Hablas de esos cristianos que cada 2x3 empezaban guerras civiles que dividieron el Reino de León en una miriada de condados muy como los mahometanos taiferos del sur?

Si, los mismos. Todos esos procesos eran la norma en los reinos cristianos de toda Europa y también entre los fiel a la religión del amores. De hecho la reconquista fue posible porque los jovenlandeses combatían los unos contra los otros lo mismo que contra los cristianos.
 
roma civilizaba, se tarda mas en hacer infraestructuras que en destruir y apiolar a todo cristo

la destruccion siempre es mas letal y rapida

Civilizaba, pero también perpetraba bastantes masacres y le gustaba mucho esclavizar a la población indígena. Todo ello por otra parte normal dentro de cualquier proceso histórico similar. Las conquistas nunca son con flores, besos y abrazos.
 
Entonces, ¿cómo se explica que con esta evidente limitación numérica completaran su empresa en tan solo doce años (712-724)?
El estado visigodo y sus instituciones tardaron 24 años en desaparecer, basicamente la invasion fiel a la religión del amora la realizaron nobles visidodos y sus mesnadas, que aun practicaban el arrianismo y se convirtieron al islam, para mantener sus propiedades, titulos y privilegios, los jovenlandeses no conquistaron, ni aportaron nada nuevo a la sociedad hispanorromana, eran yihadistas del siglo VIII

PD. Los cristianos que no se convertian al islam, pagaban impuestos extras por mantener su religion y estaban a disposicion de los caciques locales, para realizar trabajos comunitarios gratuitos
 
sera
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¿Por qué la conquista árabe fue diez veces más rápida que la romana?​

Los árabes fabricaron una sociedad y una cultura propias y singulares, alejadas de la radicalidad de Damasco y Santiago​

Marc Pons
Foto: Biblioteca Vaticana
Barcelona. Sábado, 20 de julio de 2024. 05:30
Tiempo de lectura: 5 minutos
¿Por qué la conquista árabe fue diez veces más rápida que la romana?

Lagunas de la Janda (marismas del río Guadalete, Andalucía atlántica), 19 de julio de 711.

Hace 1.313 años. Los ejércitos de la monarquía hispanovisigótica, comandados por el rey Rodrigo (el Don Rodrigo del relato nacionalista español), y el de la vanguardia árabe en el norte de África, liderado por el general Tariq ibn Ziyad, se enfrentaban en una batalla que cambiaría el curso de la historia. La derrota hispanovisigótica, más que la propia victoria árabe, precipitaría el fin y la desaparición de un sistema en crisis —continuador de la tradición cultural, política y religiosa del Imperio Romano— y su sustitución por un nuevo modelo, aparentemente desconocido y extraño para la sociedad indígena.
Ver archivo adjunto 1984843
Representación de la batalla del río Guadalete / Fuente: Pinterest

Ni minorización ni sustitución​

Sin embargo, contra lo que se nos ha explicado, esa rápida y efectiva conquista, y la posterior dominación, no se produjeron ni por efecto de la minorización, ni —todavía menos— por el resultado de la sustitución de la base étnica peninsular. Los árabes no fueron nunca más de 50.000 efectivos, que, en el mejor de los casos, representarían un 1% de la población peninsular. Entonces, ¿cómo se explica que con esta evidente limitación numérica completaran su empresa en tan solo doce años (712-724)? ¿Cómo se explica que hubieran tardado la décima parte del tiempo que habían empleado los romanos, dotados de recursos muy superiores, para la misma empresa (217 a.C. – 19 a.C.)?

La penetración del islam antes de la conquista militar árabe​

Uno de los elementos que explica la rápida progresión de la conquista árabe sería la existencia de comunidades islámicas peninsulares que, durante el proceso de ocupación, habrían actuado como "quintacolumnistas" de ese fenómeno. Pero estas comunidades fiel a la religión del amoras (que, hasta la oleada turística árabe, se movían en la clandestinidad) no estaban formadas por elementos forasteros, sino por población indígena. La investigación historiográfica moderna (Universidad de Sevilla, 1995) ha demostrado su existencia desde finales del siglo VII (entre 20 y 30 años antes de Guadalete), como resultado de un proceso de difusión, llevado a cabo por elementos forasteros, y conversión de una parte de la población indígena.

