Cierto porcentaje, pardiez, qué precisión.
Preguntas al azar:
- Ese cierto porcentaje ¿Es de una o de dos dígitos?
- Ese trigo que siempre se ha consumido ¿Es el tradicional o el trigo moderno?
Ah, bueno, si me dice que en la página del doctor McDougall, que vende libros y productos para su dieta, aparecen muchos casos de éxito, entonces seguro que es verdad...
...porque no es nada sospechoso, ni aparece exactamente el mismo tipo de testimonios en cualquier página de vendehumos sacacuartos (que no es que el payo éste lo sea ni no lo sea, pero que esos testimonios lo único que demuestran es que el marketing en dietética es de todo menos original)
¿Qué "pruebas"? ¿Los "testimonios de éxito" publicitarios? ¿Cual es el porcentaje de "éxitos" y cual el de fracasos de los que (oh, sorpresa) no hay ningún testimonio?
El mismo testimonio que enlaza dice cosas como:
- me quité la harina y el azúcar
- trato de evitar alimentos procesados
- Era una seta y pasé a hacer ejercicio todos los días
- come cuando tengas hambre, aunque sea seis y siete veces al día (=control deficiente del apetito y los niveles de glucosa)
- no hay chinos rellenitos: si vivieras en china currando en un arrozal y comiendo lo que el grillo también perderías peso (nos ha jodío).
Al respecto, buscando "chinos rellenitos" encuentro este artículo:
Primero aclarar que China (por poner un ejemplo) está engordando a pasos agigantados, sus tasas de diabetes que hace unos años (2005) estaban muy por debajo de las de EEUU en estos últimos años ya no gozan de tanta ventaja y en 2010 la tasa de obesidad era del 38% y subiendo. El 9.7% del país tiene diabetes, en EEUU es un 11% y estamos hablando en gran medida de la diabetes de tipo 2 asociada a la obesidad, sin contar casos que puedan estar sin diagnosticar.
Enfrentando la realidad que nos aportan los números habría que decir que: TRADICIONALMENTE China “ERA” un país sin grandes tasas de obesidad y/o diabetes. Lo que llama la atención es que no son los pobres los que más engordan, como sucede en EEUU, si no que son los ricos de zona urbanas los que presentan más obesidad. De alguna manera hay que recordar que en China se ha pasado mucha hambre y esa es una poderosa razón para estar delgado, pero con la globalización lo que ahora hay en China son más de 20.000 restaurantes de comida rápida (McDonalds, Pizza Hut y KFC)
Aclarado esto, volvamos al bucólico escenario de antaño, una población de personas que comen una dieta alta en hidratos (en ocasiones más del 70%) y no presentan obesidad. Estas son las teorías que se barajan:
– Falta de azúcar en la dieta: Lo primero que salta a la vista es que en Asia no había un habitual consumo de azúcar refinado, no es habitual ni común la presencia del azucarero en la mesa y tampoco hay gran tradición de postres, ni en todas las comidas se termina con “algo dulce”, esa es una característica cultural que hace unos siglos les daba ventaja sobre los occidentales y que poco a poco han ido perdiendo.
En una dieta con bajo contenido en azúcar (fructosa), no hay resistencia a la insulina y el consumo de hidratos no tienen porqué llevarnos a un síndrome metabólico. Cuanta más carga glucémica tengan los alimentos mayor requerimiento de insulina y mayor es el almacenamiento de grasa (tanto de grasas ingeridas como de hidratos de carbono).
Lo que nos lleva a la segunda razón.
– Alimentos de baja carga glucémica: el arroz que nosotros conocemos como integral tiene una carga glucémica de 11, en el arroz blanco sube a 15, si los comparamos con la famosa harina de trigo refinada con 50 de carga glucémica, tenemos claro que a misma cantidad de arroz y harina o sus derivados, lo que va a requerir más insulina son los derivados refinados del trigo.
Además suelen acompañar el arroz con vegetales ya sean crudos o “al dente” y semillas, con especias que ayudarían a bajar aún más la carga glucémica y con ello la necesidad de insulina. Por no hablar de lo que en Asia se considera “porción” a un cuenco pequeño por persona. Las raciones escasas y comer despacio (en eso ayudan los palillos) son otras características de su cultura tradicional.
– Alimentación anti-inflamatoria: Estas poblaciones tradicionalmente y a pesar de su alto consumo de hidratos tienen una carga calórica relativamente baja, comen poca cantidad y suelen consumir pescados como el salmón, aceites derivados del pescado y mariscos lo que hace que su ratio omega 6: omega 3 esté muy equilibrado y esto también supone menor inflamación celular y una mayor sensibilidad a la insulina.
Todo lo cual nos lleva una vez más, back to square one:
No se trata de demonizar los carbos (ni las protes, ni las grasas).
Se trata de que los hay buenos, malos y mediopensionistas. Igual de malo es apiparse de azúcar y harina de trigo que de grasas tras*.
Peeero, en un entorno en el que la inmensa mayoría de la población lleva AÑOS forzando el páncreas y creando resistencia a la insulina, por fuerza va a funcionar mejor (que no es lo mismo que decir que uno funciona y el otro no) reducir carbos (y tomarlos sólo buenos, claro) que aumentarlos.