Muy buena, de hecho fue siempre el favorito de su progenitora y estuvo bastante enmamado hasta su periplo por Viena. Cuando su progenitora contrajo cáncer de mama, inmediatamente se trasladó con su progenitora y contrató a un médico judío, que trató a su progenitora hasta que murió. Ese médico, que fue posteriormente salvado por el propio Hitler (se le permitió un salvoconducto para huir a EEUU y Hitler siempre mostró un sincero agradecimiento hacia él por los cuidados que le proporcionó a su progenitora) declararía posteriormente que jamás había visto a nadie tan afectado y apesumbrado como el propio Hitler cuando le comunicó la fin de su progenitora.