Lo de Rusia es ridículo negarlo, es una realidad que ya en la época era vox populi, de Churchill a Pio Baroja pasando por su frutero todo dios lo sabía, hoy es ya historia, negarlo es más que un ejercicio de cinismo de estupidez, flaco favor se le hace a los judíos negando una cuestión que todos saben cierta……
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Pero dejemos por un momento Rusia y observemos el internacionalismo del Cominter:
La "Internacional Comunista", abreviada como "Comintern", [2] fue concebida por Lenin y Trotsky y fundada oficialmente en su primer congreso de Moscú, en Marzo de 1919. Constituyó una organización revolucionaria mundial, dirigida y financiada por los bolcheviques, creada para competir con la II Internacional Socialista que se había desacreditado a los ojos de los radicales de izquierda por el apoyo de los socialdemócratas al patriotismo nacional y a la democracia parlamentaria "burguesa".
De facto sin embargo, el "Estado Mayor de la Revolución Mundial" ya operaba antes de ser oficialmente constituido. Su célula germinal fue la sección de prensa dirigida por Radek en el ministerio de relaciones exteriores soviético de Rusia conducido por Trotsky. Con los partidos del Comintern, que representaban solo "secciones" del partido mundial bolchevique, la dirigencia soviética se construyó un aparato dócil y financieramente dependiente. Así, el agente del Comintern "Max" – como se hacía llamar Radek aunque Rosa Luxemburg se refería a él despectivamente como "Comisario para el bolchevismo" – dirigió y supervisó la creación en Berlín del Partido Comunista Alemán en diciembre de 1918.
El primer presidente del Comintern fue Zinoviev quien, como hijo burgués de una familia judía, se hizo "proverbial por su elegancia antiproletaria y su inclinación al lujo" [3] pero que, así y todo, encarnó al "prototipo del agitador revolucionario". [4] Como secretaria, nombró a Angelica Balbanoff, procedente de una acomodada familia judía del Sur de Rusia, que había vivido largo tiempo en Italia y que había asistido al congreso de la Internacional Socialista de 1907 en Stuttgart ¡acompañada por su camarada italiano Benito Mussolini!
Angélica Balbanoff, una delicada intelectual, pronto sintió da repelúsncia por el bolchevismo terrorista y, en 1920, fue reemplazada por Radek en la secretaría del Comintern. Volvió luego a Italia, se distanció de la dictadura soviética en sus famosas Memorias e ingresó nuevamente en el Partido Socialista Italiano.
En el II Congreso Mundial del Comintern se resolvió que cada partido comunista debía promover la revolución mundial con "medios legales e ilegales". La operación ilegal de los comunistas incluía la confección de pasaportes falsos, la planificación y la ejecución de asesinatos, así como la instigación y la ejecución de alzamientos armados y revoluciones. Antes de entrar en el detalle de esto, veamos por de pronto la estructura organizativa y personal del Comintern.
En los congresos anuales del Comintern [5] se elegía, como cuerpo directivo más reducido, el Comité Ejecutivo – abreviado como EKKI – al frente del cual se nombraba un presidente. En el año 1921, bajo la presidencia de Zinoviev, ascendido a este cargo por Lenin, el compacto Buró del Ejecutivo se hallaba formado por seis personas. Las mismas fueron: Boris Souvarine, un francés nacido en Kiev; el húngaro Bela Kun; Karl Radek (Soblesohn) oriundo de Galitzia; el italiano Egidio Gennari; el alemán Fritz Heckert y el ruso Nikolai Bukharin. Además del presidente, de todos ellos los primeros tres, es decir la mitad, provenían de familias judías.
El idioma coloquial en los congresos del Comintern fue el alemán. Esto posiblemente se relaciona con el hecho que los comunistas judíos, en la medida en que no provenían de países de habla alemana, dominaban en la mayoría de los casos el yiddish, es decir, una variante del alemán a veces denominada como "****ndeutsch" (alemán judío, o alemán de los judíos). Zinoviev, por ejemplo, hablaba alemán de manera fluida y de Trotsky se dice que lo hablaba con acento yiddish.
De los delegados judíos a los primeros congresos del Comintern, nombremos aquí a los más prominentes, según se desprende de la evaluación de las más relevantes enciclopedias científicas. [6] Debe mencionarse, sin embargo, que, aparte de los representantes elegidos, también hubo delegados designados y que los comunistas fueron sumamente elásticos en su interpretación del principio de representación democrática.
En el Comité Ejecutivo del Comintern de 1928, los comunistas británicos estuvieron representados por David Lipec, nacido en Galitzia y ex-miembro del Bund judío, que figura como "A.J. Bennet" y que también utilizó el seudónimo de "Max Goldfarb". En el congreso del Comintern de 1935 celebrado en Moscú, al Partido Comunista Norteamericano lo representó el hijo del filósofo Robert Eisler [7], Gerhard Eisler, que residía en los Estados Unidos bajo un nombre falso y que más tarde fue el presidente del comité estatal de radiodifusión de Alemania oriental.
En el Moscú de los congresos del Comintern nos encontramos con la élite de los judíos comunistas de la Rusia soviética a los que se agregan los no-rusos que se trasladaron a Rusia y hallaron empleo en el aparato del Comintern. Entre ellos, los más importantes a destacar son: Angelika Balabanoff, Samuel Guralski (Abraham Heifetz), Sergej L Gusew (Yakov Davidovich Drabkin), Leo Kamenev (Rosenfeld), Felix Ko(h)n, Bela Kun, Alexander Losowski (Solomon Dridzo), Arkadi Maslow (Isaak Chemerinsky), Josef Piatnitzki (Ossip Aronovich), Josef Pogány (John Pepper), Karl Radek (Sobelsohn), Moisei Rafes, Jakob (también: James) Reich (Rubinstein), David Riasanow (Goldendach), Lasar A. Schatzkin, Grigori Zinoviev (Radomyslski y también Apfelbaum), Grigori Sokolnikov (Brilliant), Michael A. Trilisser, Leo Trotsky (Bronstein), Josef Unszlicht.
Representando a los diferentes países figuraron en los congresos del Comintern:
Alemania:
Ruth Fischer (hermana de Gerhard Eisler), Leo Flieg, Paul Levi, Eugen Leviné (no pudo llegar a Moscú en 1919 por haber sido arrestado), Arkadi Maslow (Isaak Tchemerinsky), Heinz Neumann, Frieda Rubiner (de soltera Ichak), Arthur Rosenberg, Werner Scholem, August Thalheimer.
Francia:
A. E. Abramowich („A. Albrecht“), George Lévy, Charles Rappoport, Boris Souvarine (Lifschitz).
Gran Bretaña:
Josef Fineberg (Feinberg), D. Petrovsky (también: Max Goldfarb, A. J. Bennett y David Lipec respectivamente), Andrew Rothstein (C. M. Roebuck).
Países Bajos:
David Wijnkoop.
Austria:
Paul Friedländer, Franz Koritschoner.
Polonia:
Felix Ko(h)n, Nathan Szapiro, Josef Unszlicht, Henryk Walecki (Maksymilian Horwitz), Adolf Warski (Warszawski).
Rumania:
Alexandru Dobrogeanu-Gherea, Ana Pauker, Marcel Pauker.
Suiza:
Rosa Grimm-Schlain, Moses Mandel.
Checoslovaquia:
Eugen Fried, Bedrich Gminder, Josef Guttmann.
Hungría:
Gyula (Julius) Alpári, Ernö Gero (Singer), Georg Lukácz, Mátyás Rákosi (Roth, o bien, Rosenkranz), Josef Revai, Jenö (Eugen) Varga.
