laVerdadEstaAhíAfuera
Madmaxista
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Es 12 de octubre de 1492
Tras más de dos meses en alta mar un grupo de hombres agotados se pasa la manos por los ojos para confirmar que están despiertos...no creen lo que están viendo.
El conocimiento acumulado hasta entonces desafiado. Un océano cruzado y una apuesta a vida o fin contra lo desconocido. Unos días antes una tripulación española al mando del genovés Cristobal Colón y los españoles hermanos Pinzón, se amotinaba contra su almirante solicitándole volver atrás, al punto de partida, el Reino de Castilla en la Península Ibérica. El navegante italiano jugó con sus hombres haciéndoles ver que debían creer más que nunca. El primer hombre en avistar la costa se llevaría una gran suma de dinero.
Primero vegetación flotante. Luego aves. Insectos y finalmente lo increible.
Hoy, hace 524 años que un marinero en puesto de vigía, cambiaba la Historia para siempre, sin saberlo y sin pretenderlo.
Rodrigo de Triana sacaba de sus pulmones angustiosamente una palabra que sonaba a y era victoria; Tierra.
1492 (Columbus sighting land) - YouTube
La celebración del 12 de Octubre se vino en llamar Día de la Raza, sin relación con temas raciales en realidad sino con la condición de casta y dinastía, y finalmente Día de la Hispanidad, un término más conciliador que busca hermanar otra vez a parientes en desacuerdo desde hace dos siglos. Los gobiernos españoles y americanos han ido quitando el significado real a este día. En España se llama "Fiesta nacional" y en algunos países de América el ridículo "Día de la resistencia indígena". Es momento de desechar la Leyenda de color implantada en ambos continentes y recuperar este día como una fiesta que haga justicia almomento que conmemora.
Cuando estaba vivo nadie se atrevió a toserle
La Leyenda de color. Si no sabes lo que es ahora lo sabrás y si crees conocerlo, ahora sabrás más. Un compendio de ataques sin base real por parte de los enemigos de España, entre los que no faltaron españoles. De la España que fue que pisaba cuatro continentes, y de la España que es porque su legado continúa. Podríamos decir que esto es triste. Y es muy triste porque los pueblos que olvidan su misma esencia jamás podrán prosperar ni ser realmente libres. También vamo a decir que la queja es el recurso de los débiles y España no fue débil; el buen hacer se defiende sólo así que toca hablar de los logros, el heroismo, el trabajo duro y el sacrificio que hay tras cada obra importante que permanezca en el tiempo.
Estas pocas líneas que siguen no son una investigación, ni una tesis ni una ponencia sobre las falsedades de la Leyenda de color. Ya son perfectamente conocidas. Ríos de tinta hay escritos sobre este asunto. Mucho realizado por autores de prestigio como Augusto Zamora, Wayne, Sábato o Borges, que se suelen quedar en el ámbito académico y no llegan a las casas de la gente común. A los descendientes que hicieron posible aquello. Para ellos impera la versión oficial. La fácil, la sencilla y la autoflagelante. La masoquista, la débil. La falsa.
Los héroes de antes no se merecen eso. Los españoles y americanos tampoco. Son sus antepasados a los que se debe conocer. Y por conocerles, honrarles. Extremeños conquistadores, vascos navegantes, indios que ayudaron a derrotar con sus flechas al servicio del rey que no conocían a los ingleses en el Río de la Plata o el sitio de Cartagena de Indias. Jamás se dieron por vencidos hasta que un día de 1898 el milagro tocó a su fin y los parientes quedaban separados para siempre por un océano de agua, ignorancia y desconocimiento. Honor y temor cubrieron sus nombres.
De ellos vienes y si en algo te pareces y eres hombre, a ellos irás.
Otros tiempos
Hablamos de tiempos duros, de vidas cortas, pobres y rodeadas de peligros por todas partes. Es muy fácil sentirse superior con el estómago lleno y conexión ADSL. Habría que pensar en cómo sería nuestra vida con los estándares del siglo XVI ¿en serio dudaríamos tanto de la religión si tuviéramos a la fin y a la enfermedad rondando en la esquina más próxima? ¿Seríamos tan tolerantes y pacíficos con todo el mundo a pesar de estar pobres? Hemos de reflexionar antes de juzgar. No es que todo el mundo fuera malvado y gustase de oprimir al prójimo. Para una persona de aquellos tiempos, ya fuera un humilde campesino o un alto noble, la concepción del mundo era muy distinta de la nuestra. Y eso tanto en Europa, como en Asia o en América.
