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パシフィック
Tras pasar casi todo 2020 pensándomelo, allá por septiembre me sentí tentado de comprar mis primeras 20 libras en Ethereum a través de la simpática interfaz de Revolut.
Pasaban los días y no ganaba nada. Más bien perdía alguna libra. Pero hice contacto con las criptomonedas y, aún perdiendo dinero, me pareció divertido. Así que fui a por más.
Compré mis primeras 50 libras de Bitcoin y lo mantuve un poco. En algún momento le saqué un par de libras. Ahí me gustó aún más. Seguí un par de meses comprando y vendiendo a modo de juego, hasta que miré mi cuenta bancaria y pensé: "¿qué hace este dinero en mi cuenta, aparte de nada?".
Ahí me senté una tarde en serio a abrirme mi primera cuenta en Kraken. Noviembre de 2020. Metí 1.600€ en varias criptos: Bitcoin, Cardano, Polkadot, Ripple, etc. Y me decidí a controlarlo todo el tiempo para evitar perder mucho dinero y aprender.
En noviembre dejé mi trabajo y decidí irme a vivir a una isla remota, rentarme un departamento barato y tratar de compatibilizar un trabajo a distancia con la inversión en criptos.
En diciembre ya logré que los 1.600€ se convirtiesen en 2.000 (haciendo muchas operaciones sin arriesgar mucho ni esperar demasiado).
Diciembre y enero fueron, por suerte para un principante, los mejores meses para arrancar: en diciembre gané 239.25€ y en enero 838.92€.
Ahí dejé de trabajar completamente por Internet. Decidí centrar todo mi tiempo en las criptomonedas. Sin nada que me sostenga: ni ahorros, ni nadie que me ayude.
En febrero decidí ampliar horizontes, salir más aún de la zona de confort, y adentrarme en Binance. Cerré febrero con 1,139.21€ de ganancias.
Hice operaciones donde gané 800, otras donde perdí 600... Pero nunca me importó. Las peores inversiones (especialmente en Dogecoin: quién me mandó a meter 2.000€ en esa cripto, pura avaricia) las tomé en positivo, como un aprendizaje. Aún con esas pérdidas, cerré marzo con 2,126.73€.
Y así voy, mes a mes. Jamás me interesó el precio de Bitcoin, ni entiendo a quien le preocupa tanto Bitcoin: dedicarse a las monedas pequeñas a tiempo completo es un gran negocio.
Por supuesto, sólo saco dinero en pequeñas cantidades para pagar los gastos básicos. Vida frugal en mitad del océano. Viviendo con lo justo, sin gastar nada en ropa (tampoco hay apenas tiendas donde vivo) ni nada más allá de vivienda y 200€ en comida.
Me propuse vivir con lo justo este año para reinvertir todo lo que gane este año. Logré convertir mis 1.600€ iniciales en varios miles de euros (después de gastos). Cada mes voy aumentando mis ahorros, y mi regla es ingresar siempre el doble de lo que necesito para vivir (1.000€).
Por supuesto: sin cubreboca en la calle, sin nadie que te mire mal, sin repruebo, sin tensión política en el ambiente, sin melodramas hispanos, ni jefes ni burocracia. Mi cuenta bancaria española está vacía y todo mi patrimonio está encriptado. Cuando tengo que pagar algo, lo hago a través de otro banco europeo, así que la Agencia Tributaria no verá jamás un centavo.
Por supuesto, pasé miedo al principio. Asusta la idea de que todo tu sustento dependa de un mercado tan volátil, tan incierto. Es duro vivir muy lejos de familia y amigos. La vida en una isla te ofrece un remanso de paz y grandes paisajes, poder contemplar la luna llena sobre el océano. Pero estar en otro país, con otro idioma y sin saber cuándo veré a mi familia y amigos, es un precio caro.
Es una decisión arriesgada. No todo el mundo está dispuesto a meterse en algo tan dessconocido e inseguro, pero os comparto todo lo que yo aprendí:
Este es mi método, pero hay infinitas formas de invertir y lograr llegar al mismo lugar.
Gracias por leerme.
Pasaban los días y no ganaba nada. Más bien perdía alguna libra. Pero hice contacto con las criptomonedas y, aún perdiendo dinero, me pareció divertido. Así que fui a por más.
Compré mis primeras 50 libras de Bitcoin y lo mantuve un poco. En algún momento le saqué un par de libras. Ahí me gustó aún más. Seguí un par de meses comprando y vendiendo a modo de juego, hasta que miré mi cuenta bancaria y pensé: "¿qué hace este dinero en mi cuenta, aparte de nada?".
Ahí me senté una tarde en serio a abrirme mi primera cuenta en Kraken. Noviembre de 2020. Metí 1.600€ en varias criptos: Bitcoin, Cardano, Polkadot, Ripple, etc. Y me decidí a controlarlo todo el tiempo para evitar perder mucho dinero y aprender.
En noviembre dejé mi trabajo y decidí irme a vivir a una isla remota, rentarme un departamento barato y tratar de compatibilizar un trabajo a distancia con la inversión en criptos.
