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Del el bichito-19 a pilinguin-22
¿Quién necesita amigos con enemigos como estos?
por Fabio Vighi
14 de marzo de 2022
HIPERREALIDAD
Como ejemplo modelo de como funciona la continuidad en Hollywood, la desescalada de la guerra contra el el bichito se ha convertido sin problemas en la escalada de la guerra de Ucrania, con Vladimir pilinguin reemplazando al bichito como enemigo público número uno. Si el cambio de emergencia era predecible, el momento de la superposición parecía casi demasiado suave para ser creíble. Sin embargo, la coreografía creativa de los medios de comunicación corporativos ha asegurado una representación unidimensional de la guerra de pilinguin, añadiendo incluso efectos especiales cuando es necesario: desde imágenes de videojuegos como War Thunder (1), Arma 3 (2) y Digital Combat Simulator (3), hasta videos de desastres del pasado (4). Visto en retrospectiva, las imágenes apocalípticas de personas colapsando en la ciudad de Wuhan en enero de 2020 (5) comparadas con las actuales parecen hechas por principiantes.
Cuando Jean Baudrillard escribió que la 'Guerra del Golfo no tuvo lugar', quiso decir que su violencia fue sobrescrita como un espectáculo mediático -un simulacro- que la convirtió en hiperrealidad: algo tan inequívoca y abrumadoramente real que elimina cualquier pregunta, duda o incredulidad sobre la opacidad intrínseca de quien las difunde. El el bichito y la oleada turística rusa son explosiones enpáticas de hiperrealidad. Como tales, nos caen encima como un manto que cubre toda la realidad en su complejidad, reemplazándola con un modelo preempaquetado basado en falsas oposiciones binarias: sano/enfermo, verdadero/falso, democrático/fascista, Bien/Mal. ¿De qué otra manera podríamos explicar la decisión (6) de las plataformas de Meta (Facebook e Instagram) de permitir que sus usuarios llamen a la violencia contra los rusos (aparentemente un cambio temporal en su política sobre la incitación al repruebo)? ¿O la suspensión (7) de un curso universitario sobre Fyodor Dostoievski por ser ruso? ¿O la negativa de una clínica privada a tratar a rusos y bielorrusos (8)? ¿No está claro que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y la cuestión ucraniana están usando para movilizar a la población la misma estrategia de guerra?
Ya no hay conexión entre la realidad y su caricatura hiperrealista del metaverso social. La guerra de pilinguin es la continuación ideal de la 'guerra contra el el bichito'. El objetivo general es ofuscar el problema real en juego, que consiste en incluir montañas de dinero barato a la economía adicta a la deuda (con dinero barato se refiere a las montañas de dinero creado artificialmente por los bancos centrales en el sistema financiero usando la esa época en el 2020 de la que yo le hablo como excusa, que ha expandido enormemente la masa monetaria, amenazando con crear una inflación fuera de control si llega a la economía real, AyR). El ciclo de emergencia es el evento macroeconómico de nuestro tiempo. Exploremos más esta afirmación.
LA BOMBA DE TIEMPO DE UCRANIA
De la representación hiperreal de la 'guerra de pilinguin' se excluyen dos grupos de preguntas. Primero, el (obvio) geopolítico: Ucrania era una bomba de relojería lista para estallar. La expansión de la OTAN hacia el este había culminado con la orquestación del cambio de régimen ucraniano de 2014, que, como dijo recientemente el politólogo estadounidense John Mearsheimer (9), “derrocó a un líder prorruso e instaló a un líder proestadounidense” como parte de un plan para “convertir a Ucrania en un baluarte occidental en la frontera con Rusia”. En lenguaje sencillo, un golpe de estado (10) (con repercusiones como la masacre de Odessa (11) del 2 de mayo de 2014). Si alguien necesita confirmarlo, la conversación telefónica filtrada entre Nuland y Pyatt de febrero de 2014 (12) ayudará: muestra al Departamento de Estado de EEUU de la administración Obama planeando la composición del nuevo gobierno ucraniano pocos días antes del levantamiento de la plaza de Maidan que desencadenó la caída del gobierno de Yanukovich.