Estados Unidos:
Israel Ämter, Alexander Bittelmann, Gerhard Eisler, Benjamin Gitlow, Jay Lovestone (Jacob Liebstein), Josef Peters (Alexander Goldberger, o bien, Goldfarb), Alexander Trachtenberg, William Weinstone (Weinstein).
Agentes destacados y la prensa del Comintern
En la dirección del Comintern trabajaron, naturalmente, también los jefes de las organizaciones específicas que lo integraban. Así, Salomon A. Losowski [8] se desempeñó como jefe de la Internacional Sindical roja. A este hijo de un herrero judío sus subordinados del Comintern lo llamaban "con todo respeto y acertadamente: el rebbe" [9] ("el rabino" en yiddish). La Internacional de la Juventud estuvo dirigida por Lasar A. Schatzkin. [10] Este fundador de la federación juvenil soviética "Komsomol" provenía de un acomodado hogar judío. Por lo demás, hallamos también a Clara Zetkin, la presidente del Secretariado Internacional de la Mujer que más tarde fue sepultada junto al muro del Kremlin. Clara Zetkin no era judía [11] pero, como varios otros comunistas "arios", resultó difamada como judía entre otras cosas probablemente también por su fallecido primer esposo judío-ruso.
En materia periodística, el Comintern actuó desde mayo de 1919 a través de su publicación Internacional Comunista, editada conjuntamente por Zinoviev y Radek, así como por medio de su Internationale Pressekonferenz (Conferencia Internacional de Prensa - Inprekorr). Estos órganos fueron sucesores de la publicación Jugend Internationale (Internacional Juvenil) que durante la guerra editaron los zimmerwaldenses. Fue a través de esa página que Radek condenó, el 1 de mayo de 1917, a los "criminales" que habrían tirado la humanidad a un "precipicio". [12] En ella declamó Felix Lewinsohn, en octubre de 1917, en el marco de un informe sobre el movimiento juvenil socialista de Alemania: "¡Viva la revolución alemana! ¡Viva la revolución internacional!" [13]
También Robert Dannenberg [14] escribió para la Jugend Internationale. Hijo de un editor vienés, se convirtió en 1908 en secretario de la Internacional Juvenil Socialista; al año siguiente abandonó la colectividad cultural judía y, a partir de 1919, fue el secretario general de facto del Partido Socialista Austríaco. Charles Rappoport, un judío originario de Lituania y ascendido, después de la guerra, a la cumbre directiva del nuevo Partido Comunista Francés, calificó en esta publicación al nacionalismo francés como "igual de peligroso que el prusiano". [15]
Su compañero de armas Boris Souvarine [16], nacido en Kiev como Boris Lifschitz e igualmente ascendido a la cumbre directiva del PC francés, publicó con ayuda de los dineros del Comintern el Bulletin Communiste. Souvarine, que redactó en 1919 un Eloge des bolsheviks, perteneció al Comité Ejecutivo del Comintern aunque ya en 1924 fue expulsado del Partido Comunista por disidente. Después se hizo uno de los más consecuentes críticos de Stalin llegando al extremo de afirmar que "Hitler . . . copió mucho de Stalin, especialmente en lo referente a los campos de concentración". [17]
La redacción central de la Internationale Pressekonferenz del Comintern, alojada hasta 1932 en Berlín, en el edificio del PC alemán de la Friedrichstraße [18], tuvo una serie de ediciones nacionales. Para la austríaca firmaba como responsable el miembro del PC austríaco Johannes Wertheim. En el año crítico de 1932 el Iprekorr fue suspendido siendo su continuadora la " „Rundschau Nachrichten-Agentur“, (Agencia de Noticias RUNA), también dependiente del Comintern pero con sede en Zurich.
Como principal redactor de la RUNA actuó Theo Pinkus que trabajaba para la sección de prensa del Comintern. [19] Pinkus, quien según su amigo Robert Jungk pudo sobreponerse a su "período de lealtad partidaria estalinista" [20] es celebrado como "judío, comunista y suizo" [21] en el homenaje que se le rindió en 1992.
Pinkus, que provenía de una familia de Breslau, fundó una cooperativa que lleva su nombre y que funcionó en la calle Froschaugasse de Zurich, estableció una librería de anticuario especializada en socialismo y no solo se convirtió en proveedor de esa clase de libros sino incluso en amigo de socialistas famosos como Ernst Bloch, Georg Lukács [22] y Herbert Marcuse. Su relevancia histórica reside en el hecho que, durante la revolución cultural de 1968, puso en contacto la antigua izquierda marxista con la Nueva Izquierda. A través de su librería, así como con el centro de estudios y formación Stiftung Saleciana en Graubünden (Suiza), constituyó un centro de cultura y esparcimiento de gran atractivo.
En todo el mundo, el financiamiento de los partidos comunistas y su prensa se hizo desde Moscú. Los contactos de los bolcheviques en Occidente fueron al principio predominantemente socialistas provenientes de la ****ría de Europa oriental. Así, por ejemplo, en enero de 1919 Lenin invitó a Moscú a Josef Fineberg (Feinberg), que escribía para el Pravda artículos sobre el movimiento obrero británico. Desde el momento que en el congreso fundacional del Kominern, en marzo de 1919, no se hizo presente ninguna delegación oficial británica, Fineberg representó allí al "grupo comunista inglés" en calidad de asesor. [23]
En la constitución del Partido Comunista Británico desempeñó un papel importante Feodor (Theodor) Rothstein [24], descendiente de una familia judío-lituana. Rothstein, nacido en Rusia, había emigrado en 1890 a Inglaterra y estaba en contacto con Lenin. Escribió para el Pravda y distribuía clandestinamente dineros de Moscú a los socialistas británicos. [25] Después de su expulsión, ocurrida en 1920, fue nombrado embajador soviético en Persia. Su hijo, nacido en Inglaterra fue, bajo el nombre de "C. M. Roebuck", uno de los principales miembros del PC británico. En 1923 fue elegido miembro del Comité Central, en 1924 miembro del Politburó, y en 1928 representó al PC británico en el congreso del Comintern de ese año.
Hacia Norteamérica los dineros soviéticos fueron canalizados por el millonario y amigo de Lenin, Armand Hammer, quien provenía de una familia judía de Odessa que había huido de los pogroms. [26] Al igual que el Bulletin Communiste francés, también la publicación suiza Le Phare fue financiada por el Comintern, a través del "Südburo" (Oficina Sur) de Viena.