Cualquier persona normal es capaz de hacer el ejercicio empático de saber que a cada época sus costumbres y precisamente por ser esa época lo que hizo España resalta aún hoy. Si eres un héroe de Internet, un guerrero del teclado, un templario de las redes sociales y un memo progresteronizado, joróbate y sigue leyendo. El resto que lo disfruten.
Un descubrimiento intencionado
España era la potencia indiscutida e indiscutible del Renacimiento. Habiendo expulsado a los últimos reyes árabes de Iberia, el 1 de Enero de 1492 la Reconquista tocaba a su fin. Granada tomada. Las campañas italianas que presagiaban nuevas glorias. Y la progresiva conquista de las Islas Canarias. Todo ello preparó el ambiente navegante, pionero y explorador Los reyes de Castilla y Aragón tenían sus pies sobre Italia, África y España.
El último sultán de Al Andalus se rinde ante Sus Católicas Majestades
Se dice habitualmente que el descubrimiento español de América se trató de un acontecimiento puramente fortuito o casual. Como si usted se encuentra mañana 500 euros en la calle ¡he aquí un descubrimiento de América!
El hecho de que el descubrimiento se produjera en aquella determinada fecha y hora se trató de una coincidencia. Antes de eso décadas llevaban nuestros marinos tratando de hallar un método para enlazar con las Indias Orientales (la actual Indochina) tras la caída de Constantinopla en 1453 porque bajo el Turco se cerró la vía mediterránea a los navegantes europeos. La expedición de Colón de 1492 iba encaminada a ese objetivo.
Este trascendental hecho, indudablemente escrito en lengua castellana, tuvo sin embargo un protagonista de origen aún desconocido: Cristóbal Colón, el almirante y nombre al cual se le atribuye la hazaña en su totalidad. Pese a que se acepta casi universalmente que era de origen genovés, no existen en realidad pruebas concluyentes al respecto, por lo que podríamos pensar que tal afirmación, aún a sabiendas de que no se puede probar, está deliberadamente extendida para mellar el mérito español en el descubrimiento de América. De todas formas, su verdadero origen no tiene en realidad la más mínima importancia. Colón comandaba una flota que había sido patrocinada con dineros provenientes de la Península, donde la práctica totalidad de los marinos eran españoles, con tecnología y medios españoles y en la cual todo se hizo en nombre de la Reina Isabel. La bandera que se plantó en tierra aquél 12 de Octubre era la de la corona de Castilla.
Exploradores españoles
Vasco Núñez de Balboa toma posesión del nuevo océano
La realidad histórica dictamina que los nombres que protagonizaron la mayor parte los descubrimientos de la Tierra eran españoles. Hollywood nos bombardea con Cook, Robinson Crusoe o los “Piratas del Caribe” y vivimos pensando en estos personajes como los arquetipos del explorador que conoce nuevas tierras jamás holladas por otros hombres. Por lo tanto, se piensa en Inglaterra cuando se habla de descubrimientos geográficos, de aventuras, de personajes valientes que desafían lo desconocido. Ahora echa un vistazo a este enlace donde hay mapa con la lista detallada de los mismos. En cada tierra hallada, se encuentra la bandera de la nación del explorador que la descubrió. Banderas españolas –sin dejar de lado a las portuguesas- que eclipsan a todas las demás, incluida Union Jack
Los españoles no sólo fueron los primeros europeos en pisar las nuevas tierras del continente americano (entre la que se incluyen casi todas las islas del Caribe, el Cono Sur y la de derechasda pacífica) sino que también realizaron descubrimientos geográficos en otras latitudes. Entre otros: Las malvinas, Las Filipinas, Nueva Zelanda,Hawaii, multitud de islas del Pacífico Sur (Islas Cook, Tahití, las Marinas, Las Marshall, etc…) e incluso ¡La Antártida!3 Por todos es conocido el intrépido viaje que el inglés Cook realizó por el enorme Océano Pacífico; desde dos siglos antes de aquel viaje, los españoles lo habían recorrido cientos de veces e incluso habían establecido una ruta comercial en el mismo: El Galeón de Manila. Tanto era así, que hasta los mismos ingleses apodaban a este océano como “El Lago español”.
