javvi
Himbersor
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JEW WORLD ORDER. ANOMALÍAS EVIDENTES EN EL ASESINATO DE ISAAC RABIN.
En esta página web, un autor: Russ Winter, da datos interesantes.
Algo que ya sabemos: la grabación de Ronnie Kempler no aporta mucho, es de muy mala calidad, se aparta en el momento más importante.
La grabación aparece 45 días después del asesinato.
Amir no se acerca más de dos o tres pies de Rabin.(entre 60 y 90 centímetros).
El segundo disparo se oye, pero no se ve. Según un testigo se produjo a una distancia bastante más lejana que la de Amir.
Como la grabación de Zapruder (la de Kennedy) fue posteriormente alterada y editada. El vídeo se oscurece y se vuelve borroso justo en el momento más crítico. Es imposible seguir la secuencia de eventos.
En la única entrevista que Ronnie Kempler concedió fue incapaz de explicar estas anomalías, ni tampoco qué hacía en una azotea al lado de agentes de los Servicios de Seguridad. Cuando le preguntaron por qué enfocó tanto a Amir antes de los disparos, declaró que vio algo sospechoso en él.
El chófer habitual de Rabin, Menachem Damti, fue sustituido en el último minuto. El hospital a donde le llevaron (Ichilov Hospital) estaba a solo 700 metros del lugar de los disparos.
El chófer sustituto, con 25 años de experiencia en el Shabak (Servicios de Inteligencia Internos) era un conductor consumado, que conocía Tel Aviv como la palma de su mano. Un viaje que se podría haber hecho en un minuto, duró ocho y medio.
El director del Shabak, Carmi Guillon, declaró que no tenían un plan para proteger al Jefe de Estado en caso de que un pistolero solitario cometiese el asesinato. Sin embargo, Tuvia Livneh y Yisrael Shai afirmaron que Rabin no hubiese sido asesinado si a ellos les hubiese tocado estar de guardia esa noche. Según su versión sí que había un plan para esa contingencia, y lo habían practicado en numerosas ocasiones. De hecho, a estos guardaespaldas le extrañó que Amir estuviese vivo porque en sus ensayos estaban preparados para disparar al mínimo amago de un potencial magnicida. Un segundo disparo hubiera sido imposible.
En el vídeo se le ve claramente a Rabin, la imagen está muy iluminada, mientras que el espacio que está a su espalda se ve bastante oscuro. Otro aspecto es que Rabin ni se inmuta con el primer disparo.
Lo definitivo es que la cámara apunta a todas partes menos al lugar del crimen después del primer disparo.
La grabación es comparable a la de un ataque terrorista mucho más reciente: el del atentado de Boston, en el que el que está grabando apunta a las azoteas, en vez de hacerlo donde se supone que hay un atentado.
Según el Ministerio de Sanidad Rabin recibió tres tiros. Según el director del hospital sólo dos. En cualquier caso, fuesen dos o tres disparos, Rabin hubiera caído desplomado, no podría haber caminado hasta el coche que le llevó al hospital.
Según su viuda, Rabin estaba bien, y preguntó varias veces a los guardaespaldas qué había pasado. Varios policías y guardaespaldas declararon que vieron perfectamente a Rabin.
Tampoco se encontraron restos de pólvora en las manos, pelo, o vestido de Amir. Esto es imposible a no ser que las balas sean de fogueo.
Numerosos testigos declararon que los guardaespaldas avisaron a los allí presentes que no se preocupasen, que las balas eran de fogueo.
Mirian Oren, una testigo, dijo que Rabin se encontraba perfectamente diez minutos después de los disparos y pudo caminar hasta el coche.
Los forenses hicieron declaraciones totalmente distintas. El Dr Hiss (Yehuda Hiss) dijo que fue él el que sacó las balas del cadáver. El Dr Kluger dijo que lo hizo él.
El Dr Hiss declaró en el juicio de Amir: "un policía se llevó las balas que saqué yo, y al día siguiente se las llevó al laboratorio de la policía". El Dr Hiss no recordaba el nombre de ese policía. "No recuerdo su nombre, ni el aspecto que tenía".
Yoram Rubin, uno de los guardaespaldas declaró que fue Yuval Schwartz, uno de sus compañeros el que se llevó las balas y la ropa de Rabin.
El autor, Russ Winter, no se acaba de decantar por ninguna de las teorías alternativas a la oficial. La de que fue todo un montaje, y en realidad no mataron a Rabin, la considera plausible.
En esta página web, un autor: Russ Winter, da datos interesantes.
Algo que ya sabemos: la grabación de Ronnie Kempler no aporta mucho, es de muy mala calidad, se aparta en el momento más importante.
La grabación aparece 45 días después del asesinato.
Amir no se acerca más de dos o tres pies de Rabin.(entre 60 y 90 centímetros).
El segundo disparo se oye, pero no se ve. Según un testigo se produjo a una distancia bastante más lejana que la de Amir.
Como la grabación de Zapruder (la de Kennedy) fue posteriormente alterada y editada. El vídeo se oscurece y se vuelve borroso justo en el momento más crítico. Es imposible seguir la secuencia de eventos.
En la única entrevista que Ronnie Kempler concedió fue incapaz de explicar estas anomalías, ni tampoco qué hacía en una azotea al lado de agentes de los Servicios de Seguridad. Cuando le preguntaron por qué enfocó tanto a Amir antes de los disparos, declaró que vio algo sospechoso en él.
El chófer habitual de Rabin, Menachem Damti, fue sustituido en el último minuto. El hospital a donde le llevaron (Ichilov Hospital) estaba a solo 700 metros del lugar de los disparos.
El chófer sustituto, con 25 años de experiencia en el Shabak (Servicios de Inteligencia Internos) era un conductor consumado, que conocía Tel Aviv como la palma de su mano. Un viaje que se podría haber hecho en un minuto, duró ocho y medio.
El director del Shabak, Carmi Guillon, declaró que no tenían un plan para proteger al Jefe de Estado en caso de que un pistolero solitario cometiese el asesinato. Sin embargo, Tuvia Livneh y Yisrael Shai afirmaron que Rabin no hubiese sido asesinado si a ellos les hubiese tocado estar de guardia esa noche. Según su versión sí que había un plan para esa contingencia, y lo habían practicado en numerosas ocasiones. De hecho, a estos guardaespaldas le extrañó que Amir estuviese vivo porque en sus ensayos estaban preparados para disparar al mínimo amago de un potencial magnicida. Un segundo disparo hubiera sido imposible.
En el vídeo se le ve claramente a Rabin, la imagen está muy iluminada, mientras que el espacio que está a su espalda se ve bastante oscuro. Otro aspecto es que Rabin ni se inmuta con el primer disparo.
Lo definitivo es que la cámara apunta a todas partes menos al lugar del crimen después del primer disparo.
La grabación es comparable a la de un ataque terrorista mucho más reciente: el del atentado de Boston, en el que el que está grabando apunta a las azoteas, en vez de hacerlo donde se supone que hay un atentado.
Según el Ministerio de Sanidad Rabin recibió tres tiros. Según el director del hospital sólo dos. En cualquier caso, fuesen dos o tres disparos, Rabin hubiera caído desplomado, no podría haber caminado hasta el coche que le llevó al hospital.
Según su viuda, Rabin estaba bien, y preguntó varias veces a los guardaespaldas qué había pasado. Varios policías y guardaespaldas declararon que vieron perfectamente a Rabin.
Tampoco se encontraron restos de pólvora en las manos, pelo, o vestido de Amir. Esto es imposible a no ser que las balas sean de fogueo.
Numerosos testigos declararon que los guardaespaldas avisaron a los allí presentes que no se preocupasen, que las balas eran de fogueo.
Mirian Oren, una testigo, dijo que Rabin se encontraba perfectamente diez minutos después de los disparos y pudo caminar hasta el coche.
Los forenses hicieron declaraciones totalmente distintas. El Dr Hiss (Yehuda Hiss) dijo que fue él el que sacó las balas del cadáver. El Dr Kluger dijo que lo hizo él.
El Dr Hiss declaró en el juicio de Amir: "un policía se llevó las balas que saqué yo, y al día siguiente se las llevó al laboratorio de la policía". El Dr Hiss no recordaba el nombre de ese policía. "No recuerdo su nombre, ni el aspecto que tenía".
Yoram Rubin, uno de los guardaespaldas declaró que fue Yuval Schwartz, uno de sus compañeros el que se llevó las balas y la ropa de Rabin.
El autor, Russ Winter, no se acaba de decantar por ninguna de las teorías alternativas a la oficial. La de que fue todo un montaje, y en realidad no mataron a Rabin, la considera plausible.
Glaring Anomalies in the 1995 Assassination of Israeli PM Yitzhak Rabin
By Russ Winter Officially, Israeli prime minster Yitzhak Rabin’s murder was a cut-and-dry affair. On Nov. 4, 1995, Rabin was assassinated while leaving a peace rally by Yigal Amir, a radical right-wing Orthodox Jew who opposed the signing of the Oslo Accords. A portrait of late Israeli Prime Ministe
www.jewworldorder.org