Decepción total con De Prada por este artículo. Parece el hombre referirse a la *******astia como una especie de vicio reprobable pero perdonable. Hombre, no.
Si Dios existe (cosa que dudo), le corresponde a él dirimir cuál es el castigo que merece un *******asta, arrepentido o no. Pero aquí en la Tierra, la labor de los seres humanos que aquí estamos es darles caza y engancharlos de una grúa, y hacer que una bala exacta les vaya de la frente a la nuca. Eso es la definición de la Justicia y la Belleza.
Todo lo que no sea la persecución infatigable y fanática de ese Mal, es complicidad.
¿Qué de bendito puede tener este ******filo de cosa, Juan Manuel? ¿Qué contrición, por sincera que sea, puede redimir a quien comete los más horrendos delitos? Ninguna.
D Juan Manuel, ¿quién es usted realmente?