Sangre, fin, caníbales y atraso tecnológico y jovenlandesal
La América anterior a 1492 es un relato totalmente manipulado por la propaganda enemiga. Anglófilos por un lado e indigenistas por el otro han construido en pinza una falsa historia; sin duda con el ánimo de justificar sus agendas políticas aunque sea a costa de la verdad y de generar cantidades ingentes de repruebo entre hermanos hispánicos.Ellos nos venden la América Precolombina como un territorio que era como el paraíso de Adán y Eva. Un vergel de riqueza y opulencia, pobladas por gentes tolerantes y pacíficas, que sólo vivían en paz y armonía con los inocentes americanos cogidos de la mano y saltando de felicidad; cuando de repente les llegó la gran noche en forma de malvados conquistadores españoles comeniños y nazis. Según este relato, pareciera que los europeos –y concretamente los españoles, claro- parecemos tener la patente de las invasiones, las guerras y de todos los males del mundo. Sólo un pobre engañado o un manipulador con intereses turbios puede llegar a defender tal cantidad de embustes torticeros sin sonrojarse.
Sangre para los dioses
La América Precolombina era un mundo tanto o más duro y cruel como era la Europa de su tiempo. Atrasados tanto en tecnología, como en derecho, como en filosofía, como en casi todas las ramas del conocimiento y del saber, en las cuales las genialidades astronómicas mayas no dejan de ser una gota de agua en el océano.
Los dos pueblos que mayor esplendor alcanzaron en Las Américas fundaron grandes imperios que, al arribo de los españoles, se encontraban en su pleno apogeo. Tenían un gran dominio de la agricultura intensiva, técnicas de regadío, de las tras*acciones comerciales y de la arquitectura religiosa. No cabe duda de que sus grandes dotes organizativas y sus mejores habilidades lograron eclipsar a otros pueblos de la zona, hasta el punto de someter a cientos de ellos. Pero lejos de ser pacíficos ventiladores de la cultura y la civilización, aztecas e incas se dedicaron a la conquista de enormes poblaciones. Practicaron el genocidio, la opresión y arrasaron tierras enteras. Eran pues imperios y por tanto, imperialistas y opresores hasta el fin, tanto o más que sus contrapartes de Europa.
Los aztecas o Mexica eran un pueblo agresivo y dominante. Y lejos de constituir un pueblo libre e independiente, eran la clase alta de un imperio que oprimía a cientos de nacionalidades muy diferentes entre sí. Entre dominadores y dominados existían odios inmensos, que saldrían a la luz con el arribo de Cortés. Los aztecas fueron auténticos especialistas en sacrificios humanos. Y no se trató de una mera anécdota puntual, sino de un ritual casi cotidiano en sus vidas. Los investigadores nos ofrecen cifras que estremecen, de decenas de miles al año de jóvenes sacrificados cada año para mayor gloria de sus dioses. Una orgía de sangre infantil que sólo se detuvo con la conquista española. Eran pues, un imperio rico y bien gobernado, sin duda. Pero tiránico y cruel, también. De ser de otro modo ¿Cómo es que entonces los pueblos sometidos se levantaron en masa contra el Mexica cuando llegaron los españoles? ¿Cómo es que los tres siglos de dominación colonial tuvieron tan escasa oposición a pesar de la escasa fuerza de los españoles?
Los incas fueron otro pueblo dominador y opresor. Su gob ierno se extendió por el actual Perú, Bolivia y partes de Argentina y Chile. Por descontado, este proceso de expansión fue de todo menos pacífico. “Inca” era el título del soberano del imperio, y él daba su nombre a su tribu y por extensión, a todo el imperio que la tribu había construido. Jefe absoluto, poseía poderes ilimitados, legislaba, era el sumo sacerdote y generalísimo de los ejércitos. Como heredero del Sol, su persona era sagrada y ante él se debía estar descalzo en señal de total sumisión. Aunque no a la escala colosal de los aztecas, los incas también realizaron sacrificios humanos con cierta frecuencia. Por ejemplo, si ocurría una catástrofe natural (erupción de un volcán, sequía, etc…) se hacía dentro de las ofrendas divinas un sacrificio humano. . El sacrificio consistía generalmente en un certero golpe en la cabeza, previa sedación con hierbas de la zona, para evitar el sufrimiento de la víctima.
