Wüstenfuchs
Generalfeldmarschall
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Marchando rápidamente bajo un cielo nublado el domingo, las tropas rusas se infiltraron en Avdiivka.
Cuatro meses después de que un par de ejércitos de campaña rusos, junto con 40.000 soldados y miles de vehículos, atacaran por primera vez hacia Avdiivka (un bastión ucraniano justo al noroeste de Donetsk, ocupado por los rusos en el este de Ucrania), la larga y sangrienta campaña puede estar culminando.
"La situación en la ciudad se ha vuelto crítica", escribió el periodista ucraniano Andriy Tsaplienko .
Si la campaña culmina y los rusos prevalecen, quedará claro quién tiene en gran parte la culpa: los republicanos alineados con Rusia en el Congreso de Estados Unidos, que el otoño pasado comenzaron a bloquear la ayuda estadounidense a Ucrania y, como consecuencia, mataron de hambre a las tropas ucranianas del ejército. municiones de las que dependen para igualar la potencia de fuego de los propios rusos.
"Avdiivka necesita urgentemente nuevas reservas y rotación de unidades", explicó el domingo el corresponsal ucraniano Yuriy Butusov. "Las municiones también son necesarias; los suministros también son extremadamente pequeños [y] el enemigo tiene una gran ventaja".
La guarnición de Avdiivka se ha mantenido firme durante una década, desde que las tropas rusas y sus aliados atacaron por primera vez el este de Ucrania, allá por 2014. Y durante los casi dos años transcurridos desde que Rusia amplió su guerra contra Ucrania, los soldados de la 110.ª Brigada Mecanizada del ejército ucraniano han resistido sido los principales defensores de la ciudad.
No es que el comando oriental ucraniano no reforzara Avdiivka cuando quedó claro que conquistar la ciudad era uno de los principales objetivos del Kremlin: lo hizo.
La 47.ª Brigada Mecanizada de élite, con sus vehículos de combate Bradley M-2 de fabricación estadounidense, ocupó posiciones al norte de Avdiivka para defender Stepove, un asentamiento adyacente. Mientras tanto, la 53.ª Brigada Mecanizada llegó al sur de Avdiivka.
Pero sólo la 110.ª Brigada, más algunos guardias fronterizos y comandos defienden el centro de la ciudad.
La brigada de 2.000 personas nunca ha salido a descansar. Día tras día lucha: la infantería se amontona en las trincheras; los operadores de drones se escabullen hacia edificios abandonados para instalar antenas y lanzar sus explosivos drones unidireccionales; Los artilleros apuntan con lanzagranadas y misiles antitanque.
Durante cuatro meses, la 110.ª y las brigadas de refuerzo sangraron a las columnas rusas atacantes. En diciembre, los rusos habían sufrido 13.000 bajas (muertos y mutilados) y perdido cientos de vehículos blindados. Dos meses después, es posible que sus bajas se hayan duplicado.
Pero el Kremlin sigue aportando tropas frescas a la picadora de carne. Lentamente, y con un gran costo en personal y equipo, los rusos han avanzado poco a poco, primero sobre los flancos de Avdiivka y luego hacia la propia ciudad.
Los pequeños drones de los ucranianos siempre fueron la clave para la defensa de la ciudad. Los drones de vigilancia detectarían la llegada de los rusos. Los drones de ataque con vista en primera persona los acosarían hasta que la infantería ucraniana o los M-2 y las tripulaciones de los tanques pudieran acabar con ellos.
