Palimpsesto.
Madmaxista
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Esto defiende Reverte. Expolio de España por ingleses y franceses en el siglo XIX.
Esto dice Reverte. Que los buenos eran los franceses.
Veamos entonces como eran los franceses.
Os pongo le hilo de GuiriT. Leedlo. Si alguien sigue defendiendo a ingleses franceses y borbones es directamente un hdlgp.
@Indra Ōtsutsuki
@Taliván Hortográfico
@Discordante
@Hic Svnt Leones
@Cocoplato
Iré copiando los post de GuiriT que me parecen excepciónales.
Ahí van:
La actualidad española está bastante obsesionada con la Guerra Civil y revivir una confrontación fratricida con el objetivo de sacar algún rédito político.
Pasa inadvertida una oleada turística que tuvo una trascendencia cultural, económica y geopolítica global, me gustaría que en este hilo debatamos, discutamos y nos documentemos sobre ello.
Pintura
Igual que había hecho en Italia, Napoleón comenzó un expolio sin parangón en tierras españolas.
Miles de obras: tanto José Bonaparte como sus generales vaciaron conventos y palacios con la excusa de estar realizando una misión cultural. Muchas se perdieron para siempre.
Uno de los máximos responsables de este saqueo fue el francés Frédéric Quilliet, cesado por José en 1810 acusado de apropiación indebida.
Quilliet obligaba a sus hombres a borrar las señas de identificación de los cuadros para poder comerciar luego con ellos.
El propio rey José I, utilizó los bienes culturales a órdenes religiosas como regalos particulares.
Soult fue recompensado con seis cuadros, cinco de ellos procedentes de El guanol. El general D’Armagnac, gobernador militar de Burgos y Cuenca, con cuatro.
Quien más recibió, eso sí, Napoleón:
A través de un Real Decreto de 1809, ordenó que se formara una colección de obras de “pintores célebres de la escuela española, que ofreceremos a nuestro augusto hermano el Emperador de los franceses…". 200 cuadros. Solo 12 se devolvieron.
Las Venus del Espejo, de arriba, único desnudo femenino de Velázquez, fue vendido por Quillet de manera fraudulenta a un coleccionista británico.
Se vaciaron conventos, palacios y monasterios (algunos incluso se derribaron). Se llevaron obras maestras, de Murillo o de Velázquez. El caos provocado convirtió España en un foco asequible de venta de cuadros al extranjero.
Población
Los ejércitos napoleónicos estaban acostumbrados a ser más o menos bien recibidos por la población, en Alemania, en Italia… España (con Rusia), fue la excepción. Y a qué precio.
En los seis años que duró la contienda, España perdió como mínimo 250.000 habitantes. De una población de 11 millones. Fue una guerra bastante más devastadora en comparación que la Guerra Civil.
Sumando las epidemias y el hambre que provocó la guerra, llegamos a un millón de muertes. Casi uno de cada diez españoles murió.
Los zaragozanos resisten durante dos meses un asedio de 50 000 hombres. La mitad de la población muere en el empeño.
En el proceso de la guerra, especialmente británicos, pero también franceses, se encargaron de destruir el joven tejido industrial español: las fábricas reales (como la de Porcelana de Madrid), las manufacturas textiles de Béjar…
Esa destrucción fue motivada por intereses extranjeros: la fábrica de porcelanas de Madrid, por ejemplo, suponía una seria competencia a la de Sèvres en Francia. Lo mismo con Béjar, que bombardeó Wellington, que también era una competidora de los textiles británicos.
Espeluznante la destrucción de Salamanca
“Roma la chica” perdió entre una cuarta parte (Luis Cortés) hasta dos terceras partes (Pedro Antonio de Alarcón) de su patrimonio monumental.
Al llegar los franceses empezaron grandes obras de fortificación arrasando buena parte del caserío de la ciudad y de sus monumentos. Desaparecerán el Hospicio, el colegio de los Ángeles, de San Patricio, el militar de San Juan, el de San Pelayo, el del Rey, Trilingüe, los Colegios Mayores de Cuenca y de Oviedo y los restos del Alcázar.
Mesonero de Romanones en “Memorias de un setentón” (1878) narra un río Tormes “lleno de ruinas” y la desaparición de numerosas torres que recordaba su padre, salmantino, en la silueta de la ciudad.
Colegio del Rey, uno de los edificios destruidos.
Ruinas del convento de San Agustín.
Ruinas de San Agustín- Charles Clifford 1853
Esto dice Reverte. Que los buenos eran los franceses.
Veamos entonces como eran los franceses.