El jefe de esta oficina era Josef Krasny [27], que había nacido como Josef Rotstadt en Polonia y, como miembro del SDKPiL, había trabado amistad con Rosa Luxemburg, Josef Unszlicht y Felix Dzerzhinski. [28] Después de ser liberado de su destierro siberiano, Krasny partició de la Revolución de Octubre. Luego, se trasladó como emisario del Comintern a Viena en dónde trabajó, además, en agitación y propaganda para los Balcanes contando para todo ello con la colaboración de Gerhard Eisler quien igualmente cooperaba con el Comintern. En los Países Bajos encontramos también a un agente del Comintern proveniente de familia judía. Se llamaba Max Friedmann, operaba bajo el nombre de "Maximov" y dominaba fluidamente varios idiomas. [29]
Como contacto de enlace entre Suiza y Viena aparece Rosa Bloch [30] que en Zurich había pertenecido al grupo cercano a Lenin y que había participado en la III Conferencia Zimmerwaldense celebrada en Estocolmo durante septiembre de 1917. [31] Rosa Bloch redactó un informe sobre el movimiento femenino comunista suizo [32] para el II Congreso Mundial del Comintern y fue denigrada como judía por la prensa derechista de Suiza. [33]
La verdadera cabeza del Inprekorr fue Gyula (Julius) Alpári que había dirigido la oficina de prensa de Bela Kun durante la república soviética húngara y había integrado el Comité Central húngaro. Alpári, proveniente de una familia burguesa judía, se volcó al marxismo siendo todavía estudiante secundario. Después de la caída de la república soviética húngara huyó a Checoslovaquia en donde vivió bajo el nombre de "Marmorstein". En octubre de 1921 se hizo cargo de la jefatura de redacción de la edición alemana del Inprekorr. Fue recibido por Lenin en noviembre de 1922 como miembro del EKKI, perteneció al Comité Central del PC húngaro en el exilio y terminó asesinado en un campo de concentración nacionalsocialista. [35]
Si se analizan los primeros cuatro años de funcionamiento del Inprekorr (1921-1924) desde el punto de vista que aquí interesa, llama la atención que más de la mitad de los colaboradores y corresponsales, empezando por el presidente hasta un colaborador como Israel Amter de Chicago, provenían de familias judías. Amter, nacido en los Estados Unidos en 1881, viajó a Rusia luego del estallido de la revolución y en 1923 representó a los comunistas norteamericanos en el EKKI. Este jefe de los comunistas de Nueva York utilizó también el seudónimo de "John Ford". [36]
Desde París informaban para el Inprekorr, Charles Rappoport y George Lévy; desde Viena Franz Koritschoner, Viktor Stern y Johannes Wertheim; desde la URSS Frieda Rubiner y Kurt Lewien; desde Berlín Heinz Neumann, Arkadi Maslow y Arthur Rosenberg. Sobre cuestiones norteamericanas escribió, bajo el seudónimo de "John Pepper", Jozef Pogány, otrora comisario del pueblo para la defensa en Budapest.
Pogány, que según el Große Jüdische National-Biographie (Gran Biografía Nacional Judía) había sido bautizado cristiano, antes de la revolución había sido redactor en Budapest del socialista Népszava (Palabra del Pueblo). Durante la república soviética húngara dirigió el consejo de soldados de Budapest. Entró al servicio del Comintern en 1921 que lo envió a los Estados Unidos en 1922 en donde se convirtió en el controlador y jefe de facto del PC norteamericano. [37]
Por último, como autor de escritos para el Inprekorr, nos encontramos también con Alexander Abusch. Posteriormente Ministro de Cultura de Alemania oriental, Abusch fue hijo de un comerciante minorista judío de Cracovia y se educó en Nuremberg en un entorno religioso. [38] Entre los autores no-judíos se cuenta Walter Ulbricht que más tarde sería Secretario General del partido socialista de Alemania oriental y presidente de la República Democrática Alemana. En el año 1924 Ulbricht anunció en el Inprekorr que el Partido Comunista Alemán "destrozará" al Partido Socialista de Alemania Federal. [39]
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El aparato secreto del Comintern
Mientras la prensa comunista perteneció al costado legal del partido, su aparato secreto, estrechamente interrelacionado con los servicios secretos soviéticos, representó su lado conspirativo. Un papel clave, como "corazón del Comintern", [40] lo desempeñó su OMS (Otdel Mezdunarodnoi Svjazi = Departamento de Relaciones Internacionales). Su director fue Josef Piatnitzki, [41] hijo del carpintero Ossip Aronovich, que había vivido antes de la guerra en Alemania bajo el seudónimo de "Freitag".
Piatnitzki venía de organizar la distribución clandestina del Iskra (La Chispa) de Lenin. Como tesorero y jefe de personal dirigió más tarde la red de agentes del Comintern en muchos países, manteniendo a los partidos comunistas atados al "andador" financiero de Moscú. [42] Piatnitzki fue simultáneamente el contacto de enlace con el jefe del servicio exterior de la Cheka, Michael Trilisser, y con el servicio secreto interno de la Unión Soviética. El principal punto de apoyo del Comintern fuera de la Rusia soviética lo constituyó el "Buró de Europa Occidental" (WES), clandestinamente instalado en la embajada soviética de Berlín. Su primera autoridad fue, en el otoño de 1919, Mieczyslaw Bronski, procedente del SDKPiL, quien había conocido a Lenin siendo representante polaco en Zimmerwald y sería luego, en 1921, embajador soviético en Viena. De facto sin embargo, no fue él sino Karl Radek el primer director del WES. Simultáneamente Radek asumió las funciones de encargado del Comintern para Alemania donde, como es sabido, se trabajaba para lograr la apertura de una brecha hacia la revolución mundial.
El WES mantuvo al principio una sucursal en Amsterdam. Su presidente fue el hijo de rabino David Wijnkoop, [43] un cofundador del PC de los Países Bajos. Wijnkoop estuvo en contacto con Lenin desde 1915 y representó a los comunistas de los Países Bajos en el II Congreso del Comintern de 1920. Fracasó, sin embargo, en su intento de crear un "Comintern occidental", es decir: en librar a los comunistas europeos de la hegemónica influencia de Moscú. [44]
Según Viktor Serge, Radek, junto con Lenin, Trotsky y Bukharin constituían "el cerebro de la revolución". Con todo, quizás la observación de Isaac Deutscher fue más certera cuando observó que Radek construyó "pasajaes subterráneos como un topo". [45] Su sucesor en el OMS fue, a fines de 1921, por de pronto Jakob Mirow-Abramov, [46] un judío ruso que había estudiado en Alemania antes de la guerra y cuya cobertura diplomática era la de tercer secretario de la embajada soviética. Después de su regreso a Moscú, Mirow-Abramov ascendió y se convirtió en la mano derecha del jefe del Comintern Dmitri Manuilski.
El sucesor de Mirow-Abramov en Berlín fue el legendario "camarada Thomas" quien, nacido en Galitzia con el nombre de Jakob ("James") Reich, también utilizó el apellido Rubistein. [47] Este "hombre de la clandestinidad total" había estudiado en Suiza y editado en Berna el Russischen Nachrichten (Noticias Rusas) en 1918. Como estrecho hombre de confianza de Trotsky, preparó el congreso fundacional del Comintern y perteneció al Comité Ejecutivo del mismo.
La extraordinaria posición de poder del "camarada Thomas" se debió a que, en su condición de persona de confianza de Radek, Zinoviev y Bukharin, distribuyó varios cientos de millones de Reichsmark para el Comintern entre 1919 y 1925. Los partidos comunistas de Europa central y occidental dependieron completamente del misterioso "rellenito" cuyas gestiones financieras fueron siempre nebulosas por lo que constantemente tuvo que enfrentar discusiones y recriminaciones sobre malversación de fondos.
Para sus contactos con Rusia, el "camarada Thomas" tuvo dos aviones fletados a su disposición. Para la revuelta alemana de marzo de 1921 le entregó tan solo a Bela Kun y a Karl Radek dos millones de Reichsmark a cada uno cuando esos dos emisarios del Comintern arribaron a Alemania provenientes de Rusia. Para el fracasado "Octubre Alemán" se dice que habría puesto a disposición 50 millones. Por la época de la exclusión de los revolucionarios radicales de izquierda hacia 1925, este misterioso camarada se desvinculó de la tarea del Comintern y se retiró de la política por completo. Sobrevivió a la guerra en Nueva York.