Caldo de cultivo​

La monarquía visigótica hispánica no fue otra cosa que una de las consecuencias de la fragmentación del Imperio Romano de Occidente. Tras la caída de la Loba Capitolina y la aparición de los estados germánicos, la tradición romana se mantuvo y se proyectó en el tiempo, impulsada por las élites económicas y culturales provinciales —en el caso de la península Ibérica, de tradición hispanorromana—. Y esto, en el plano económico y social, significaba que la monarquía visigótica, a pesar de su tradición germánica (jerarquía horizontal, propiedad comunal), nunca fue capaz de resolver el problema de las grandes diferencias sociales y económicas de la sociedad hispanorromana.

¿Por qué se convertían al islam?​

A finales del siglo VII (dos/tres décadas antes de Guadalete), la Iglesia católica ya era uno de los tres puntales del poder. Y la principal fuerza patrimonial del reino visigótico. Sus jerarquías (arzobispos, obispos, abades) actuaban como verdaderos "dominas" (grandes latifundistas) y la estructura de la institución contribuía a la solidez del sistema. En este punto, no es difícil entender que los segmentos más humildes de esa sociedad, sobre todo los de las zonas más pobladas y donde más acusadas eran esas diferencias (valles de los ríos Guadalquivir, Segura, Turia y Ebro) experimentaran un tránsito hacia el islam, que, en ese momento, era un sistema confesional más moderno e igualitario.
Ver archivo adjunto 1984844

Un de la religión del amor y un cristiano comparten espacio / Fuente: Library of University of Harvard

...y las oligarquías indígenas?​

La respuesta de las oligarquías indígenas a ese cambio de paradigma sería otra de las causas que explicaría la rápida progresión de la empresa conquistadora árabe. La mayoría de los grandes latifundistas (el poder económico) se avinieron al nuevo escenario que planteaban los invasores. Los árabes siempre fueron conscientes de su inferioridad numérica y promovieron pactos —exclusivamente con las oligarquías— de conversión a la cultura árabe y a la religión islámica a cambio de la conservación del estatus de poder. Y si bien es cierto que las oligarquías del centro y el oeste peninsular presentaron resistencia, también lo es que las del sur y el este peninsular se doblaron sin protestar.

Los Banu-Qasi​

El caso de Tarragona es la excepción que confirma la regla. El arzobispo Próspero difícilmente podría explicar el cambio de la mitra por el turbante, y se exilió en Ravena. Pero en Zaragoza, por ejemplo, los poderosos latifundistas Casios se convirtieron en Banu-Qasi y pasaron a ser la estirpe gobernante de Al-Tahr (la Frontera Superior de al-Ándalus). Los Banu-Qasi promoverían y liderarían un proceso de conversión masiva de la sociedad indígena del valle del Ebro, de tal modo que a mediados de siglo IX (cinco/seis generaciones después de la conquista), la población de Turtuixa (Tortosa) o Lárida (Lleida) —por poner dos ejemplos— era, muy mayoritariamente, árabe y fiel a la religión del amora.
Ver archivo adjunto 1984845

Escena andalusí / Fuente: Junta de Andalucía

El caso de Córdoba​

El nuevo poder se estableció en Córdoba porque ya era una ciudad importante, con una larga tradición urbana que se remontaba a la época romana, y con unas notables infraestructuras defensivas, mejoradas durante la etapa visigótica. Además, jugó en su favor su situación estratégica: era un puerto fluvial muy seguro y muy bien conectado con el mundo árabe (el norte de África y el Mediterráneo oriental). Qúrtuba (el nombre árabe de Córdoba) fue la capital de al-Ándalus, el singular estado arabohispánico que se había creado con esa empresa conquistadora. Primero del emirato dependiente (711-756), después del emirato independiente (756-929) y, finalmente, del califato independiente (929-1031).

Qúrtuba, foco de irradiación y núcleo de atracción​

Y Córdoba sería el paradigma del proceso y de las consecuencias de ese mestizaje. Con el tras*curso del tiempo, sería la gran urbe de la Europa occidental. Un foco de irradiación de las ciencias, de las artes y de las modas. Pero también un núcleo de atracción de culturas y de etnias muy distintas. Inicialmente, las minoritarias pero ricas comunidades cristianas que conservaron su confesión, no se exiliaron al norte peninsular. El éxodo mozárabe a los dominios cristianos peninsulares no se produciría hasta después de la caída del califato (1031), y durante la etapa omeya (735-1031) esas comunidades florecerían en la plenitud urbana andalusí.