En diciembre ya logré que los 1.600€ se convirtiesen en 2.000 (haciendo muchas operaciones sin arriesgar mucho ni esperar demasiado).
Diciembre y enero fueron, por suerte para un principante, los mejores meses para arrancar: en diciembre gané 239.25€ y en enero 838.92€.
Ahí dejé de trabajar completamente por Internet. Decidí centrar todo mi tiempo en las criptomonedas. Sin nada que me sostenga: ni ahorros, ni nadie que me ayude.
En febrero decidí ampliar horizontes, salir más aún de la zona de confort, y adentrarme en Binance. Cerré febrero con 1,139.21€ de ganancias.
Hice operaciones donde gané 800, otras donde perdí 600... Pero nunca me importó. Las peores inversiones (especialmente en Dogecoin: quién me mandó a meter 2.000€ en esa cripto, pura avaricia) las tomé en positivo, como un aprendizaje. Aún con esas pérdidas, cerré marzo con 2,126.73€.
Y así voy, mes a mes. Jamás me interesó el precio de Bitcoin, ni entiendo a quien le preocupa tanto Bitcoin: dedicarse a las monedas pequeñas a tiempo completo es un gran negocio.
Por supuesto, sólo saco dinero en pequeñas cantidades para pagar los gastos básicos. Vida frugal en mitad del océano. Viviendo con lo justo, sin gastar nada en ropa (tampoco hay apenas tiendas donde vivo) ni nada más allá de vivienda y 200€ en comida.
Me propuse vivir con lo justo este año para reinvertir todo lo que gane este año. Logré convertir mis 1.600€ iniciales en varios miles de euros (después de gastos). Cada mes voy aumentando mis ahorros, y mi regla es ingresar siempre el doble de lo que necesito para vivir (1.000€).
Por supuesto: sin cubreboca en la calle, sin nadie que te mire mal, sin repruebo, sin tensión política en el ambiente, sin melodramas hispanos, ni jefes ni burocracia. Mi cuenta bancaria española está vacía y todo mi patrimonio está encriptado. Cuando tengo que pagar algo, lo hago a través de otro banco europeo, así que la Agencia Tributaria no verá jamás un centavo.
Por supuesto, pasé miedo al principio. Asusta la idea de que todo tu sustento dependa de un mercado tan volátil, tan incierto. Es duro vivir muy lejos de familia y amigos. La vida en una isla te ofrece un remanso de paz y grandes paisajes, poder contemplar la luna llena sobre el océano. Pero estar en otro país, con otro idioma y sin saber cuándo veré a mi familia y amigos, es un precio caro.
Es una decisión arriesgada. No todo el mundo está dispuesto a meterse en algo tan dessconocido e inseguro, pero os comparto todo lo que yo aprendí:
- Siempre es momento de comprar criptomonedas. Nunca llegas tarde a nada. Cada día hay oportunidades.
- No importa el precio de una moneda. Lo único que importa es si puedes sacarle un 20 o un 50% a tu inversión en un día o una semana.
- Stop loss: lo primero que hay que aprender antes de operar (yo tardé meses en comenzar a usarlo).
- Ábrete un Google Spreadsheets, anota todo lo que compras y usa el plugin Cryptofinance para calcular cuánto invertiste en cada una (ya que Binance no lo dice en euros) y ver cuánto estás ganando ahora. Se actualiza cada hora, así que es suficiente para no pagar la versión de pago.
- Si quieres ir sobre seguro, ve a Cryptorank (Performance), usa el filtro "Platform" y escoge Binance (o la operadora que uses) y mostrará las monedas que estén en tu operadora. Ordena las que más hayan subido las últimas 24 horas y analiza las 10 o 20 que más hayan subido. Meter 100€ en cada una es una apuesta segura, ya que el 70 u 80% de las que compres, generarán beneficios en menos de dos días.
- Evita al máximo comprar cuando el mercado esté cachondo. Estudia las curvas y apuesta cuándo crees que un patrón se puede repetir.
- Evita al máximo vender perdiendo demasiado. Si algo baja mucho, date una vuelta, aléjate de las criptos unos días y sé paciente.
- Bitcoin no es tu objetivo, pero sí es quien rige el mercado. Cuando cae Bitcoin, cae todo. Esos días sé paciente y no vendas nada. Volverá a subir.
- Todo lo que baja, sube. Y todo lo que sube, baja.
- No escuches consejos de nadie. Ni siquiera tomes al pie de la letra mi experiencia. Ignora tutoriales, ahorra tiempo leyendo noticias y predicciones que no van a ninguna parte. Recorre tu propio camino y comete tus propios errores. Es como mejor aprenderás.
- Extra ball: hazte con un buen vino, Martini, Aperol o licor, y un helado caro. Y cigarrillos. Emplea todo esto a ritmo de un buen jazz cada vez que hagas una buena operación. Disfruta el proceso y prémiate.
Este es mi método, pero hay infinitas formas de invertir y lograr llegar al mismo lugar.
Gracias por leerme.
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