LA POLICÍA DE NUEVA YORK: COBERTURA DE LA CIA.
Artículo de Adam Goldman y Matt Apuzzo, ambos ganadores del premio Pulitzer, el primero de origen judío.
La Policía de Nueva York ha recibido una gran ayuda de la CIA infiltrándose en las comunidades fiel a la religión del amoras.
These operations have benefited from unprecedented help from the CIA, a partnership that has blurred the line between foreign and domestic spying.
Efectivamente, lo que ya habíamos visto: se supone que el FBI espía en territorio de Estados Unidos, y la CIA fuera; como el MI5y el MI6 en Gran Bretaña, o el Shin Bet o Shabak y el Mossad en Israel. Pero como dicen los autores: el dentro y el fuera se van diluyendo. La CIA espía dentro, y el FBI fuera.
Como con los fiel a la religión del amores reclutados por el CNI y la UCIE para que espiaran en las mezquitas, lo mismo hacen en NY.
Reciben la financiación del Ayuntamiento y del Gobierno Federal: más de 1,6 billones de $ desde el 11S.
La CIA entrenó a un detective de la Policía de NY en The Farm, una escuela de espionaje en Virginia.
en.wikipedia.org
Otro agente de la CIA entró clandestinamente en la sede de la Policía de NY.
Una asociación de fiel a la religión del amores norteamericanos solicitó una investigación por las posibles irregularidades.
Paul Browne, un representante de la NYPD (Policía de NY) declaró que han hecho todo lo posible para evitar otro 11S y que no hay nada de lo que arrepentirse.
Investigaron a todos los taxistas de origen paquistaní y todas las mezquitas en un radio de 100 millas.
Todo ello en el marco del dilema seguridad versus libertad y privacidad.
David Cohen fue el hombre encargado de organizar la "
inteligencia". Algo así como una CIA de la NYPD: analizar información, operaciones encubiertas, y una red de informantes.
Cohen se trajo a algunos de sus colegas de los tiempos de Langley. Era importante no tener que depender del FBI.
Lawrence Sánchez fue un de estos veteranos. Tuvo el aprobado del director de la CIA
George Tenet. Uno de sus cometidos fue instruir a los policías de NY cómo recabar la información.
Instruyeron a los agentes a aprovechar cualquier excusa para hacer registros a los paquistaníes, por ejemplo, con cualquier infracción de tráfico. También aprovechaban la oportunidad para proponerles colaborar con ellos (Zougam, Cartagena, etc).
Para Cohen la NYPD tenía demasiados remilgos que hacían virtualmente imposible la detención de grupos terroristas. Desde el 11S el FBI ya había cambiado su proceder y para Cohen ellos tenían que hacer lo mismo.
"In the case of terrorism, to wait for an indication of crime before investigating is to wait far too long," Cohen wrote.
Con el terrorismo, esperar a un indicación de un crimen antes de una investigación es espera demasiado, escribió Cohen.
El juez de distrito estuvo de acuerdo:
the old guidelines "addressed different perils in a different time." He scrapped the old rules and replaced them with more lenient ones.
Las antiguas pautas estaban hechas para diferentes peligros en unos tiempos diferentes. Él (Cohen) desechó las antiguas reglas y las reemplazó por otras más laxas.
Uno de los problemas de la CIA es que está compuesta básicamente por hombres blancos, y esa carencia se la podía suministrar la NYPD. Oficiales paquistaníes se infiltraron en barrios paquistaníes. Los oficiales palestinos en los barrios palestinos. Estos infiltrados eran conocidos como los rakers (rastreadores).
Los puntos calientes (hot spots) podían ser una tienda de productos químicos con los que se podían hacer bombas, o una hawala (método de pago que usan los fiel a la religión del amores). Estos oficiales podían visitar un cibercafé, o seguir el rastro de un ordenador. Las librerías étnicas también eran lugares importantes, vigilaban qué tipo de libros buscaban los clientes. También restaurantes donde se celebrase la fin de soldados norteamericanos.
El modelo para mapear el paisaje humano potencialmente peligroso lo hicieron inspirados en el que los israelíes lo habían hecho en la Franja de Gaza.
En el 2007 la policía de Los Ángeles consideró un plan similar y recibieron fuertes críticas. Habían calculado que en la región había cerca de medio millón de fiel a la religión del amores. Tuvieron que desechar el plan.
Un oficial declaró que el error fue hacer público el plan, deberían haberlo mantenido en secreto.
Raymond Kelly declaró que la unidad de inteligencia de la NYPD no viola los derechos civiles.
Hubo unas manifestaciones de grupos contra la guerra en la Convención del Partido Republicano de 2004. A algunos de los arrestados les hicieron preguntas como: ¿Cuál es su afiliación política?, ¿hace algún tipo de trabajo en política?, ¿odia a George W. Bush?