El sucesor de este personaje en la conducción del WES fue Walter Krivistky, que venía del servicio secreto del Ejército Rojo y que había nacido como Samuel Ginsburg. En sus Memorias Krivistky recuerda que "las lamentaciones cantadas por mi sufriente pueblo" que se mezclaban con "las nuevas canciones de libertad" lo habían impulsado a hacerse socialista. [48]
En ocasión de la "limpieza" de Stalin, Krivitsky recibió de éste la misión de apiolar a la mujer de su también judío amigo "Ludwig" – esto es: Ignaz Reiss – lo cual lo llevó a romper con el sistema soviético. Ignaz Reiss, nacido en Rusia, era el jefe del GPU, el servicio secreto soviético, para Europa occidental. En septiembre de 1937 agentes del GPU liquidaron en Suiza a Reiss, que operaba bajo el seudónimo de "Eberhardt", porque éste había dirigido a Stalin una carta provocadora en la que condenaba las limpiezas en Rusia calificándolas de "horrible locura". [49]
Krivitsky, en su rendición de cuentas publicada bajo el título de Ich war im Dienst Stalins (Yo estuve al servicio de Stalin) en Amsterdam, en 1940, afirma que, debido a la "limpieza" (Chistka en la jerga rusa) la Unión Soviética se convirtió en "un enorme manicomio". A lo cual agrega con amargura: "No causa gracia que amigos y camaradas de toda una larga vida desaparezcan de la noche a la mañana". [50] Esta valiente crítica la pagó Krivitsky con la vida. A principios de 1941 fue asesinado en un hotel de Washington por traidor, obviamente por agentes soviéticos.
Entre los agentes más importantes del Comintern, o bien de los servicios de informaciones soviéticos, podemos citar brevemente además a Leopold Trepper, el grand chef de la "Rote Kapelle" (Orquesta Roja) dirigida desde Bruselas y en la que los agentes judíos desempeñaron un papel relevante. [51] También merece ser mencionado Henri Robinson, llamado camarada Harry. Este judío nacido en Frankfurt había sido miembro del Partido Comunista Alemán y de la Internacional Juvenil Comunista. Comenzó estando a las órdenes de Mirow-Abramov en Berlín y después dependió directamente de Piatnitzki en Moscú. En Francia organizó una gran red de espías con 1200 integrantes. [52]
Mientras el camarada Harry dirigía en Francia las actividades clandestinas del servicio secreto soviético y Roger Solomon Ginsburger, hijo de un rabino, manejaba la oficina del OMS en París bajo el nombre de "Pierre Villon", [53] el camarada Clément oficiaba de controlador del Comintern en las actividades del PC francés. [54] Clément había nacido en Eslovaquia, el año 1900, como Eugen Fried. El tesorero del PC francés, y por consiguiente su enlace con el OMS, fue el legendario y misterioso camarada "Jean Jérôme" quien había venido al mundo como Michel Feintuch, en 1906, en Galitzia. [55]
El supervisor del Comintern en el PC británico fue D. Petrovsky (Max Goldfarb), [56] procedente del Bund judío y editor, antes de la guerra, del Daily Forward en Nueva York. Actuó también bajo el nombre de "A. J. Bennet" y estuvo casado con la comunista británica Rose Cohen. Ambos cayeron víctimas de las limpiezas de Stalin.
En el PC alemán, el hombre de confianza del Comintern fue Isaak Chemerinsky, nacido en 1891 como hijo de padres ****o-rusos, que adoptó el nombre de Arkadi Maslow y estudió en la Universidad de Berlín. Este segundo compañero de Ruth Fischer (de soltera Eisler) fue designado miembro tanto del Comité Central como del Politburó del PC alemán. Después de que ambos pasaron a integrar el Comité Ejecutivo del Comintern en 1924, la pareja envió informes secretos desde Berlín a Radek y Zinoviev en Moscú, sin el conocimiento de la central de su propio partido, con lo que dejaron en claro sus lealtades principales. [58]
Es obvio que los revolucionarios judíos que acabamos de presentar no pueden ser concebidos como agentes a sueldo y menos todavía como agentes de un judaísmo que, como unidad política operativa, ni siquiera existió tal como lo afirman los teóricos antisemitas de la conspiración judía. Más bien lo cierto es que los convencidos soldados de la revolución mundial habían dejado atrás al judaísmo "reaccionario". Al igual que Karl Radek, creían que "la lucha final revolucionaria" conduciría "a la tierra prometida del socialismo". [59] Robert Jungk relata el notable hecho que Paul Friedländer – el ex-esposo de Ruth Fischer que escribía para el Inprekorr – consignó su profesión como "revolucionario mundial". Esta denominación profesional habría sido para él algo tan "natural" como la de "distribuidor de productos textiles". [60]
Entre los agentes soviéticos especialmente exitosos cabe mencionar, sin duda alguna, a Arnold Deutsch ("Otto"), hijo de un comerciante judío de Viena. Colaboró con el peculiar movimiento Sex-Pol de Wilhelm Reich, se integró más tarde al servicio secreto soviético y llegó a ser el oficial de contacto del diplomático británico Kim Philby que llegó a ser famoso por su actividad como agente soviético. Philby había residido en Viena durante 1933/34. Allí se casó con Litzi Kohlmann que provenía de una familia judía polaca y fue quien lo introdujo en el mundo de la clandestinidad comunista. [61]
Al aparato secreto del Partido Comunista norteamericano (CPUSA) lo dirigió, desde 1930 hasta 1938, Josef Peters que provenía de una familia obrera judía, había participado en la república soviética húngara y adoptado, al igual que otros agentes del Comintern, diversos seudónimos. [62] Cabe destacar también a la directora del círculo de agentes en Washington, Hede Massing. Esta nieta de un rabino estuvo casada en primeras nupcias con Gerhard Eisler, agente del Comintern en los EE.UU. Entre otras cosas, fue quien caracterizó a Mirow-Abramov, su jefe en el OMS, como "astuto y culto judío del Este". [63]
Junto con ella hay que mencionar todavía a Jacob Golos y a Shnil Kogan. El judío ucraniano Jacob Golos, bajo el alias de "Timmy", armó una gran red de agentes en los Estados Unidos. [64] Fue el oficial de contacto de Elizabeth Bentley quien, como graduada del exclusivo Vassar College, disponía de excelentes contactos sociales. Shnil Kogan, también nacido en Ucrania, asistió a la escuela del Comintern desde 1929 hasta 1931 y emigró a Canadá. Bajo el nombre de "Sam Carr" llegó a ser el segundo hombre del PC canadiense y su secretario de organización. Luego de descubrirse su condición de agente soviético, un tribunal lo condenó a seis años de prisión. [65]
Como hecho comprobado se puede concluir aquí que, en toda una serie de países, los partidos comunistas y el aparato clandestino del Comintern estuvieron esencialmente marcados por la influencia de "asimilados gente de izquierdas" procedentes de la ****ría de Europa oriental. Las ex-comunistas Annie Kriegel y Stephane Courtois, en su libro sobre Eugen Fried – el "gran secreto" del Partido Comunista francés – constataron que "los funcionarios itinerantes del Comintern fueron judíos, casi sin excepción". [66] Dado que la historiadora Annie Kriegel se integró como joven judía al PC francés a la edad de 16 años, su constatación acerca de la participación de un "ala extremista del mundo judío en la trágica aventura del comunismo del Siglo XX" [67] adquiere un peso especial.
Por lo demás, esta participación del comunismo se refleja también en que, dentro de toda una serie de partidos comunistas nacionales, siempre hubo secciones o comunidades de trabajo judías. Tal es el caso de la Rusia soviética (hasta 1930), Polonia, Checoslovaquia, Austria, Francia (hasta 1937) e incluso en los Estados Unidos.
