areks123
Madmaxista
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Invoco a los magos neցros @BritishPirate y @Urz
A ver, en los debates espirituales siempre encontramos dicotomías: monismo y pluralismo; determinismo e indeterminismo; teísmo y ateísmo...
Pero al final lo más complejo es lo más simple, qué ocurre, que si no llegas a traspasar las maquinaciones lógicas de la mente humana no llegas a atisbar que la verdad se encuentra en la síntesis.
Es decir, que la Verdad traspasa la lógica de la separación porque es unitaria, y es lo único coherente. Sólo puede concebirse el infinito cuando está en el todo y en la parte a la vez, y cuando la parte es al mismo tiempo todo y parte.
Bien, pues no hay monismo, ni pluralismo, hay las dos cosas, pues el Todo solo puede Ser Uno infinito inconmensurable e inefable, que al mismo tiempo, por ser infinito, contiene Todas las partes en su infinita pluralidad.
Determinismo e indeterminismo también existen a la vez, pues al no haber tiempo real, todas las posibilidades "infinitamente determinadas" existen siempre y en todo momento (algo que se le escapa a la mente humana mundana), y la individualización simplemente las experimenta todas pero solo está prestando atención aparentemente a una concreta, y ahí es donde conscientemente puedes indeterminadamente poner la atención a la experiencia que quieras experimentar a través de la Voluntad.
Teísmo y ateísmo. Bueno primero hay que especificar qué se entiende por Dios. Con Dios me refiero a la Consciencia Absoluta que lo abarca Todo -el concepto de tu superconsciencia extrapolado al Todo (ya que en la parte está el todo y viceversa). Cualquier ateo por mucho que niegue a Dios no puede evitar ser parte de él y lo llamará naturaleza, lo que ocurre que la naturaleza absoluta de la realidad va mucho más allá de lo medible mediante los sentidos humanos mundanos, y los que se piensan que sólo es eso lo que existe viven en la más absoluta ignorancia.
Ahora bien, entre la gente que es consciente de alguna o de todas estas certezas suele haber dos corrientes, aquel que pretende negar o menospreciar la experiencia humana y aquel que pretende potenciarla. Creo que ninguna es más o menos legítima, pero creo que para alcanzar cualquiera de ambas metas es necesario ser consciente de la Verdad del Uno.
¿Qué pasa con la experiencia humana? Pues que a poco que pienses te percatarás que esta dimensión es contradictoria, abrumadora, limitante, a veces tediosa, injusta, etc, etc. No solo es que este mundo se rija por la dualidad (sin la cual no habría consciencia individual), sino que además se rige por la depredación, es decir, por el juego de probar qué individualización ejerce con más eficacia su voluntad sobre otras individualizaciones.
Cada ser humano vive porque cada vez que come ha impuesto individualmente o colectivamente su voluntad sobre la del animal o planta que se está comiendo, y además de ello, para que esto sea posible, cada humano tiene capada aparentemente la conexión con lo numinoso. Este es el juego en el que hemos elegido encarnar o nos hemos dejado llevar para encarnar. No solo experimentamos una consciencia individual en la dualidad que en principio no es consciente de lo divino, sino que además experimentamos el juego de a ver quién ejerce más y mejor su voluntad (sobre lo demás y los demás). Este es el juego.
Quien aborrece este juego suele tender a querer negar esta dimensión y menospreciar las experiencias "carnales", quien quiere experimentar al máximo este juego suele tender a querer imponer su Voluntad. Hay que tener en cuenta que aunque sea cierto que esta dimensión en última instancia es ilusoria, al mismo tiempo la experiencia de ella en nuestra perspectiva actual es muy real. Sea como fuere, los primeros te hablarán de escapar de esta mátrix, saltar a otra dimensión menos depredadora o incluso disolverse en el Todo perdiendo su individualización (nirvana). Los segundos querrán imponer su voluntad en esta realidad mediante la acción o la magia. Y ojo, imponer tu voluntad no quiere decir que tengas que hacer daño a nadie de un nivel de consciencia semejante (a los animales o plantas si eres vegetariano es inevitable si quieres seguir viviendo), pero si que es verdad que en ciertos momentos si tu voluntad es más fuerte que la de otra persona y esta persona da su consentimiento implícita o explícitamente, puedes hacer que dicha persona se someta a tu voluntad. En esto consiste precisamente, por ejemplo, el sesso.
Pues bien, yo creo que soy de los segundos, porque ya que estoy en este juego juguemos. Pero al resto de magos neցros o blancos que pululáis por aquí, ¿cómo pretendéis ejercer vuestra voluntad si creéis que estáis a merced de unas entidades que os controlan? Existan estas entidades o no, el símil es lo mismo que el gobierno, tú eliges como te afectan, y en el fondo de los fondos, tu mismo como Todo que eres has creado ese gobierno y esas entidades, sólo que estás en una perspectiva individualizada en la que te parecen externas a ti. Tú eliges donde pones la consciencia, reíros de los parásitos, reíros del gobierno, sed vosotros el gobierno de vuestra vida y ejerced vuestra voluntad en esta vida, y cuando toque reencarnar ya veremos si queremos ir a otra dimensión o repetir partida.
