Ya se ha explicado cómo los aranceles que perjudicaron a toda España dejaron beneficios en Cataluña; cómo Castilla cargó con los gastos materiales, humanos y de propaganda negativa de la conquista americana pero Cataluña recibió de Felipe V el monopolio comercial de Puerto Rico, Santo Domingo y la isla de Margarita; cómo la búsqueda de beneficios en Cuba que trajo consigo injusticias como el tráfico negrero de la que la historia ha hecho responsable a toda España pero que benefició, sobre todo, a Cataluña; etc.
Sin embargo nadie recuerda otro episodio similar. Los emigrantes españoles que trabajaban en el extranjero enviaban remesas en divisas. Algunos de ellos, los que consiguieron su empleo gracias al Instituto Nacional de Emigración, veían como éste les robaba el 10% de su sueldo como pago, también eran divisas. Naturalmente estas divisas no se repartían de forma justa. Se las repartieron las regiones más industrializadas (cuyos habitantes no emigraban y no las generaron). Sobre todo Cataluña que las utilizó para pedir créditos internacionales para construir, por ejemplo, sus autovías que generaron aún más beneficios allí donde se construyeron.
No acaba aquí la cosa el Estado Español (todos nosotros) garantizaba el tipo de cambio, las empresas explotadoras de las mismas han estado devolviendo dichos créditos en dólares, pero a un tipo de cambio fijo. Tipo que cuando se concertaron esos créditos estaba en torno a las 70 pesetas por dólar. Pero al poco tiempo llegaron las sucesivas crisis del petróleo, la crisis industrial, el hundimiento del franquismo, la crisis política, etc., y el tipo de cambio alcanzó casi las 200 pesetas por dólar. La diferencia entre uno y otro tipo de cambio, es decir entre las 70 pesetas aproximadamente en que se concertaron y, por ejemplo, las 140 pesetas en que se cambiaría el dólar hoy día de existir la divisa española, la ha pagado desde entonces el Estado español a través de unas partidas específicas en los Presupuestos Generales.
La gran mentira del agravio cataln - ABC.es
Todas estas injusticias ya no las recuerda nadie. ¿Cómo hemos dejado que la historia de nuestro país la escriban quienes nos odian?
¡Te felicito!. De esa manera tu economía y/o productividad van a mejorar. ¿O no?
Sin duda. El nuevo estatuto de Cataluña exige que el aumento del PIB (por esta venta por ejemplo) ha de ser compensado por los ladrones que han tenido la desfachatez de dejar su dinero en una fábrica catalana.