Acabo de llegar de un viaje en moto, y al lado de mi portal aparca un coche pequeño mátrícula c - - , o sea, de 20 años. Empiezan a bajarse latinoamericanos deformes con cara de personajes, muy probablemente bolivianos. Ellas obesas y con cuerpos espantosos, ellos similar, frentemonos. Pues bien, enfrente hay unos contenedores de sarama, vidrio, plásticos y cartón. Se bajan y dejan en la acera varias botellas de cristal. Esa ralea ha entrado en avión, vienen de estercoleros da repelúsntes y se permiten eso. Si la ley fuera como es debido, hubiera subido rápidamente a casa a buscar un “convencedor”, y les habría obligado primero a depositar las botellas en la sarama, me da igual si en la general o en el contenedor de vidrio, y segundo, a largarse por me gusta la fruta.
Espero que tus predicciones se cumplan.