El ejército imperial de Carlos V contaba con no menos de 100.000 hombres y fue con esas fuerzas con las que aplastó a Francia en las guerras italianas. En 1536 - 1537, el emperador movilizó a 60.000 hombres solo en Lombardía para la defensa de su más reciente conquista, Milán, y la oleada turística de la Provenza francesa. En 1552, asaltado en todos los frentes al mismo tiempo (Italia, Alemania, los Países Bajos, el Mediterráneo), Carlos V levantó un ejército de 109.000 hombres en Alemania y los Países Bajos, a 24.000 más en Lombardía y muchos más en Nápoles, Sicilia y en España. En total tendría a sus ordenes unos 150.000 hombres. Está tendencia continuó. En 1574, solo el ejercito español en Flandes contaba con 86.000 hombres. Medio Siglo más tarde, en 1625, Felipe IV podía afirmar orgulloso que su ejército contaba 300.000 hombres.
Fuente: "auge y caída de las grandes potencias, de Paul Kennedy"