En Picanya, había un Tesla "aparcado" en la calle, sacaron todos los coches de la calle, pero el Tesla ni tocarlo, al tío que llevaba el torito le pregunte por el, me contó que ni el, ni el camión lanzadera, ni el torito de la campa le querían tocar ni un pelo a ese coche, supongo que alguno se ha prendido fuego en las labores de desescombro, toda una maravilla esto de los coches eléctricos e híbridos, que también llevan su buena bomba bajo el asiento.