A ver, en los debates espirituales siempre encontramos dicotomías: monismo y pluralismo; determinismo e indeterminismo; teísmo y ateísmo...
Pero al final lo más complejo es lo más simple, qué ocurre, que si no llegas a traspasar las maquinaciones lógicas de la mente humana no llegas a atisbar que la verdad se encuentra en la síntesis.
Es decir, que la Verdad traspasa la lógica de la separación porque es unitaria, y es lo único coherente. Sólo puede concebirse el infinito cuando está en el todo y en la parte a la vez, y cuando la parte es al mismo tiempo todo y parte.
Bien, pues no hay monismo, ni pluralismo, hay las dos cosas, pues el Todo solo puede Ser Uno infinito inconmensurable e inefable, que al mismo tiempo, por ser infinito, contiene Todas las partes en su infinita pluralidad.
Determinismo e indeterminismo también existen a la vez, pues al no haber tiempo real, todas las posibilidades "infinitamente determinadas" existen siempre y en todo momento (algo que se le escapa a la mente humana mundana), y la individualización simplemente las experimenta todas pero solo está prestando atención aparentemente a una concreta, y ahí es donde conscientemente puedes indeterminadamente poner la atención a la experiencia que quieras experimentar a través de la Voluntad.
Teísmo y ateísmo. Bueno primero hay que especificar qué se entiende por Dios. Con Dios me refiero a la Consciencia Absoluta que lo abarca Todo -el concepto de tu superconsciencia extrapolado al Todo (ya que en la parte está el todo y viceversa). Cualquier ateo por mucho que niegue a Dios no puede evitar ser parte de él y lo llamará naturaleza, lo que ocurre que la naturaleza absoluta de la realidad va mucho más allá de lo medible mediante los sentidos humanos mundanos, y los que se piensan que sólo es eso lo que existe viven en la más absoluta ignorancia.
Ahora bien, entre la gente que es consciente de alguna o de todas estas certezas suele haber dos corrientes, aquel que pretende negar o menospreciar la experiencia humana y aquel que pretende potenciarla. Creo que ninguna es más o menos legítima, pero creo que para alcanzar cualquiera de ambas metas es necesario ser consciente de la Verdad del Uno.
¿Qué pasa con la experiencia humana? Pues que a poco que pienses te percatarás que esta dimensión es contradictoria, abrumadora, limitante, a veces tediosa, injusta, etc, etc. No solo es que este mundo se rija por la dualidad (sin la cual no habría consciencia individual), sino que además se rige por la depredación, es decir, por el juego de probar qué individualización ejerce con más eficacia su voluntad sobre otras individualizaciones.
Cada ser humano vive porque cada vez que come ha impuesto individualmente o colectivamente su voluntad sobre la del animal o planta que se está comiendo, y además de ello, para que esto sea posible, cada humano tiene capada aparentemente la conexión con lo numinoso. Este es el juego en el que hemos elegido encarnar o nos hemos dejado llevar para encarnar. No solo experimentamos una consciencia individual en la dualidad que en principio no es consciente de lo divino, sino que además experimentamos el juego de a ver quién ejerce más y mejor su voluntad (sobre lo demás y los demás). Este es el juego.
Quien aborrece este juego suele tender a querer negar esta dimensión y menospreciar las experiencias "carnales", quien quiere experimentar al máximo este juego suele tender a querer imponer su Voluntad. Hay que tener en cuenta que aunque sea cierto que esta dimensión en última instancia es ilusoria, al mismo tiempo la experiencia de ella en nuestra perspectiva actual es muy real. Sea como fuere, los primeros te hablarán de escapar de esta mátrix, saltar a otra dimensión menos depredadora o incluso disolverse en el Todo perdiendo su individualización (nirvana). Los segundos querrán imponer su voluntad en esta realidad mediante la acción o la magia. Y ojo, imponer tu voluntad no quiere decir que tengas que hacer daño a nadie de un nivel de consciencia semejante (a los animales o plantas si eres vegetariano es inevitable si quieres seguir viviendo), pero si que es verdad que en ciertos momentos si tu voluntad es más fuerte que la de otra persona y esta persona da su consentimiento implícita o explícitamente, puedes hacer que dicha persona se someta a tu voluntad. En esto consiste precisamente, por ejemplo, el sesso.
Pues bien, yo creo que soy de los segundos, porque ya que estoy en este juego juguemos. Pero al resto de magos neցros o blancos que pululáis por aquí, ¿cómo pretendéis ejercer vuestra voluntad si creéis que estáis a merced de unas entidades que os controlan? Existan estas entidades o no, el símil es lo mismo que el gobierno, tú eliges como te afectan, y en el fondo de los fondos, tu mismo como Todo que eres has creado ese gobierno y esas entidades, sólo que estás en una perspectiva individualizada en la que te parecen externas a ti. Tú eliges donde pones la consciencia, reíros de los parásitos, reíros del gobierno, sed vosotros el gobierno de vuestra vida y ejerced vuestra voluntad en esta vida, y cuando toque reencarnar ya veremos si queremos ir a otra dimensión o repetir partida.
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