Podríamos seguir durante centenares de páginas en este punto. Podríamos hablar de lo extendido de la antropofagia en Mesoamérica o de los cientos de pueblos esclavizados por otros. No lo haremos. No es necesario Las falsedades e infundios de la “Historia Rosa” de los precolombinos carecen del más mínimo rigor y mueven involuntariamente a la risa
Voluntad de conquista
Españoles y sus aliados tlaxcaltecas marchan contra el Imperio Azteca
Cuando hablamos de la conquista de América, estamos hablando de una época en la que imperaba una mentalidad guerrera y evangelizadora. “El derecho de conquista” era aceptado de manera unánime por los más diversos motivos. En el caso de territorios ajenos a la civilización europea siempre se justificaba con la conversión al cristianismo de los conquistados. Lo hicieron caballeros alemanes en los territorios bálticos (de manera sangrienta y cruel, por cierto) los daneses en Groenlandia o los rusos en Crimea y Siberia. Por entonces no había ONG´S que denunciaran a gobiernos de turno ni facultades de humanidades que pusieran el grito en el cielo contra el imperialismo –de hecho, los intelectuales acostumbraban a hacer apología de tales hechos- Nadie lo veía con malos ojos.
Los abducidos por la propaganda antiespañola equiparan la conquista de América con la oleada turística nancy de la URSS, con los Reyes Católicos dirigiendo las operaciones desde una sala oscura de palacio como Hitler en la cancillería de Berlín. Para desmentir tal infundio no hace falta siquiera bucear en fuentes históricas, sino aplicar el puro sentido común. La inmensidad del conjunto de los territorios descubiertos, los cuales tardaron aún siglos en revelar su auténtica extensión, hubieran hecho imposible cualquier intento de organizar una empresa de oleada turística a gran escala. Aquella empresa se realizó con barquitos de madera y un puñado de hombres que navegaban en terra e mar incognita y daban forma a lo desconocido. Hacia la gloria. Acero y músculo. Mística y espíritu
Resumen: en unos 30 años, una minucia en términos históricos, unos pocos miles de hombres logran someter casi toda América bajo la soberanía de la monarquía hispánica. Aquellos hombres habían viajado en barcos pequeños impulsados a vela, al arbitrio de los vientos, en una época donde no había GPS, frigoríficos… ¡ni tan siquiera radio! Un simple error de navegación y estarían perdidos – pero de verdad perdidos- en aquél territorio inmenso, desconocido y salvaje.
Tales hechos, que fueron reales, desafían a la imaginación...¿Cómo fue posible?
En los años 60 del pasado siglo, los yankees no pudieron dominar el pequeño Vietnam con reactores, misiles, ametralladoras y millones de combatientes, con una tecnología abrumadoramente superior y siempre bien alimentados, bien comunicados y bien abastecidos. Ni siquiera consiguieron derrotar a los desharrapados del Vietcong. Los españoles llegaron siendo cuatro amigos, con barcos de madera, caballos y espadas; y conquistaron el continente americano entero ¿Cómo fue posible?
Incluso el más orate antiespañol no tiene otra que reconocer que la conquista de América no tiene parangón en la historia.
Excepción española; pioneros en discutir y reconocer los derechos de los conquistados
En el año de 1550 el rey Carlos I ordena la detención inmediata de todas las conquistas en el Nuevo Mundo hasta que no se resuelva el litigio que a la historia ha pasado como “La controversia de Valladolid”. En esta ciudad mesetaria había mandado el Rey reunir a los principales doctores de su tiempo para determinar si la Conquista de América era un acto legítimo y “conveniente a las leyes de Dios”. Si la mayor parte se encontraba en contra, el proceso se detendría, o cuanto menos, se replantearía.
Hay dos bandos: uno representado por Bartolomé de las Casas, considerado hoy pionero de la lucha por los derechos humanos; y la segunda, por Juan Ginés de Sepúlveda, que defendía la legitimidad y conveniencia del dominio de los españoles sobre los indígenas, a quienes además concebía como naturalmente inferiores. No se llegó a una resolución final sobre esta cuestión. Pero lo importante del hecho es que demuestra el nivel humano de los españoles de la época. Como decíamos líneas antes, se trató de un hecho insólito en la historia. Un imperio en la cúspide de su poder ordena la detención de las conquistas para cuestionarse la legitimidad jovenlandesal sobre unos pobres indios que no deberían importarles a nadie (según los hipercríticos) Algo parecido jamás lo hicieron los romanos ni los británicos, ni ningún otro Imperio. Ellos se dedicaban sin más a imponerse, saquear y administrar. Hoy en día no es diferente: en los parlamentos de la Gran Potencia se habla de “democracia” y “derechos humanos” como meras justificaciones de intervenciones militares, golpes de estado o asesinatos de gente inocente con drones. En el siglo XVI, cuando no había tanta hipocresía, no hacían falta tales justificaciones para conquistar y saquear territorios. Precisamente por eso, la controversia de Valladolid destaca como un ejemplo dorado de humanidad.