Ver archivo adjunto 1984846

Mapa del califato de Córdoba / Fuente: IGN

Los judíos bajo el dominio árabe​

Lo mismo ocurrió con la comunidad judía. La Qúrtuba andalusí fue la "Jerusalén de occidente". La desaparición del estado visigótico implicó la derogación de las leyes persecutorias contra la minoría judía y la comunidad local floreció en las ciencias y en las artes como no lo había hecho nunca. Y además, se vio reforzada en todos los aspectos (demográfico, identitario, cultural) con la inmi gración de otras comunidades judías. Los exilarcas, un grupo elitista formado con la Diáspora judía a Babilonia (siglo VI a.C.), se establecieron en Qúrtuba durante la época califal. Siglos más tarde, la exilarca Yonnati bate Geddaliah (siglo XV) sería la tatarabuela de Fernando el Católico.

Una sociedad singularmente mestiza y diferenciada​

Todas estas particularidades explican una sociedad singularmente mestiza y relativamente tolerante, con unos potentes elementos culturales que se originaban en cada una de las comunidades, que se influían mutuamente y que policromaban ese paisaje social. La Qúrtuba omeya (735-1031) no fue nunca la réplica de la estricta Damasco. Ni por sus calles se respiró nunca la radicalidad espiritual de los cristianos del norte peninsular. Los califas cordobeses de la época omeya serían célebres por su aspecto físico: las fuentes destacan su piel morena, sus ojos claros y su pelo rojizo, producto del mestizaje con concubinas vascas o eslavas.

La destrucción de una fábrica de cultura y de innovación​

Qúrtuba y al-Ándalus no fue la tierra del "jovenlandés infiel", como la dibuja el relato tradicional de la historiografía nacionalista española, sino un sorprendente espacio de encuentro. Y la conquista castellanoleonesa (1236) no fue el "triunfo de la cruz", como proclama la misma historiografía nacionalista española, sino la destrucción de un mundo que se tradujo en pobreza científica y artística. La destrucción del mundo que irradiaba a partir de la Qúrtuba andalusí, la capital de los califas de pelo rojizo, sería una pérdida irreparable. Algo parecido a lo que, para nuestra contemporaneidad, supondría la pérdida de una gran ciudad mestiza, de una fábrica de cultura e innovación.

Si quieres saber más:
Descubre Córdoba en un viaje único con Experiencias El Nacional

Haber si sera porque hacia mas ca...es anda que es dificil de deducir. Anda que?
 
¿Habia jovenlandeses en la peninsula antes del 711? ¿que investigaciones son esas que no cita?
Hasta ahora no hay ninguna prueba documental que diga que en la península hubiese mahometanos antes de la oleada turística árabe, sólo alguna vaga referencia a alguna incursión de piratas poco antes de la conquista.
 
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¿Por qué la conquista árabe fue diez veces más rápida que la romana?​

Los árabes fabricaron una sociedad y una cultura propias y singulares, alejadas de la radicalidad de Damasco y Santiago​

Marc Pons
Foto: Biblioteca Vaticana
Barcelona. Sábado, 20 de julio de 2024. 05:30
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¿Por qué la conquista árabe fue diez veces más rápida que la romana?

Lagunas de la Janda (marismas del río Guadalete, Andalucía atlántica), 19 de julio de 711.

Hace 1.313 años. Los ejércitos de la monarquía hispanovisigótica, comandados por el rey Rodrigo (el Don Rodrigo del relato nacionalista español), y el de la vanguardia árabe en el norte de África, liderado por el general Tariq ibn Ziyad, se enfrentaban en una batalla que cambiaría el curso de la historia. La derrota hispanovisigótica, más que la propia victoria árabe, precipitaría el fin y la desaparición de un sistema en crisis —continuador de la tradición cultural, política y religiosa del Imperio Romano— y su sustitución por un nuevo modelo, aparentemente desconocido y extraño para la sociedad indígena.
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Representación de la batalla del río Guadalete / Fuente: Pinterest

Ni minorización ni sustitución​

Sin embargo, contra lo que se nos ha explicado, esa rápida y efectiva conquista, y la posterior dominación, no se produjeron ni por efecto de la minorización, ni —todavía menos— por el resultado de la sustitución de la base étnica peninsular. Los árabes no fueron nunca más de 50.000 efectivos, que, en el mejor de los casos, representarían un 1% de la población peninsular. Entonces, ¿cómo se explica que con esta evidente limitación numérica completaran su empresa en tan solo doce años (712-724)? ¿Cómo se explica que hubieran tardado la décima parte del tiempo que habían empleado los romanos, dotados de recursos muy superiores, para la misma empresa (217 a.C. – 19 a.C.)?

