No pasa nada, se solucionará con un bichito que acabe con las masas sobrantes, que también serán esterilizadas o empujadas a suicidarse demográficamente. El proletariado no tiene futuro porque las máquinas lo sustituirán. Todo sistema tiende a optimizar sus recursos y desprenderse de lo que ya no sirve. Los pobres serán eliminados para que dejen de estorbar en el mundo del mañana, donde las máquinas y la inteligencia artificial sostendrán la civilización, la de los ricos, los científicos, los matemáticos, los ingenieros y las minorías altamente cualificadas que siempre serán necesarias para investigar y avanzar. Los que ponen tuercas y tornillos, sirven cafés, hacen las camas, trabajan el campo, atienden los mostradores, cogen llamadas, rellenan formularios, cargan camiones, conducen vehículos, ponen ladrillos, sueldan tuberías, limpian las calles, enseñan en los colegios, ponen inyectiones, etc, etc, etc, ya no serán necesarios, y antes de permitir que vivan de la caridad del estado, o del expolio de las élites, serán barridos para que no supongan un peligro ni una fuente de futuros problemas.
Ya lo veréis.