Todo eso del lujo y los relojes no me parece más que un decorado sobre gente vulgar y corriente con dinero sobrevenido. El único esfuerzo que requiere es ese, tener dinero, ya seas un empresario de éxito, un político ladrón, un mafioso o un vulgar jovenlandés.
La verdadera clase se nota en los modales, la cultura, el porte al andar... Muchos de esos elementos del párrafo anterior se gastarán 10 o 50K en un reloj, que no requiere el mínimo sacrificio, pero no procurarán andar con la espalda recta ni leerán un libro medio decente, ni que decir de unas obras completas. Ese es un esfuerzo que no están dispuestos a hacer. Peor, les aburre. Abrirán la boca y todo les parecerá heavy y brutal. Se expresan como la plebe y la gente más abyecta.
Pura ostentación chabacana que se queda entre gente de su misma cuerda. Ni siquiera las pilinguis que se aman saben distinguir un Rolex de un Jaguar.
Si me siento en una mesa, me impresionará más alguien que ha leído a Ortega o Putnam que un pueblerino con un reloj de miles de euros, en el que segurament eni me fije.