La penetración del islam antes de la conquista militar árabe​

Uno de los elementos que explica la rápida progresión de la conquista árabe sería la existencia de comunidades islámicas peninsulares que, durante el proceso de ocupación, habrían actuado como "quintacolumnistas" de ese fenómeno. Pero estas comunidades fiel a la religión del amoras (que, hasta la oleada turística árabe, se movían en la clandestinidad) no estaban formadas por elementos forasteros, sino por población indígena. La investigación historiográfica moderna (Universidad de Sevilla, 1995) ha demostrado su existencia desde finales del siglo VII (entre 20 y 30 años antes de Guadalete), como resultado de un proceso de difusión, llevado a cabo por elementos forasteros, y conversión de una parte de la población indígena.

Caldo de cultivo​

La monarquía visigótica hispánica no fue otra cosa que una de las consecuencias de la fragmentación del Imperio Romano de Occidente. Tras la caída de la Loba Capitolina y la aparición de los estados germánicos, la tradición romana se mantuvo y se proyectó en el tiempo, impulsada por las élites económicas y culturales provinciales —en el caso de la península Ibérica, de tradición hispanorromana—. Y esto, en el plano económico y social, significaba que la monarquía visigótica, a pesar de su tradición germánica (jerarquía horizontal, propiedad comunal), nunca fue capaz de resolver el problema de las grandes diferencias sociales y económicas de la sociedad hispanorromana.

¿Por qué se convertían al islam?​

A finales del siglo VII (dos/tres décadas antes de Guadalete), la Iglesia católica ya era uno de los tres puntales del poder. Y la principal fuerza patrimonial del reino visigótico. Sus jerarquías (arzobispos, obispos, abades) actuaban como verdaderos "dominas" (grandes latifundistas) y la estructura de la institución contribuía a la solidez del sistema. En este punto, no es difícil entender que los segmentos más humildes de esa sociedad, sobre todo los de las zonas más pobladas y donde más acusadas eran esas diferencias (valles de los ríos Guadalquivir, Segura, Turia y Ebro) experimentaran un tránsito hacia el islam, que, en ese momento, era un sistema confesional más moderno e igualitario.
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Un de la religión del amor y un cristiano comparten espacio / Fuente: Library of University of Harvard

...y las oligarquías indígenas?​

La respuesta de las oligarquías indígenas a ese cambio de paradigma sería otra de las causas que explicaría la rápida progresión de la empresa conquistadora árabe. La mayoría de los grandes latifundistas (el poder económico) se avinieron al nuevo escenario que planteaban los invasores. Los árabes siempre fueron conscientes de su inferioridad numérica y promovieron pactos —exclusivamente con las oligarquías— de conversión a la cultura árabe y a la religión islámica a cambio de la conservación del estatus de poder. Y si bien es cierto que las oligarquías del centro y el oeste peninsular presentaron resistencia, también lo es que las del sur y el este peninsular se doblaron sin protestar.

Los Banu-Qasi​

El caso de Tarragona es la excepción que confirma la regla. El arzobispo Próspero difícilmente podría explicar el cambio de la mitra por el turbante, y se exilió en Ravena. Pero en Zaragoza, por ejemplo, los poderosos latifundistas Casios se convirtieron en Banu-Qasi y pasaron a ser la estirpe gobernante de Al-Tahr (la Frontera Superior de al-Ándalus). Los Banu-Qasi promoverían y liderarían un proceso de conversión masiva de la sociedad indígena del valle del Ebro, de tal modo que a mediados de siglo IX (cinco/seis generaciones después de la conquista), la población de Turtuixa (Tortosa) o Lárida (Lleida) —por poner dos ejemplos— era, muy mayoritariamente, árabe y fiel a la religión del amora.
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Escena andalusí / Fuente: Junta de Andalucía

El caso de Córdoba​

El nuevo poder se estableció en Córdoba porque ya era una ciudad importante, con una larga tradición urbana que se remontaba a la época romana, y con unas notables infraestructuras defensivas, mejoradas durante la etapa visigótica. Además, jugó en su favor su situación estratégica: era un puerto fluvial muy seguro y muy bien conectado con el mundo árabe (el norte de África y el Mediterráneo oriental). Qúrtuba (el nombre árabe de Córdoba) fue la capital de al-Ándalus, el singular estado arabohispánico que se había creado con esa empresa conquistadora. Primero del emirato dependiente (711-756), después del emirato independiente (756-929) y, finalmente, del califato independiente (929-1031).