En los últimos años, mientras las autoproclamadas repúblicas de Donbas y las minorías etnianas (13) sufrían ataques continuos de las milicias ultranacionalistas de Ucrania (que causaron miles de víctimas), la OTAN, dirigida por Estados Unidos, intensificó su militarización del país (14), incluso trabajando junto (15) con neonazis ucranianos (16), cuyo papel está lejos de ser marginal (17) en un país cuyo parlamento ha decidido conmemorar el cumpleaños del colaborador nancy Stepan Bandera como fiesta nacional (18). La OTAN actuósabiendo que, para Rusia, su acuerdo con Ucrania equivaldría a una declaración de guerra, como subrayó pilinguin en su famoso discurso (19) en la Conferencia de Política de Seguridad de Múnich del 11 de febrero de 2007. Se han seguido desplegando tropas y bases militares de la OTAN equipadas con misiles antibalísticos defensivos (que se pueden convertir en armas nucleares ofensivas) en diversas regiones de Europa del Este. Aquí, entonces, viene la pregunta retórica: si Rusia tuviera tal artillería rodeando a los Estados Unidos desde, digamos, Cuba, México o Canadá, ¿la toleraría Joe Biden (o cualquier otra persona en su posición)? Es por eso que la bomba ucraniana, después de décadas de movimientos provocativos, estaba lista para detonar.
GUERRA FINANCIERA
El segundo grupo de cuestiones se refiere a la agenda económica, que se ponen de manifiestocon la guerra financiera. Se supone que las sanciones draconianas (20) impuestas por líderes occidentales que hablan con dureza (principalmente la congelación de activos y la exclusión de los bancos rusos del sistema de pago global SWIFT) dañarán a pilinguin y sus repentinamente censurables 'oligarcas'. Sin embargo, no está nada claro si este objetivo es alcanzable o incluso deseable. ¿Pueden realmente permitirse EEUU y la UE, cuyos principales bancos de inversión están expuestos a la deuda rusa (21), jugar el juego financiero de la gallina con Rusia? (el 'juego de la gallina' se basa en la idea de crear presión psicológica hasta que uno de los participantes se echa atrás, AyR) ¿Y por qué JP Morgan contradiría la narrativa oficial que habla de la implosión de la economía del enemigo al recomendar (22) que sus clientes aumenten sus posiciones en parte de la deuda corporativa de Rusia? De facto, el megabanco estadounidense apuesta por una pronta recuperación de Rusia.
Además, Rusia es el mayor productor mundial de casi todas las materias primas y, con los niveles actuales de inflación creciente en todo el mundo, parece casi imposible, o suicida, prescindir de sus suministros. ¿Es por eso que la eliminación gradual del gas ruso en Europa ha llevado a importar carbón... de Rusia?? (23) Los medios predicen que las sanciones provocarán el colapso del rublo y, por lo tanto, el fin del reinado de pilinguin. Sin embargo, pilinguin se ha estado abasteciendo de reservas de FX (divisas extranjeras) y especialmente de oro. Si la economía rusa se hunde, podría emitir bonos y cubrir su valor con reservas de petróleo, oro y gas. En resumen, parece tener más influencia de lo que nuestros medios nos quieren hacer creer. Expulsar a Rusia del sistema SWIFT denominado en dólares también le daría a pilinguin más incentivos para buscar otros mercados y monedas para comerciar (especialmente China), lo que a su vez socavaría aún más la hegemonía del dólar y, por lo tanto, casi todo lo demás. La tan temida desdolarización de la economía podría convertirse rápidamente en realidad. Entonces, ¿y si las sanciones son sólo un engaño?