El hecho incuestionable que la ****ría de Europa central y oriental tuvo una orientación claramente mayoritaria en un sentido liberal-burgués o socialdemócrata, demuestra que los comunistas judíos representaron una minoría dentro del judaísmo y por ello de ninguna manera deben ser equiparados a los judíos en general. Es obvio que la gran mayoría de los judíos democráticos – al igual que, naturalmente, los judíos religiosos – fueron decididos enemigos de un sistema soviético opuesto a la religión, a la propiedad y a la libertad. Un activo luchador contra el bolchevismo fue, por ejemplo, el agente británico Sidney Reilly. Nacido en 1874, en Polonia, como Sigmund Rosenblum, dominaba varios idiomas y organizó en agosto de 1918 el fracasado golpe antibolchevique conocido luego como la Conspiración Lockhard. [68]
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Pero dejemos por un momento Rusia y observemos el internacionalismo del Cominter:
La "Internacional Comunista", abreviada como "Comintern", [2] fue concebida por Lenin y Trotsky y fundada oficialmente en su primer congreso de Moscú, en Marzo de 1919. Constituyó una organización revolucionaria mundial, dirigida y financiada por los bolcheviques, creada para competir con la II Internacional Socialista que se había desacreditado a los ojos de los radicales de izquierda por el apoyo de los socialdemócratas al patriotismo nacional y a la democracia parlamentaria "burguesa".
De facto sin embargo, el "Estado Mayor de la Revolución Mundial" ya operaba antes de ser oficialmente constituido. Su célula germinal fue la sección de prensa dirigida por Radek en el ministerio de relaciones exteriores soviético de Rusia conducido por Trotsky. Con los partidos del Comintern, que representaban solo "secciones" del partido mundial bolchevique, la dirigencia soviética se construyó un aparato dócil y financieramente dependiente. Así, el agente del Comintern "Max" – como se hacía llamar Radek aunque Rosa Luxemburg se refería a él despectivamente como "Comisario para el bolchevismo" – dirigió y supervisó la creación en Berlín del Partido Comunista Alemán en diciembre de 1918.
El primer presidente del Comintern fue Zinoviev quien, como hijo burgués de una familia judía, se hizo "proverbial por su elegancia antiproletaria y su inclinación al lujo" [3] pero que, así y todo, encarnó al "prototipo del agitador revolucionario". [4] Como secretaria, nombró a Angelica Balbanoff, procedente de una acomodada familia judía del Sur de Rusia, que había vivido largo tiempo en Italia y que había asistido al congreso de la Internacional Socialista de 1907 en Stuttgart ¡acompañada por su camarada italiano Benito Mussolini!
Angélica Balbanoff, una delicada intelectual, pronto sintió da repelúsncia por el bolchevismo terrorista y, en 1920, fue reemplazada por Radek en la secretaría del Comintern. Volvió luego a Italia, se distanció de la dictadura soviética en sus famosas Memorias e ingresó nuevamente en el Partido Socialista Italiano.
En el II Congreso Mundial del Comintern se resolvió que cada partido comunista debía promover la revolución mundial con "medios legales e ilegales". La operación ilegal de los comunistas incluía la confección de pasaportes falsos, la planificación y la ejecución de asesinatos, así como la instigación y la ejecución de alzamientos armados y revoluciones. Antes de entrar en el detalle de esto, veamos por de pronto la estructura organizativa y personal del Comintern.
En los congresos anuales del Comintern [5] se elegía, como cuerpo directivo más reducido, el Comité Ejecutivo – abreviado como EKKI – al frente del cual se nombraba un presidente. En el año 1921, bajo la presidencia de Zinoviev, ascendido a este cargo por Lenin, el compacto Buró del Ejecutivo se hallaba formado por seis personas. Las mismas fueron: Boris Souvarine, un francés nacido en Kiev; el húngaro Bela Kun; Karl Radek (Soblesohn) oriundo de Galitzia; el italiano Egidio Gennari; el alemán Fritz Heckert y el ruso Nikolai Bukharin. Además del presidente, de todos ellos los primeros tres, es decir la mitad, provenían de familias judías.
El idioma coloquial en los congresos del Comintern fue el alemán. Esto posiblemente se relaciona con el hecho que los comunistas judíos, en la medida en que no provenían de países de habla alemana, dominaban en la mayoría de los casos el yiddish, es decir, una variante del alemán a veces denominada como "****ndeutsch" (alemán judío, o alemán de los judíos). Zinoviev, por ejemplo, hablaba alemán de manera fluida y de Trotsky se dice que lo hablaba con acento yiddish.
De los delegados judíos a los primeros congresos del Comintern, nombremos aquí a los más prominentes, según se desprende de la evaluación de las más relevantes enciclopedias científicas. [6] Debe mencionarse, sin embargo, que, aparte de los representantes elegidos, también hubo delegados designados y que los comunistas fueron sumamente elásticos en su interpretación del principio de representación democrática.
En el Comité Ejecutivo del Comintern de 1928, los comunistas británicos estuvieron representados por David Lipec, nacido en Galitzia y ex-miembro del Bund judío, que figura como "A.J. Bennet" y que también utilizó el seudónimo de "Max Goldfarb". En el congreso del Comintern de 1935 celebrado en Moscú, al Partido Comunista Norteamericano lo representó el hijo del filósofo Robert Eisler [7], Gerhard Eisler, que residía en los Estados Unidos bajo un nombre falso y que más tarde fue el presidente del comité estatal de radiodifusión de Alemania oriental.
En el Moscú de los congresos del Comintern nos encontramos con la élite de los judíos comunistas de la Rusia soviética a los que se agregan los no-rusos que se trasladaron a Rusia y hallaron empleo en el aparato del Comintern. Entre ellos, los más importantes a destacar son: Angelika Balabanoff, Samuel Guralski (Abraham Heifetz), Sergej L Gusew (Yakov Davidovich Drabkin), Leo Kamenev (Rosenfeld), Felix Ko(h)n, Bela Kun, Alexander Losowski (Solomon Dridzo), Arkadi Maslow (Isaak Chemerinsky), Josef Piatnitzki (Ossip Aronovich), Josef Pogány (John Pepper), Karl Radek (Sobelsohn), Moisei Rafes, Jakob (también: James) Reich (Rubinstein), David Riasanow (Goldendach), Lasar A. Schatzkin, Grigori Zinoviev (Radomyslski y también Apfelbaum), Grigori Sokolnikov (Brilliant), Michael A. Trilisser, Leo Trotsky (Bronstein), Josef Unszlicht.
Representando a los diferentes países figuraron en los congresos del Comintern:
Alemania:
Ruth Fischer (hermana de Gerhard Eisler), Leo Flieg, Paul Levi, Eugen Leviné (no pudo llegar a Moscú en 1919 por haber sido arrestado), Arkadi Maslow (Isaak Tchemerinsky), Heinz Neumann, Frieda Rubiner (de soltera Ichak), Arthur Rosenberg, Werner Scholem, August Thalheimer.
Francia:
A. E. Abramowich („A. Albrecht“), George Lévy, Charles Rappoport, Boris Souvarine (Lifschitz).
Gran Bretaña:
Josef Fineberg (Feinberg), D. Petrovsky (también: Max Goldfarb, A. J. Bennett y David Lipec respectivamente), Andrew Rothstein (C. M. Roebuck).
Países Bajos:
David Wijnkoop.
Austria:
Paul Friedländer, Franz Koritschoner.
Polonia:
Felix Ko(h)n, Nathan Szapiro, Josef Unszlicht, Henryk Walecki (Maksymilian Horwitz), Adolf Warski (Warszawski).
Rumania:
Alexandru Dobrogeanu-Gherea, Ana Pauker, Marcel Pauker.
Suiza:
Rosa Grimm-Schlain, Moses Mandel.
Checoslovaquia:
Eugen Fried, Bedrich Gminder, Josef Guttmann.
Hungría:
Gyula (Julius) Alpári, Ernö Gero (Singer), Georg Lukácz, Mátyás Rákosi (Roth, o bien, Rosenkranz), Josef Revai, Jenö (Eugen) Varga.
Estados Unidos:
Israel Ämter, Alexander Bittelmann, Gerhard Eisler, Benjamin Gitlow, Jay Lovestone (Jacob Liebstein), Josef Peters (Alexander Goldberger, o bien, Goldfarb), Alexander Trachtenberg, William Weinstone (Weinstein).