Los agentes infiltrados se valoraban, pero lo que Cohen y Sánchez preferían eran los informantes (soplones, como los mártires de Leganés, y la mayor parte de la pecera del juicio de la Casa de Campo).
La policía también trabaja en las cárceles. Les hacen promesas de mejores condiciones, o de dinero cuando salgan (Zouhier).
A la comisiones de taxistas les pidieron que les diesen una lista de los que podían haber conseguido una licencia fraudulenta, y así les podían presionar.
Aunque algunos agentes del FBI estaban preocupados por las líneas que se estaban traspasando, el director de la agencia,
Robert Mueller no puso ninguna pega.
En el 2007 agentes de la policía y del FBI encontraron en un apartamento abundante literatura terrorista con gran preocupación, al final se descubrió que aquel material pertenecía a la unidad de inteligencia de la NYPD (el vecino de Leganés). Desde ese apartamento se estaba llevando una operación de vigilancia en New Jersey, ni la policía, ni el FBI tenían ni idea.
Según un oficial, aunque esta unidad no está autorizada a arrestar a sospechosos fuera de NY, también han trabajado en New Jersey, Pennsylvania y Massachusetts asumiendo los riesgos.
Estas operaciones tan agresivas han producido fricciones con el FBI y con las policías locales. A pesar de los roces de los agentes, en el nivel superior hay una buena relación, como han declarado ambos: Kelly y Mueller.
Además, Cohen ha enviado a agentes fuera del país, a 11 ciudades extranjeras. Así lo reconoce el agente
Dzikansky, que inmediatamente voló a Israel después de un ataque terrorista. Dzikansky escribió un libro:
"Terrorist Suicide Bombings: Attack Interdiction, Mitigation, and Response"
Aunque recabar información domestica está prohibido para la CIA, estos bordes entre lo domésticos y lo exterior se han ido haciendo cada vez más borrosos.
Mucha de la información conseguida por la NYPD se la pasaban a la CIA en conversaciones informales y por canales no oficiales, dijo un ex oficial (las llamadas de Trashorras a Manolón: me llamaba porque se aburría).
Por su diseño la NYPD cada vez se parecía más a la CIA.
En el 2004 Sánchez se pone a las órdenes de Cohen en la NYPD.
Tom Higgins, el jefe de la unidad de la CIA en NY, se quejó de que Sánchez unas veces lleva el sombrero de la CIA y otras el de la NYPD.
Al final, la CIA tuvo que obligar a Sánchez a elegir. O con nosotros, o con ellos. Sánchez se quedó con la NYPD. Se retiró el año pasado, y ahora trabaja en una consultoría en el Medio Oriente (2011).
El mes pasado la CIA estrechó todavía más sus lazos con la NYPD. Envió uno de sus operativos con más experiencia, un jefe local de dos países del Medio Oriente, a trabajar en la sede de la policía como ayudante especial de Cohen, mientras seguía cobrando el sueldo de la CIA. Es algo inusual, pero es el tipo de colaboración que se puede esperar después de 11S. Revelar el nombre de este agente sería muy peligroso. El arreglo se puede calificar como sabático (¿en el doble sentido?).
La NYPD ha llevado algunas misiones en el extranjero en los últimos años, en colaboración con la CIA, sobre todo en determinados barrios étnicos. En el concejo de NY no preguntan sobre los detalles.
Peter Vallone, concejal de NY:
"Ray Kelly despacha conmigo sobre ciertos temas que no deberían discutirse en público. Asuntos tales como la investigación de ciertos grupos sospechosos de ser simpatizantes de los sospechosos de ser terroristas".
Esta unidad de inteligencia, el año pasado tuvo un presupuesto de $60 millones.
Un informe de enero, del inspector general del
Homeland Security, por ejemplo, encontró que la NYPD violó las normas contractuales, tanto federales como del estado, entre 2006 y 2008, con compras de un valor de unos $4 millones. La NYPD se excusa en que hacerlo público hubiese revelado información sensible a los terroristas.
Sánchez declaró (2007) que haber sido más escrupulosos con la 1ª Enmienda hubiera beneficiado a los terroristas.
El usar el origen étnico en las investigaciones, algo en principio prohibido, es un de los temas más polémicos.
La ciudad de Nueva York, al haber perdido a 3.000 personas en un ataque terrorista, tiene un derecho que otras ciudades no tienen.
Como Sánchez declaró en el
Capitoll Hill (Capitolio):
"Se nos ha dado la tolerancia del público y el lujo de ser muy agresivos en este tema".
Since the Sept. 11 terrorist attacks, the New York Police Department has become one of the nation's most aggressive domestic intelligence agencies.
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