EL ELEFANTE DE GAZPROM EN LA HABITACIÓN (CLIMATIZADA)
Mientras están ocupados aumentando las medidas restrictivas vendidas al público como hechos heroicos, los líderes de la UE y EEUU han tenido cuidado desde el principio (24) de evitar cortar los lazos con algunos de los pesos pesados financieros de Rusia, como el Sberbank (Alemania se ha opuesto a imponerle sanciones (25)) y especialmente Gazprombank: ¿Por qué? Sberbank es el instituto de crédito y tenedor de activos más grande de Rusia, por lo que un embargo total implicaría daños colaterales sustanciales para los bancos occidentales. Sin embargo, el verdadero elefante en la habitación es Gazprombank, ya que gestiona los pagos del petróleo y el gas rusos de los que dependen los países de la UE y que siguen comprando (26). Solo alrededor de una cuarta parte del sector bancario ruso está actualmente bajo sanciones. ¿Está esto realmente destinado a detener a pilinguin?
Wolfgang Munchau (ex autoridad del Financial Times (27)) resumió la hipocresía de la UE (y EEUU) con una sencillez encantadora: “La UE está dando ánimos al bandoo ucraniano desde una distancia segura, observando lo que pasa desde cálidas salas de estar calentadas con gas ruso”. En la medida en que Rusia es un socio comercial clave para Europa (casi la mitad del gas europeo proviene de Rusia), pero también para EEUU (importador de petróleo ruso), es poco probable que las sanciones se materialicen en la realidad como lo hacen en las noticias. Entonces, si la 'bazuca de las sanciones' resulta ser una pistola de agua o un boomerang, tenemos que buscar respuestas en otra parte.
LA ENREDADA RED QUE ESTAMOS TEJIENDO
Consideremos la decisión de Occidente de suministrar miles de armas a Ucrania justo cuando las delegaciones rusa y ucraniana estaban sentadas a la mesa de la primera ronda de negociaciones en Gomel (Bielorrusia). Rusia reclamaba, como lo hizo desde el principio, la neutralidad de Ucrania, su desmilitarización y la autonomía de Crimea y las Repúblicas del Donbas. El envío de ayuda militar a Ucrania difícilmente ayudaría a un resultado exitoso de las negociaciones o, para el caso, del conflicto. Entonces, ¿qué estrategia persigue la OTAN? Dicho de otra manera: ¿qué guión ha estado leyendo el presidente Zelensky? Al rechazar las condiciones de pilinguin, ¿piensa Zelensky que puede repeler al ejército ruso por su cuenta? ¿O espera que la OTAN intervenga y comience la Tercera Guerra Mundial? En cualquier caso, estaría loco. Como comediante convertido en político hace menos de cuatro años (después de interpretar al presidente ucraniano en una serie de televisión), Zelensky parece perfecto para el papel (28). Pero aquí la trama se complica.
Al igual que su predecesor Poroshenko, Zelensky podría estar en posesión de información potencialmente comprometedora sobre la parodia del Russiagate, o las conexiones ucranianas de la familia Biden (29), incluido que Hunter, hijo del presidente de EEUU, tomase parte de la junta del gigante de gas ucraniano Burisma en 2014, inmediatamente después de los acontecimientos de la plaza del Maidan. Para agregar más complejidad, la neoconservadora Victoria Nuland (ahora subsecretaria de Estado) ha declarado (30) ante el Senado de los EEUU que "Ucrania tiene instalaciones de investigación biológica", lo que confirma las acusaciones rusas (31) y chinas (32) hasta entonces ridiculizadas como "teoría de la conspiración" por la cohorte habitual de los autoproclamados verificadores de bulos (33). ¿Por qué Nuland sintió la irresistible necesidad de lanzar la bomba del laboratorio biológico, contradiciendo la refutación enojada (34) de Jen Psaki el día anterior? (Jen Psaki es la secretaria de prensa de la Casa Blanca, AyR) ¿Por qué Nuland advirtió que se debería impedir que los rusos llegaran a estas "instalaciones"? ¿Estaba el intercambio público de datos de Nuland con el senador Marco Rubio destinado a ocultar alguna vergonzosa verdad sobre los programas de 'Reducción de amenazas biológicas' (35) financiados por Estados Unidos en Ucrania? Ahora que la OMS también se ha involucrado (36), solo una cosa es segura: hemos vuelto a las intrigas de la Guerra Fría. Y la pregunta que hay que hacerse es siempre la misma: cui prodest?
