DigitalMarketer 2.0
Madmaxista
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Pues el Begoño, quería crear un software para esto:
El software fue diseñado para que las pequeñas y medianas empresas puedan averiguar de un modo sencillo su grado de aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible y recibir consejos para mejorar su impacto social y medioambiental.
Entonces contactó con Indra, Telefónica y Google para que se lo hicieran de gratis.
Y aceptaron.
(¿Multinacionales haciendo algo gratis? 2 de ellas participadas por el Estado por cierto.)
(En teoría el software era para la Complutense, es decir, para una universidad)
Pero luego, las empresas se olieron la tostada, se acojonaron y dejaron el software a medio hacer.
Entonces el Begoño contactó a otra empresa para terminarlo a la que le pagaron 62.000 eurillos (los pagó la universidad, no el Begoño)
Aquí viene lo mejor.
Cuando el Begoño tuvo el software listo, pues se fue a la Oficina de Patentes y registró la aplicación a su nombre.
Además creó una empresa de la que el Begoño es dueño al 100% y que se dedica a ofrecer/vender el software a empresas que lo puedan "necesitar".
Hay que tener unos huevones muy grandes para atreverse a hacer eso, básicamente le robó la aplicación a la Complutense y por tanto dinero público, ya que fue pagada por la universidad.
Y aquí no pasa nada señores.
Vaya escandalazo.
El software fue diseñado para que las pequeñas y medianas empresas puedan averiguar de un modo sencillo su grado de aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible y recibir consejos para mejorar su impacto social y medioambiental.
Entonces contactó con Indra, Telefónica y Google para que se lo hicieran de gratis.
Y aceptaron.
(¿Multinacionales haciendo algo gratis? 2 de ellas participadas por el Estado por cierto.)
(En teoría el software era para la Complutense, es decir, para una universidad)
Pero luego, las empresas se olieron la tostada, se acojonaron y dejaron el software a medio hacer.
Entonces el Begoño contactó a otra empresa para terminarlo a la que le pagaron 62.000 eurillos (los pagó la universidad, no el Begoño)
Aquí viene lo mejor.
Cuando el Begoño tuvo el software listo, pues se fue a la Oficina de Patentes y registró la aplicación a su nombre.
Además creó una empresa de la que el Begoño es dueño al 100% y que se dedica a ofrecer/vender el software a empresas que lo puedan "necesitar".
Hay que tener unos huevones muy grandes para atreverse a hacer eso, básicamente le robó la aplicación a la Complutense y por tanto dinero público, ya que fue pagada por la universidad.
Y aquí no pasa nada señores.
Vaya escandalazo.
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