Os pongo le hilo de GuiriT. Leedlo. Si alguien sigue defendiendo a ingleses franceses y borbones es directamente un hdlgp.
@Indra Ōtsutsuki
@Taliván Hortográfico
@Discordante
@Hic Svnt Leones
@Cocoplato
España destruida en la Guerra del Francés
La actualidad española está bastante obsesionada con la Guerra Civil y revivir una confrontación fratricida con el objetivo de sacar algún rédito político. Pasa inadvertida una oleada turística que tuvo una trascendencia cultural, económica y geopolítica global, me gustaría que en este hilo debatamos...
urbanity.one
Iré copiando los post de GuiriT que me parecen excepciónales.
Ahí van:
La actualidad española está bastante obsesionada con la Guerra Civil y revivir una confrontación fratricida con el objetivo de sacar algún rédito político.
Pasa inadvertida una oleada turística que tuvo una trascendencia cultural, económica y geopolítica global, me gustaría que en este hilo debatamos, discutamos y nos documentemos sobre ello.
Pintura
Igual que había hecho en Italia, Napoleón comenzó un expolio sin parangón en tierras españolas.
Miles de obras: tanto José Bonaparte como sus generales vaciaron conventos y palacios con la excusa de estar realizando una misión cultural. Muchas se perdieron para siempre.
Uno de los máximos responsables de este saqueo fue el francés Frédéric Quilliet, cesado por José en 1810 acusado de apropiación indebida.
Quilliet obligaba a sus hombres a borrar las señas de identificación de los cuadros para poder comerciar luego con ellos.
El propio rey José I, utilizó los bienes culturales a órdenes religiosas como regalos particulares.
Soult fue recompensado con seis cuadros, cinco de ellos procedentes de El guanol. El general D’Armagnac, gobernador militar de Burgos y Cuenca, con cuatro.
Quien más recibió, eso sí, Napoleón:
A través de un Real Decreto de 1809, ordenó que se formara una colección de obras de “pintores célebres de la escuela española, que ofreceremos a nuestro augusto hermano el Emperador de los franceses…". 200 cuadros. Solo 12 se devolvieron.
Las Venus del Espejo, de arriba, único desnudo femenino de Velázquez, fue vendido por Quillet de manera fraudulenta a un coleccionista británico.
Se vaciaron conventos, palacios y monasterios (algunos incluso se derribaron). Se llevaron obras maestras, de Murillo o de Velázquez. El caos provocado convirtió España en un foco asequible de venta de cuadros al extranjero.
Población
Los ejércitos napoleónicos estaban acostumbrados a ser más o menos bien recibidos por la población, en Alemania, en Italia… España (con Rusia), fue la excepción. Y a qué precio.
En los seis años que duró la contienda, España perdió como mínimo 250.000 habitantes. De una población de 11 millones. Fue una guerra bastante más devastadora en comparación que la Guerra Civil.
Sumando las epidemias y el hambre que provocó la guerra, llegamos a un millón de muertes. Casi uno de cada diez españoles murió.
Los zaragozanos resisten durante dos meses un asedio de 50 000 hombres. La mitad de la población muere en el empeño.
En el proceso de la guerra, especialmente británicos, pero también franceses, se encargaron de destruir el joven tejido industrial español: las fábricas reales (como la de Porcelana de Madrid), las manufacturas textiles de Béjar…
Esa destrucción fue motivada por intereses extranjeros: la fábrica de porcelanas de Madrid, por ejemplo, suponía una seria competencia a la de Sèvres en Francia. Lo mismo con Béjar, que bombardeó Wellington, que también era una competidora de los textiles británicos.
Espeluznante la destrucción de Salamanca
“Roma la chica” perdió entre una cuarta parte (Luis Cortés) hasta dos terceras partes (Pedro Antonio de Alarcón) de su patrimonio monumental.
Al llegar los franceses empezaron grandes obras de fortificación arrasando buena parte del caserío de la ciudad y de sus monumentos. Desaparecerán el Hospicio, el colegio de los Ángeles, de San Patricio, el militar de San Juan, el de San Pelayo, el del Rey, Trilingüe, los Colegios Mayores de Cuenca y de Oviedo y los restos del Alcázar.
Mesonero de Romanones en “Memorias de un setentón” (1878) narra un río Tormes “lleno de ruinas” y la desaparición de numerosas torres que recordaba su padre, salmantino, en la silueta de la ciudad.
Colegio del Rey, uno de los edificios destruidos.
Ruinas del convento de San Agustín.
Ruinas de San Agustín- Charles Clifford 1853
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