Qúrtuba, foco de irradiación y núcleo de atracción​

Y Córdoba sería el paradigma del proceso y de las consecuencias de ese mestizaje. Con el tras*curso del tiempo, sería la gran urbe de la Europa occidental. Un foco de irradiación de las ciencias, de las artes y de las modas. Pero también un núcleo de atracción de culturas y de etnias muy distintas. Inicialmente, las minoritarias pero ricas comunidades cristianas que conservaron su confesión, no se exiliaron al norte peninsular. El éxodo mozárabe a los dominios cristianos peninsulares no se produciría hasta después de la caída del califato (1031), y durante la etapa omeya (735-1031) esas comunidades florecerían en la plenitud urbana andalusí.

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Mapa del califato de Córdoba / Fuente: IGN

Los judíos bajo el dominio árabe​

Lo mismo ocurrió con la comunidad judía. La Qúrtuba andalusí fue la "Jerusalén de occidente". La desaparición del estado visigótico implicó la derogación de las leyes persecutorias contra la minoría judía y la comunidad local floreció en las ciencias y en las artes como no lo había hecho nunca. Y además, se vio reforzada en todos los aspectos (demográfico, identitario, cultural) con la inmi gración de otras comunidades judías. Los exilarcas, un grupo elitista formado con la Diáspora judía a Babilonia (siglo VI a.C.), se establecieron en Qúrtuba durante la época califal. Siglos más tarde, la exilarca Yonnati bate Geddaliah (siglo XV) sería la tatarabuela de Fernando el Católico.

Una sociedad singularmente mestiza y diferenciada​

Todas estas particularidades explican una sociedad singularmente mestiza y relativamente tolerante, con unos potentes elementos culturales que se originaban en cada una de las comunidades, que se influían mutuamente y que policromaban ese paisaje social. La Qúrtuba omeya (735-1031) no fue nunca la réplica de la estricta Damasco. Ni por sus calles se respiró nunca la radicalidad espiritual de los cristianos del norte peninsular. Los califas cordobeses de la época omeya serían célebres por su aspecto físico: las fuentes destacan su piel morena, sus ojos claros y su pelo rojizo, producto del mestizaje con concubinas vascas o eslavas.

La destrucción de una fábrica de cultura y de innovación​

Qúrtuba y al-Ándalus no fue la tierra del "jovenlandés infiel", como la dibuja el relato tradicional de la historiografía nacionalista española, sino un sorprendente espacio de encuentro. Y la conquista castellanoleonesa (1236) no fue el "triunfo de la cruz", como proclama la misma historiografía nacionalista española, sino la destrucción de un mundo que se tradujo en pobreza científica y artística. La destrucción del mundo que irradiaba a partir de la Qúrtuba andalusí, la capital de los califas de pelo rojizo, sería una pérdida irreparable. Algo parecido a lo que, para nuestra contemporaneidad, supondría la pérdida de una gran ciudad mestiza, de una fábrica de cultura e innovación.

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palos solo faltan ovnis y viajes en el tiempo, no jorobes que vergüenza.
 
La conquista árabe fue rápida en todo el mundo. ¿Por qué algunos pretenden pintar ese hecho en España como algo extraordinario? Lo que sí fue extraordinario en España fue el conseguir plantarles cara y echarles.

Ver archivo adjunto 1985840
Los únicos que les plantaron cara y los pararon fueron los romanos de oriente (Constantinopla) en Europa oriental y los francos en Europa occidental (Poitiers).

A los nacionalistas españoles de pulserita y pelayistas se les olvida que Navarra, Aragón y Cataluña (Marcas hispánicas) son una creación Francesa para contener al Califato de Córdoba.

Curiosamente el Califato cordobés también creo sus marcas fronterizas con un gobierno de carácter más militar que civil. al-tagr al-aqsa (Frontera Superior o Marca de Zaragoza), al-tagr al-wasta (Frontera Media o Marca de Toledo) y al-tagr al-garbi (Frontera Occidental) que protegían a Andalucia de los cristianos del norte
 
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