Agentes destacados y la prensa del Comintern
En la dirección del Comintern trabajaron, naturalmente, también los jefes de las organizaciones específicas que lo integraban. Así, Salomon A. Losowski [8] se desempeñó como jefe de la Internacional Sindical roja. A este hijo de un herrero judío sus subordinados del Comintern lo llamaban "con todo respeto y acertadamente: el rebbe" [9] ("el rabino" en yiddish). La Internacional de la Juventud estuvo dirigida por Lasar A. Schatzkin. [10] Este fundador de la federación juvenil soviética "Komsomol" provenía de un acomodado hogar judío. Por lo demás, hallamos también a Clara Zetkin, la presidente del Secretariado Internacional de la Mujer que más tarde fue sepultada junto al muro del Kremlin. Clara Zetkin no era judía [11] pero, como varios otros comunistas "arios", resultó difamada como judía entre otras cosas probablemente también por su fallecido primer esposo judío-ruso.
En materia periodística, el Comintern actuó desde mayo de 1919 a través de su publicación Internacional Comunista, editada conjuntamente por Zinoviev y Radek, así como por medio de su Internationale Pressekonferenz (Conferencia Internacional de Prensa - Inprekorr). Estos órganos fueron sucesores de la publicación Jugend Internationale (Internacional Juvenil) que durante la guerra editaron los zimmerwaldenses. Fue a través de esa página que Radek condenó, el 1 de mayo de 1917, a los "criminales" que habrían tirado la humanidad a un "precipicio". [12] En ella declamó Felix Lewinsohn, en octubre de 1917, en el marco de un informe sobre el movimiento juvenil socialista de Alemania: "¡Viva la revolución alemana! ¡Viva la revolución internacional!" [13]
También Robert Dannenberg [14] escribió para la Jugend Internationale. Hijo de un editor vienés, se convirtió en 1908 en secretario de la Internacional Juvenil Socialista; al año siguiente abandonó la colectividad cultural judía y, a partir de 1919, fue el secretario general de facto del Partido Socialista Austríaco. Charles Rappoport, un judío originario de Lituania y ascendido, después de la guerra, a la cumbre directiva del nuevo Partido Comunista Francés, calificó en esta publicación al nacionalismo francés como "igual de peligroso que el prusiano". [15]
Su compañero de armas Boris Souvarine [16], nacido en Kiev como Boris Lifschitz e igualmente ascendido a la cumbre directiva del PC francés, publicó con ayuda de los dineros del Comintern el Bulletin Communiste. Souvarine, que redactó en 1919 un Eloge des bolsheviks, perteneció al Comité Ejecutivo del Comintern aunque ya en 1924 fue expulsado del Partido Comunista por disidente. Después se hizo uno de los más consecuentes críticos de Stalin llegando al extremo de afirmar que "Hitler . . . copió mucho de Stalin, especialmente en lo referente a los campos de concentración". [17]
La redacción central de la Internationale Pressekonferenz del Comintern, alojada hasta 1932 en Berlín, en el edificio del PC alemán de la Friedrichstraße [18], tuvo una serie de ediciones nacionales. Para la austríaca firmaba como responsable el miembro del PC austríaco Johannes Wertheim. En el año crítico de 1932 el Iprekorr fue suspendido siendo su continuadora la " „Rundschau Nachrichten-Agentur“, (Agencia de Noticias RUNA), también dependiente del Comintern pero con sede en Zurich.
Como principal redactor de la RUNA actuó Theo Pinkus que trabajaba para la sección de prensa del Comintern. [19] Pinkus, quien según su amigo Robert Jungk pudo sobreponerse a su "período de lealtad partidaria estalinista" [20] es celebrado como "judío, comunista y suizo" [21] en el homenaje que se le rindió en 1992.
Pinkus, que provenía de una familia de Breslau, fundó una cooperativa que lleva su nombre y que funcionó en la calle Froschaugasse de Zurich, estableció una librería de anticuario especializada en socialismo y no solo se convirtió en proveedor de esa clase de libros sino incluso en amigo de socialistas famosos como Ernst Bloch, Georg Lukács [22] y Herbert Marcuse. Su relevancia histórica reside en el hecho que, durante la revolución cultural de 1968, puso en contacto la antigua izquierda marxista con la Nueva Izquierda. A través de su librería, así como con el centro de estudios y formación Stiftung Saleciana en Graubünden (Suiza), constituyó un centro de cultura y esparcimiento de gran atractivo.
En todo el mundo, el financiamiento de los partidos comunistas y su prensa se hizo desde Moscú. Los contactos de los bolcheviques en Occidente fueron al principio predominantemente socialistas provenientes de la ****ría de Europa oriental. Así, por ejemplo, en enero de 1919 Lenin invitó a Moscú a Josef Fineberg (Feinberg), que escribía para el Pravda artículos sobre el movimiento obrero británico. Desde el momento que en el congreso fundacional del Kominern, en marzo de 1919, no se hizo presente ninguna delegación oficial británica, Fineberg representó allí al "grupo comunista inglés" en calidad de asesor. [23]
En la constitución del Partido Comunista Británico desempeñó un papel importante Feodor (Theodor) Rothstein [24], descendiente de una familia judío-lituana. Rothstein, nacido en Rusia, había emigrado en 1890 a Inglaterra y estaba en contacto con Lenin. Escribió para el Pravda y distribuía clandestinamente dineros de Moscú a los socialistas británicos. [25] Después de su expulsión, ocurrida en 1920, fue nombrado embajador soviético en Persia. Su hijo, nacido en Inglaterra fue, bajo el nombre de "C. M. Roebuck", uno de los principales miembros del PC británico. En 1923 fue elegido miembro del Comité Central, en 1924 miembro del Politburó, y en 1928 representó al PC británico en el congreso del Comintern de ese año.
Hacia Norteamérica los dineros soviéticos fueron canalizados por el millonario y amigo de Lenin, Armand Hammer, quien provenía de una familia judía de Odessa que había huido de los pogroms. [26] Al igual que el Bulletin Communiste francés, también la publicación suiza Le Phare fue financiada por el Comintern, a través del "Südburo" (Oficina Sur) de Viena.
El jefe de esta oficina era Josef Krasny [27], que había nacido como Josef Rotstadt en Polonia y, como miembro del SDKPiL, había trabado amistad con Rosa Luxemburg, Josef Unszlicht y Felix Dzerzhinski. [28] Después de ser liberado de su destierro siberiano, Krasny partició de la Revolución de Octubre. Luego, se trasladó como emisario del Comintern a Viena en dónde trabajó, además, en agitación y propaganda para los Balcanes contando para todo ello con la colaboración de Gerhard Eisler quien igualmente cooperaba con el Comintern. En los Países Bajos encontramos también a un agente del Comintern proveniente de familia judía. Se llamaba Max Friedmann, operaba bajo el nombre de "Maximov" y dominaba fluidamente varios idiomas. [29]
Como contacto de enlace entre Suiza y Viena aparece Rosa Bloch [30] que en Zurich había pertenecido al grupo cercano a Lenin y que había participado en la III Conferencia Zimmerwaldense celebrada en Estocolmo durante septiembre de 1917. [31] Rosa Bloch redactó un informe sobre el movimiento femenino comunista suizo [32] para el II Congreso Mundial del Comintern y fue denigrada como judía por la prensa derechista de Suiza. [33]
La verdadera cabeza del Inprekorr fue Gyula (Julius) Alpári que había dirigido la oficina de prensa de Bela Kun durante la república soviética húngara y había integrado el Comité Central húngaro. Alpári, proveniente de una familia burguesa judía, se volcó al marxismo siendo todavía estudiante secundario. Después de la caída de la república soviética húngara huyó a Checoslovaquia en donde vivió bajo el nombre de "Marmorstein". En octubre de 1921 se hizo cargo de la jefatura de redacción de la edición alemana del Inprekorr. Fue recibido por Lenin en noviembre de 1922 como miembro del EKKI, perteneció al Comité Central del PC húngaro en el exilio y terminó asesinado en un campo de concentración nacionalsocialista. [35]
Si se analizan los primeros cuatro años de funcionamiento del Inprekorr (1921-1924) desde el punto de vista que aquí interesa, llama la atención que más de la mitad de los colaboradores y corresponsales, empezando por el presidente hasta un colaborador como Israel Amter de Chicago, provenían de familias judías. Amter, nacido en los Estados Unidos en 1881, viajó a Rusia luego del estallido de la revolución y en 1923 representó a los comunistas norteamericanos en el EKKI. Este jefe de los comunistas de Nueva York utilizó también el seudónimo de "John Ford". [36]
Desde París informaban para el Inprekorr, Charles Rappoport y George Lévy; desde Viena Franz Koritschoner, Viktor Stern y Johannes Wertheim; desde la URSS Frieda Rubiner y Kurt Lewien; desde Berlín Heinz Neumann, Arkadi Maslow y Arthur Rosenberg. Sobre cuestiones norteamericanas escribió, bajo el seudónimo de "John Pepper", Jozef Pogány, otrora comisario del pueblo para la defensa en Budapest.