Cuando nadie se cuestionaba cosas, España pensó, hizo y fue diferente.
Nunca hubo un genocidio
Seguimos vivos. Estamos donde siempre
A día de hoy, pese a que ningún historiador serio habla del supuesto “genocidio de los pueblos americanos”, es ésta proclama, junto con el “robo del oro”, una de las más populares entre políticos demagogos, pastores protestantes y otros personajillos de diverso pelaje, guiados por la convicción de manipular o engañados merced a su escasa inteligencia.
No es posible que hubiera tal genocidio, porque entre otras cosas hubiera sido materialmente imposible. Es cierto que hubo una gran caída demográfica en Las Américas, pero estas grandes reducciones de población (siempre exageradas) deben atribuirse en su mayor parte a las enfermedades que los europeos llevaron consigo y frente a las cuales los amerindios no tenían defensa alguna. Las investigaciones más concluyentes hablan de entre un cuarto y tres cuartas partes de los habitantes de los actuales México y Perú muertos a causa de tales enfermedades, una devastación equiparable a la que había sufrido Europa dos siglos antes a cuenta de la Peste de color.
Evidentemente, esto se trató de un hecho involuntario en su totalidad, pues los españoles desconocían todo lo que hoy sabemos sobre el comportamiento de los patógenos y de las enfermedades infecciosas. Pero aún así, los hay que dudan en señalar que España introdujo voluntariamente la viruela o el sarampión para exterminar a los indios, lo que no tienen ningún tipo de sostén documental. Aunque sí lo hicieron, por ejemplo, los ingleses y holandeses contra los nativos de la costa este americana (actual Massachusetts) infectándolos y matándolos con mantas contaminadas con el bichito de la viruela.
Los encomenderos fueron gente valiente que no llegó a América para incorporarla a la civilización a través del amor y el respeto a los derechos de los indios. Para eso las autoridades españolas supieron hacer una mezcla clerical-militar que atenuase, aliviase o incluso impidiese los abusos a los nativos americanos. Las leyendas en la Historia no tienen cabida, ni la de color ni la rosa. Era otra época y otros valores, eso es lo destacable, que en momentos de gran desprecio por la vida y abuso del hombre por su semejante, se lograsen cosas como las que se llegaron a alcanzar.
Algo tan obvio es por supuesto muy fácil de demostrar. No hubo genocidio; echa un vistazo al común de los americanos del Río Grande a Tierra de Fuego y verás lo que se está afirmando. De haber ocurrido como los antiespañoles gustan afirmar, sería de esperar que no quedaran casi trazas de genética precolombina entre los americanos actuales… sin embargo, resulta evidente que la mayor parte de americanos poseen mayoritariamente ascendencia indígena, si bien con enormes diferencias regionales: los mexicanos actuales descienden más o menos a partes iguales de europeos que de americanos. Los genetistas incluso hablan de preponderancia de los indígenas en la sangre de los habitantes de la mayor parte de México. Y en casi toda América es así. Las únicas excepciones son el Caribe (destaca el elemento africano, descendientes de los esclavos) y el Cono Sur vertiente atlántica, donde la población indígena era escasa y las enfermedades y sobre todo las nuevas naciones americanas acabaron con casi todos los individuos.
Fácil. Sencillo. Concreto; ves indios y sus mezclas por todo el continente. Búscalos en América del Norte.
12 de Octubre
La respuesta ha sido breve pero no podría ser más contundente. En un tiempo en el cual todo el mundo dispone de una enciclopedia universal al alcance de la mano, la mayoría se sigue creyendo estas mentiras. No importa, para eso estamos. Españoles e hispanoamericanos debemos luchar juntos en este desafío para recuperar el recuerdo y nuestra propia identidad compartida tras siglos de crear algo nuevo nunca visto.
Hoy es 12 de Octubre y no tenemos ningún motivo para avergonzarnos o pedir perdón. Sólo queda el sentimiento del deber para estar minimamente a la altura de aquellos y poder algún sentirnos orgullosos de haber retomado una de las más fecundas y grandiosas historias de la Humanidad jamás escritas.
PLVS VLTRA
Disidencia - BiografÃ*a | Facebook
Gracias, por tu aportación,
España es un pais maravilloso
pero con políticos de cosa.
Hay que empezar a tener conciencia
de lo que tenemos. 8: