*Tema mítico* : Una revolución de jóvenes anti-boomers está empezando: "los viejos tienen pensiones y pisos en propiedad, nosotros alquiler y precariedad"

Mi padre entró de funcionario en los 80. Desconozco cómo eran las cosas en su región, en la mía, con la industria que había, ya le digo yo que no. Por eso los requisitos de entrada eran mucho más laxos que ahora, y las condiciones distintas.
Venga, una más y te comes ignore. Preguntate porque entró tu padre y no estaba cargando camiones delante de patrón.


besugo
 
Eso sin mencionar como era entrar en la policía, y lo sé porque mi tío es un langosto jubilado. Ehh chaval tú, corre un poco a ver..... estás dentro.

Exámenes de matemáticas de profesor en 1980, SON PÚBLICOS COMPARAD CON AHORA
Mi ex suegro, un perito agrícola, le dijeron un día: tú, mañana te presentas a tal opo de la junta. Sin estudiar ni nada de nada.

Cuando fue a entregar el exámen, le dijeron: enhorabuena, mañana aquí a las 8 que le explicaré su puesto, funciones....y no sólo a él, sino también a los pocos que se presentaron a dicha oposición.
 
Venga, una más y te comes ignore. Preguntate porque entró tu padre y no estaba cargando camiones delante de patrón.


besugo
Yo hablo de mi experiencia personal. Como tal podrá ser representativa de lo que había a nivel general o no, sólo sé lo que hablaba con mi padre y lo cuento tal cual, equivocado o no y sin mala fe.
Y ahora, por favor, métame en el ignore.
 
Lo que me faltaba por leer, que los langostas lo tuvieron dolido con las oposiociones. Mis padres no aprobaron ni uno el puñetero examen, entraron por meritos a los pocos años despues de charear un año o dos haciendo puntos.

Dejad de contad mentiras hijos de fruta.
¿Estás de coña?

En aquellos tiempos incluso hacían falta gentes de letras en las administraciones públicas.
 
Las oposiciones desde 2011 son una locura para aprobarlas, salvo que sean de esas minoritarias donde se entra por enchufe (que suelen estar bien remuneradas). Pero las generalistas... prepárate para estudiar y tener suerte.
 
Pero vamos a ver...

Tanto viejo que hay con tanto piso, no creeis que necesitan servicios, esto es reparación de todo tipo de cosas del hogar, reformas de pisos, etc.

Por qué los jóvenes no aprovechan que no hay suficientes reformistas, albañiles, etc para aprender un oficio y coger el dinero de los viejos?
Nada más que hacen quejarse de que cobran poco en sus empleos de cosa, pues shishi trabajen en algo de valor, algo que esté muy solicitado.
Pues porque los jóvenes espabilados se pillan trabajitos de escritorio bien remunerados y teletrabajables incluso desde el extranjero. Funci sin ir más lejos.
 
En los 80 no quería ser funcionario nadie, que las cosas no eran como ahora.

Efectivamente, ahora hay una auténtica fiebre por la "placita".

Pero, cuidado. Los que sois un poco mayores seguro que habéis oído decir a vuestros abuelos aquello de "pasa más hambre que un maestro de escuela". Yo se lo oí decir mucho a mi abuela. Y no sin razón.

Un hermano suyo, el tío Juan, sacó la oposición de maestro en los años 40 y lo destinaron en un pueblo de Orense. Ejerció durante dos años y, ante lo magro de la paga, decidió emprender montando un aserradero con un par de socios.

Quiero decir con esto que ganancias pasadas no aseguran rendimiento futuros. Me explico, mientras los opositores de los 80 se fijaban en los mal pagados funcionarios de las décadas anteriores y preferían emprender otros caminos, los opositores de hoy se fijan en la buena vida de los funcionarios de décadas más recientes.

Pero ojo, en mi opinión la vida de un funcionario con 25 años de ahora -con 40 años de vida laboral por delante- no creo que vaya a ser como la de los funcionarios actuales; es bastante probable que se vuelva a lo de "pasa más hambre que un maestro de escuela"; por ejemplo, en cuanto gripen las máquinas de imprimir de los bancos centrales.

¡Hay de aquel no haya desarrollado habilidades que le permitan aportar valor más allá del funcionariado!
 
Da igual lo que penséis. Da igual cómo los insultéis. Da igual si es justo o injusto, si habéis trabajado duro o si vuestro caudillo os ha regalado vida y hacienda. La cuestión es que cada día sois más viejos y por lo tanto menos más débiles. Y mientras, los que no quieren esperar para sucederos van llegando a su plenitud y máximo vigor.

Y en occidente cada vez hay menos para repartir; los treinta gloriosos quedan ya muy, muy atrás y el empobrecimiento general medio es cada día más patente. Y vuestros sucesores tienen hambres, apetitos y necesidades no cubiertas. Tanto biológicas como creadas por los medios de comunicación de masas y el espíritu de colmena.

Y además de tener apetitos, han sido educados en los principios del mayo del 68 y el hippismo y sus inanes réplicas: el posmodernismo, la nueva izquierda, la revolución pogre, el posfeminismo, la revuelta LGTBIETC, el fundamentalismo de mercado y demás. Y, simultáneamente, se han liquidado el cristianismo, el patriotismo y el culto a los antepasados, sin que los sustituya una construcción ideológica consistente. Y el cambio constante de principios que supone el fluir sin solución de continuidad del neoliberalismo extremo, al izquierdismo saltimbanquinesco, al veganismo, al activismo polisexual, a las diversas modalidades del feminismo, al ecologismo, al animalismo, a la iconoclastia de las estatuas de los antepasados, al antitaurinismo y demás ideologías ya de por sí fluidas y efímeras, equivale a la absoluta carencia de principios jovenlandesales.

Y esa falta de frenos jovenlandesales viene, además, acompañada de una total absoluta de esa capacidad de sacrificio y resistencia a la frustración que se entrenaba antes, desde que los ahora viejos eran niños, en las iglesias con toda su mortificante liturgia de letanías y rodillas doloridas apoyadas en duros reclinatorios; en la escuela del palmetazo, el castigo, las clases matinales y vespertinas y la tarea ardua, con frecuencia repetitiva y tediosa, aparentemente inútil y de dificultad siempre creciente; en el servicio militar con su despersonalización, la humillación y la pérdida absoluta de individualidad que suponía formar en orden cerrado junto con cientos de individuos con igual pelado, vestidos exactamente igual, marchando al unísono al mismo paso y siendo designados mediante un frío número.


Y esos jóvenes empobrecidos, de apetitos, tanto naturales como artificiales, insatisfechos, carentes de principios jovenlandesales sólidos, líquidos o gaseosos, sin capacidad de sacrificio y con una formación menos que deficiente que les hace creer que interpretan el mundo porque pueden acceder a un meme que les llega al móvil, a un comentario de 280 caracteres máximo o a un vídeo de cinco minutos y que se toman por el culmen de la evolución humana porque son capaces de escribir con los pulgares con una nueva ortografía que prescinde, como ellos, de cualquier regla preestablecida y de todo rasgo normativo, van llegando a su apogeo vital. Esos jóvenes que desprecian lo racional, capacidad típicamente humana, porque les han ensalzado hasta la náusea su naturaleza emocional, que el ser humano comparte con otras especies de mamíferos, se van viendo con fuerza suficiente para apoderarse del mundo construido antes de que ellos llegaran y de sus frutos. Por no tener, ni siquiera tienen hijos ante los que se vean impelidos a mostrarse como un ejemplo.


Y cuando el animal emocional que siente que le han estafado, sin principios, sin cultura, sin respeto por los que le precedieron, sin historia, sin tolerancia a la frustración, sin humildad y sin normas, busca a su alrededor dónde apoderarse de aquello que le apetece pero no tiene, no busca en el vértice de la pirámide social, que son aquellos que han conformado sus modos y sus emociones. La gente del vértice, magnates, políticos, gurús de la comunicación y demás, se encuentra fuera de su alcance, lejos, en sus fortalezas invisibles, protegidos por sofisticados muros que ocultan sus manejos sin hacerse opacos a la luz.

Las emociones le llevan a envidiar los bienes de los pobres desgraciados que han trabajado lo bastante como para reunir en torno de sí unos magros bienes que les hacen el envejecimiento algo más fácil, dentro de lo difícil que es esa fin a plazos llamada vejez. Y los codician tanto que, sin embozo, ya empiezan a manifestar sus apetitos sin los frenos de la vergüenza, los principios, la dignidad o la disciplina.

¿No lo veis? No. No es Saturno devorando a sus hijos. Son los hijos de Saturno preparándose para cortar su carne, como si se hubieran estrellado con un avión en una cordillera helada y se hubieran puesto de acuerdo para fagocitar a Saturno que, al fin y al cabo, aunque haya sobrevivido al accidente, no vivirá ya mucho más tiempo ni lo merece, por haberlos engendrado así.

Y es una guerra que no podéis ganar: cada vez sois menos y más débiles. Vae victis.
He leído estupideces en mi vida, te llevas el premio top number one ceporro.
 
Quiero decir y lo sabes perfectamente , que los hijos suelen estar mil veces mejor formados que sus padres y que si trabajan de algo cualificado en proporción deberían ganar más y poder comprar el mismo piso que compraron sus padres con menos esfuerzo. En cambio es al revés. Los otros sin saber más que leer escribir y hacer 4 cuentas con curros de cosa pillaban pisos en pocos años en la ciudad y ahora sus hijos deben irse a tomar por ojo ciego y tienen que dar gracias. A la cosa hombre.
Lo negaran hasta la saciedad porque tienen neeeeflis!!!!! puñeteros niñatos vagos!!!

En fin... Yo ya no sé qué más decir, 44 palos voy a hacer, en el mercado de trabajo con la crisis en mi boca, salidas al extranjero durante más de 6 años, 5 países, 3 idiomas C2, cargo top financiero (esperando apertura de Asia ahora) y lo de este país ES PURAMENTE da repelúsNTE.

Lo peor es los viejos y su ausencia total de EMPATÍA, no veo humanos, veo monstruos.
 
Última edición:
El meme es cahcondo y muy real.

Lo cierto es que de este tema no era consciente, el primero que en el foro habló de este tema fue @ominae , recuerdo, y me entró por sorpresa.

Estoy de acuerdo con vuestra hipótesis, los que libraron España del bolchevismo durante la Guerra Civil fue la última generación que tuvo derecho a vivir a costa de las siguientes generaciones, porque son los últimos que se sacrificaron por el país
Poco antes de morir en los campos de batalla de Bélgica en 1914, Ernesto Psichari exclamó:"¡Vayamos contra nuestros padres, al lado de nuestros trasabuelos!"
 
Los ánimos están cada vez más caldeados entre los jóvenes (y no tan jóvenes) que ven como todos los recursos públicos se van para la generación boomer que se está jubilando.


Ver archivo adjunto 1782274


Recientemente corrió como la pólvora un post en forocoches donde una persona se quejaba de los pensionistas vivían muy bien mientras él sufría para poder pagar un alquiler y poder lograr cita en el médico para sus hijos. "Lo ultimo el impuesto este de la solidaridad. No puedo con el. No puedo." dice refiriéndose al MEI.

El comentario explica que los jubilados tienen pensión, varias viviendas en propiedad y descuentos mientras que los trabajadores solo impuestos por doquier. Pero, ¿estamos ante algo real y generalizado o simplemente una anécdota puntual?



La realidad de los salarios y gasto público en España

Aunque el post pueda parecer anecdótico, lo cierto es que la imagen del jubilado pasando penurias que había en el pasado, hace 30 o 40 años, ha cambiado mucho. En 2008 los salarios medios de las personas de 65 años y más eran inferiores a los de la franja de edad de 30 a 44 años y de 45 a 64 años. Pero esto ya no es así. Desde 2012 los mayores de 65 años tienen la mayor renta media y despegándose con fuerza de la franja de 30 a 44 años.





El segundo argumento del post de forocoches es que los servicios públicos están degradados para todos menos para los pensionistas. Esto puede ser algo más anecdótico (es decir, la espera para cita médica afecta a todos, independientemente de la edad) pero lo que sí es cierto es que cada vez las pensiones se están comiendo más el gasto público en España.

En 2007 las pensiones representaban el 33% de los Presupuestos Generales del Estado. En 2023 representa el 42%. Cada año sube más. Y esto desplaza otros gastos.


Ver archivo adjunto 1782279

Ver archivo adjunto 1782278



Hay motivos para un movimiento anti jubilados

En los próximos años vamos a ver más movimientos de este tipo. Gente que quiere cortar por lo sano y, al igual que piden a los más jóvenes hacer un "esfuerzo" de solidaridad en la nómina, habrá jóvenes que pidan un "esfuerzo" a los más mayores con un recorte en las pensiones.

Y no estamos hablando únicamente de escribir exabruptos en foros en Internet o quejas sin sentido. Ya existen libros de divulgadores que llevan décadas advirtiendo de este problema en el que directamente se apunta a que se está dejando a una generación en la estacada.

Y habrá movimientos políticos. No muy fuertes, pues la demografía es clara y la edad mediana del país está en los 45,30 años. Y como no se puede votar con menos de 18 años hay más votantes por encima de los 45 años que por debajo. Pero esta brecha generacional la veremos en la política y no en mucho tiempo.


Ver archivo adjunto 1782273


Una revolución de jóvenes anti-boomers está empezando: "los viejos tienen pensiones y pisos en propiedad, nosotros alquiler y precariedad"


“La revolución de los jóvenes anti boomers está empezando”

?Eso te han encargado?…?hacerla empezar?


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Demasiado tarde: estas protestas de los jóvenes deberían haber comenzado hace 25 años, cuando ya se veía venir toda la movida.
 
Efectivamente, ahora hay una auténtica fiebre por la "placita".

Pero, cuidado. Los que sois un poco mayores seguro que habéis oído decir a vuestros abuelos aquello de "pasa más hambre que un maestro de escuela". Yo se lo oí decir mucho a mi abuela. Y no sin razón.

Un hermano suyo, el tío Juan, sacó la oposición de maestro en los años 40 y lo destinaron en un pueblo de Orense. Ejerció durante dos años y, ante lo magro de la paga, decidió emprender montando un aserradero con un par de socios.

Quiero decir con esto que ganancias pasadas no aseguran rendimiento futuros. Me explico, mientras los opositores de los 80 se fijaban en los mal pagados funcionarios de las décadas anteriores y preferían emprender otros caminos, los opositores de hoy se fijan en la buena vida de los funcionarios de décadas más recientes.

Pero ojo, en mi opinión la vida de un funcionario con 25 años de ahora -con 40 años de vida laboral por delante- no creo que vaya a ser como la de los funcionarios actuales; es bastante probable que se vuelva a lo de "pasa más hambre que un maestro de escuela"; por ejemplo, en cuanto gripen las máquinas de imprimir de los bancos centrales.

¡Hay de aquel no haya desarrollado habilidades que le permitan aportar valor más allá del funcionariado!

Cuenta la leyenda que los maestros de aquella época cuando daban clase de como pagar con las monedas y billetes de la época sería como si ahora dijeran: "Hay monedas de 1 céntimo, de cinco, de diez, de veinte y de cincuenta. Por otra parte, hay billetes de 5 euros, de 10 y de 20. Y dicen que los hay de 50, 100 y 200".
 
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