Pogány, que según el Große Jüdische National-Biographie (Gran Biografía Nacional Judía) había sido bautizado cristiano, antes de la revolución había sido redactor en Budapest del socialista Népszava (Palabra del Pueblo). Durante la república soviética húngara dirigió el consejo de soldados de Budapest. Entró al servicio del Comintern en 1921 que lo envió a los Estados Unidos en 1922 en donde se convirtió en el controlador y jefe de facto del PC norteamericano. [37]
Por último, como autor de escritos para el Inprekorr, nos encontramos también con Alexander Abusch. Posteriormente Ministro de Cultura de Alemania oriental, Abusch fue hijo de un comerciante minorista judío de Cracovia y se educó en Nuremberg en un entorno religioso. [38] Entre los autores no-judíos se cuenta Walter Ulbricht que más tarde sería Secretario General del partido socialista de Alemania oriental y presidente de la República Democrática Alemana. En el año 1924 Ulbricht anunció en el Inprekorr que el Partido Comunista Alemán "destrozará" al Partido Socialista de Alemania Federal. [39]
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El aparato secreto del Comintern
Mientras la prensa comunista perteneció al costado legal del partido, su aparato secreto, estrechamente interrelacionado con los servicios secretos soviéticos, representó su lado conspirativo. Un papel clave, como "corazón del Comintern", [40] lo desempeñó su OMS (Otdel Mezdunarodnoi Svjazi = Departamento de Relaciones Internacionales). Su director fue Josef Piatnitzki, [41] hijo del carpintero Ossip Aronovich, que había vivido antes de la guerra en Alemania bajo el seudónimo de "Freitag".
Piatnitzki venía de organizar la distribución clandestina del Iskra (La Chispa) de Lenin. Como tesorero y jefe de personal dirigió más tarde la red de agentes del Comintern en muchos países, manteniendo a los partidos comunistas atados al "andador" financiero de Moscú. [42] Piatnitzki fue simultáneamente el contacto de enlace con el jefe del servicio exterior de la Cheka, Michael Trilisser, y con el servicio secreto interno de la Unión Soviética. El principal punto de apoyo del Comintern fuera de la Rusia soviética lo constituyó el "Buró de Europa Occidental" (WES), clandestinamente instalado en la embajada soviética de Berlín. Su primera autoridad fue, en el otoño de 1919, Mieczyslaw Bronski, procedente del SDKPiL, quien había conocido a Lenin siendo representante polaco en Zimmerwald y sería luego, en 1921, embajador soviético en Viena. De facto sin embargo, no fue él sino Karl Radek el primer director del WES. Simultáneamente Radek asumió las funciones de encargado del Comintern para Alemania donde, como es sabido, se trabajaba para lograr la apertura de una brecha hacia la revolución mundial.
El WES mantuvo al principio una sucursal en Amsterdam. Su presidente fue el hijo de rabino David Wijnkoop, [43] un cofundador del PC de los Países Bajos. Wijnkoop estuvo en contacto con Lenin desde 1915 y representó a los comunistas de los Países Bajos en el II Congreso del Comintern de 1920. Fracasó, sin embargo, en su intento de crear un "Comintern occidental", es decir: en librar a los comunistas europeos de la hegemónica influencia de Moscú. [44]
Según Viktor Serge, Radek, junto con Lenin, Trotsky y Bukharin constituían "el cerebro de la revolución". Con todo, quizás la observación de Isaac Deutscher fue más certera cuando observó que Radek construyó "pasajaes subterráneos como un topo". [45] Su sucesor en el OMS fue, a fines de 1921, por de pronto Jakob Mirow-Abramov, [46] un judío ruso que había estudiado en Alemania antes de la guerra y cuya cobertura diplomática era la de tercer secretario de la embajada soviética. Después de su regreso a Moscú, Mirow-Abramov ascendió y se convirtió en la mano derecha del jefe del Comintern Dmitri Manuilski.
El sucesor de Mirow-Abramov en Berlín fue el legendario "camarada Thomas" quien, nacido en Galitzia con el nombre de Jakob ("James") Reich, también utilizó el apellido Rubistein. [47] Este "hombre de la clandestinidad total" había estudiado en Suiza y editado en Berna el Russischen Nachrichten (Noticias Rusas) en 1918. Como estrecho hombre de confianza de Trotsky, preparó el congreso fundacional del Comintern y perteneció al Comité Ejecutivo del mismo.
La extraordinaria posición de poder del "camarada Thomas" se debió a que, en su condición de persona de confianza de Radek, Zinoviev y Bukharin, distribuyó varios cientos de millones de Reichsmark para el Comintern entre 1919 y 1925. Los partidos comunistas de Europa central y occidental dependieron completamente del misterioso "rellenito" cuyas gestiones financieras fueron siempre nebulosas por lo que constantemente tuvo que enfrentar discusiones y recriminaciones sobre malversación de fondos.
Para sus contactos con Rusia, el "camarada Thomas" tuvo dos aviones fletados a su disposición. Para la revuelta alemana de marzo de 1921 le entregó tan solo a Bela Kun y a Karl Radek dos millones de Reichsmark a cada uno cuando esos dos emisarios del Comintern arribaron a Alemania provenientes de Rusia. Para el fracasado "Octubre Alemán" se dice que habría puesto a disposición 50 millones. Por la época de la exclusión de los revolucionarios radicales de izquierda hacia 1925, este misterioso camarada se desvinculó de la tarea del Comintern y se retiró de la política por completo. Sobrevivió a la guerra en Nueva York.
El sucesor de este personaje en la conducción del WES fue Walter Krivistky, que venía del servicio secreto del Ejército Rojo y que había nacido como Samuel Ginsburg. En sus Memorias Krivistky recuerda que "las lamentaciones cantadas por mi sufriente pueblo" que se mezclaban con "las nuevas canciones de libertad" lo habían impulsado a hacerse socialista. [48]
En ocasión de la "limpieza" de Stalin, Krivitsky recibió de éste la misión de apiolar a la mujer de su también judío amigo "Ludwig" – esto es: Ignaz Reiss – lo cual lo llevó a romper con el sistema soviético. Ignaz Reiss, nacido en Rusia, era el jefe del GPU, el servicio secreto soviético, para Europa occidental. En septiembre de 1937 agentes del GPU liquidaron en Suiza a Reiss, que operaba bajo el seudónimo de "Eberhardt", porque éste había dirigido a Stalin una carta provocadora en la que condenaba las limpiezas en Rusia calificándolas de "horrible locura". [49]
Krivitsky, en su rendición de cuentas publicada bajo el título de Ich war im Dienst Stalins (Yo estuve al servicio de Stalin) en Amsterdam, en 1940, afirma que, debido a la "limpieza" (Chistka en la jerga rusa) la Unión Soviética se convirtió en "un enorme manicomio". A lo cual agrega con amargura: "No causa gracia que amigos y camaradas de toda una larga vida desaparezcan de la noche a la mañana". [50] Esta valiente crítica la pagó Krivitsky con la vida. A principios de 1941 fue asesinado en un hotel de Washington por traidor, obviamente por agentes soviéticos.
