Si bien soy un gran ahorrador (sin llegar a los extremos del Dómine Cabra, que era archipobre y protomiseria y la criatura más tacaña llamada "el hambre viva"), por experiencia vital he observado que hay una serie de alimentos que deberían ser tabú para un buen lonchafinista, ya que implican un doble mal:
1. Por un lado, cuestan dinero. Son vampiros del bolsillo.
2. Por otro lado, dan cagalera...
Todos los foreros y foreras me imagino que alguna vez en su vida habrán ingerido algún tipo de alimento, que tras su masticación y ser tragados, y llegada al estómago, instantáneamente han producido un sonido tipo "glorlglorlglorlglorllllllllll" seguido de una violentísima "arrea" (cagalera) que debe ser satisfecha en el acto. Se siguen sudores frios, retortijones, bajada de tensión, y una peristalsis y dilatación del esfinter expeliendo lo que se suele llamar "gotelé", "hacer un picasso" o medicamente "hecinas". También se siguen de expresiones como: "ay Dios mio! ay Dios mio! mientras no se da bajao el pantalón.
Son un tipo de alimentos y bebidas prohibidos para los lonchafinistas ya que "no tocan el cuerpo": salen de la misma forma que entraron y es que al no tocar el cuerpo, NO SE PUEDE EXTRAER DE ELLOS NI UNO SÓLO de sus nutrientes y milagrosas propiedades; así se tira el dinero y el alimento directamente al excusado.
Propondo elaborar una lista para estar prevenidos en estos tiempos en que no se puede tirar nada...
Puedo empezar dicha lista, por ejemplo, con:
-Quesos fundidos industriales.
-Empanadillas congeladas.
-Zumo de uva, manzana y maracuyá.
Gracias Amigos, y al loro!! o