Entre los agentes más importantes del Comintern, o bien de los servicios de informaciones soviéticos, podemos citar brevemente además a Leopold Trepper, el grand chef de la "Rote Kapelle" (Orquesta Roja) dirigida desde Bruselas y en la que los agentes judíos desempeñaron un papel relevante. [51] También merece ser mencionado Henri Robinson, llamado camarada Harry. Este judío nacido en Frankfurt había sido miembro del Partido Comunista Alemán y de la Internacional Juvenil Comunista. Comenzó estando a las órdenes de Mirow-Abramov en Berlín y después dependió directamente de Piatnitzki en Moscú. En Francia organizó una gran red de espías con 1200 integrantes. [52]
Mientras el camarada Harry dirigía en Francia las actividades clandestinas del servicio secreto soviético y Roger Solomon Ginsburger, hijo de un rabino, manejaba la oficina del OMS en París bajo el nombre de "Pierre Villon", [53] el camarada Clément oficiaba de controlador del Comintern en las actividades del PC francés. [54] Clément había nacido en Eslovaquia, el año 1900, como Eugen Fried. El tesorero del PC francés, y por consiguiente su enlace con el OMS, fue el legendario y misterioso camarada "Jean Jérôme" quien había venido al mundo como Michel Feintuch, en 1906, en Galitzia. [55]
El supervisor del Comintern en el PC británico fue D. Petrovsky (Max Goldfarb), [56] procedente del Bund judío y editor, antes de la guerra, del Daily Forward en Nueva York. Actuó también bajo el nombre de "A. J. Bennet" y estuvo casado con la comunista británica Rose Cohen. Ambos cayeron víctimas de las limpiezas de Stalin.
En el PC alemán, el hombre de confianza del Comintern fue Isaak Chemerinsky, nacido en 1891 como hijo de padres ****o-rusos, que adoptó el nombre de Arkadi Maslow y estudió en la Universidad de Berlín. Este segundo compañero de Ruth Fischer (de soltera Eisler) fue designado miembro tanto del Comité Central como del Politburó del PC alemán. Después de que ambos pasaron a integrar el Comité Ejecutivo del Comintern en 1924, la pareja envió informes secretos desde Berlín a Radek y Zinoviev en Moscú, sin el conocimiento de la central de su propio partido, con lo que dejaron en claro sus lealtades principales. [58]
Es obvio que los revolucionarios judíos que acabamos de presentar no pueden ser concebidos como agentes a sueldo y menos todavía como agentes de un judaísmo que, como unidad política operativa, ni siquiera existió tal como lo afirman los teóricos antisemitas de la conspiración judía. Más bien lo cierto es que los convencidos soldados de la revolución mundial habían dejado atrás al judaísmo "reaccionario". Al igual que Karl Radek, creían que "la lucha final revolucionaria" conduciría "a la tierra prometida del socialismo". [59] Robert Jungk relata el notable hecho que Paul Friedländer – el ex-esposo de Ruth Fischer que escribía para el Inprekorr – consignó su profesión como "revolucionario mundial". Esta denominación profesional habría sido para él algo tan "natural" como la de "distribuidor de productos textiles". [60]
Entre los agentes soviéticos especialmente exitosos cabe mencionar, sin duda alguna, a Arnold Deutsch ("Otto"), hijo de un comerciante judío de Viena. Colaboró con el peculiar movimiento Sex-Pol de Wilhelm Reich, se integró más tarde al servicio secreto soviético y llegó a ser el oficial de contacto del diplomático británico Kim Philby que llegó a ser famoso por su actividad como agente soviético. Philby había residido en Viena durante 1933/34. Allí se casó con Litzi Kohlmann que provenía de una familia judía polaca y fue quien lo introdujo en el mundo de la clandestinidad comunista. [61]
Al aparato secreto del Partido Comunista norteamericano (CPUSA) lo dirigió, desde 1930 hasta 1938, Josef Peters que provenía de una familia obrera judía, había participado en la república soviética húngara y adoptado, al igual que otros agentes del Comintern, diversos seudónimos. [62] Cabe destacar también a la directora del círculo de agentes en Washington, Hede Massing. Esta nieta de un rabino estuvo casada en primeras nupcias con Gerhard Eisler, agente del Comintern en los EE.UU. Entre otras cosas, fue quien caracterizó a Mirow-Abramov, su jefe en el OMS, como "astuto y culto judío del Este". [63]
Junto con ella hay que mencionar todavía a Jacob Golos y a Shnil Kogan. El judío ucraniano Jacob Golos, bajo el alias de "Timmy", armó una gran red de agentes en los Estados Unidos. [64] Fue el oficial de contacto de Elizabeth Bentley quien, como graduada del exclusivo Vassar College, disponía de excelentes contactos sociales. Shnil Kogan, también nacido en Ucrania, asistió a la escuela del Comintern desde 1929 hasta 1931 y emigró a Canadá. Bajo el nombre de "Sam Carr" llegó a ser el segundo hombre del PC canadiense y su secretario de organización. Luego de descubrirse su condición de agente soviético, un tribunal lo condenó a seis años de prisión. [65]
Como hecho comprobado se puede concluir aquí que, en toda una serie de países, los partidos comunistas y el aparato clandestino del Comintern estuvieron esencialmente marcados por la influencia de "asimilados gente de izquierdas" procedentes de la ****ría de Europa oriental. Las ex-comunistas Annie Kriegel y Stephane Courtois, en su libro sobre Eugen Fried – el "gran secreto" del Partido Comunista francés – constataron que "los funcionarios itinerantes del Comintern fueron judíos, casi sin excepción". [66] Dado que la historiadora Annie Kriegel se integró como joven judía al PC francés a la edad de 16 años, su constatación acerca de la participación de un "ala extremista del mundo judío en la trágica aventura del comunismo del Siglo XX" [67] adquiere un peso especial.
Por lo demás, esta participación del comunismo se refleja también en que, dentro de toda una serie de partidos comunistas nacionales, siempre hubo secciones o comunidades de trabajo judías. Tal es el caso de la Rusia soviética (hasta 1930), Polonia, Checoslovaquia, Austria, Francia (hasta 1937) e incluso en los Estados Unidos.
El hecho incuestionable que la ****ría de Europa central y oriental tuvo una orientación claramente mayoritaria en un sentido liberal-burgués o socialdemócrata, demuestra que los comunistas judíos representaron una minoría dentro del judaísmo y por ello de ninguna manera deben ser equiparados a los judíos en general. Es obvio que la gran mayoría de los judíos democráticos – al igual que, naturalmente, los judíos religiosos – fueron decididos enemigos de un sistema soviético opuesto a la religión, a la propiedad y a la libertad. Un activo luchador contra el bolchevismo fue, por ejemplo, el agente británico Sidney Reilly. Nacido en 1874, en Polonia, como Sigmund Rosenblum, dominaba varios idiomas y organizó en agosto de 1918 el fracasado golpe antibolchevique conocido luego como la Conspiración Lockhard. [68]