ADICCIÓN A LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA
Si bien el párrafo anterior puede ser relevante para dar sentido a la tragedia humana que está teniendo lugar, mi opinión es que, en última instancia, lo que está pasando en Ucrania tiene escrita la palabra 'macroeconomía por todas partes. La razón de ello es algo que es más probable que entiendan los analistas financieros, en lugar de los filósofos: un conflicto prolongado legitima el sacar más deuda del futuro, mientras que se puede culpar del tsunami económico que se avecina a la última reencarnación del Dr. Strangelove. Esencialmente, con su ofensiva militar, 'Mad Vlad' ha permitido que la Reserva Federal (y otros bancos centrales importantes) pospongan el día del juicio final para nuestro sistema económico ultrafinanciarizado. Porque la deuda barata invertida en más deuda es lo que evita que el Titanic se hunda.
Dado que la demanda de activos financieros se sustenta en la demanda de deuda, los estados de emergencia globales justifican precisamente la solicitud de más préstamos: se crean montañas de efectivo barato de la nada y se utilizan como apalancamiento financiero. El apetito por el endeudamiento es ahora realmente endémico, ya que también afecta a la economía real, los hogares y, de manera crucial, a los gobiernos. Esta es la razón por la cual los estados de emergencia globales son el principal motor de la expansión monetaria artificial, que a su vez representa la vía capitalista de escape hacia adelante de la crisis de valorización (la incapacidad para generar cantidades socialmente suficientes de plusvalía y, por lo tanto, riqueza real) que ha plagado nuestro modo de producción desde la Tercera Revolución Industrial y la implosión del sistema de Bretton Woods en la década de 1970.
Por la razón anterior, parece legítimo argumentar que todos los acontecimientos geopolíticos se originan o están fuertemente condicionados por lo que sucede en el Olimpo financiero. La esa época en el 2020 de la que yo le hablo de pilinguin, entonces, está impulsada por la misma artimaña que impulsó la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito: otorgar a los bancos centrales una licencia gratuita para prolongar sus monumentales juergas de impresión de dinero, que impulsan los mercados al tiempo que ejercen una mayor presión sobre la economía mundial. Esta es la calle de sentido único del capitalismo contemporáneo.
LA BOMBA DE RELOJERÍA DE LA CRISIS DE LA DEUDA
Debemos tener siempre firmemente presente el panorama general: desde 2009, todos los principales bancos centrales han estado llevado a cabo un atracón de creación de dinero sin precedentes, del cual no se vislumbra un final. La producción de deuda barata por valor de billones funciona como un mecanismo compensatorio para una economía global en caída libre que depende cada vez más de una 'burbuja de todo' de proporciones grotescas (que, por supuesto, eventualmente estallará). La Reserva Federal de Atlanta ha recortado ahora las expectativas de crecimiento del PIB de EEUU en el primer trimestre de 2022 al 0,0% (37), inaugurando oficialmente una nueva era de estanflación que nos retrotrae a la década de 1970, aunque sin margen para repetir lo que se hizo entonces para evitar el colapso. Solo podemos entender para qué sirven los estados de emergencia actuales colocándolos en este contexto.
En la actualidad, la Fed está consiguiendo algo que solo una guerra podría garantizar. Es decir, la justificación ideal para frenar (38) el aumento planificado de las tasas de interés (el costo de pedir dinero prestado). Incluso un aumento de la tasa de 50 puntos básicos ahora parece poco probable para 2022. Después de todo, una guerra tiende a ser beneficiosa para el mercado de valores, particularmente cuando previene aumentos de tasas que expondrían la estratagema manipuladora de Quantitative Easingestructural (la compra de activos por los bancos centrales). Con toda probabilidad, cuanto más tensa se vuelva la situación en Ucrania, más se estabilizará el mercado de bonos y más caerán los rendimientos (el mercado de bonos actúa como el canario en la mina de carbón para una posible caída del mercado). Además, la suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, decidida en 2020 a causa del el bichito, podría prorrogarse ahora sine die. Así, a pesar de las señales recientes (39) de el contrario, el conflicto ucraniano podría permitir fácilmente a la UE dar otra patada para adelante más a la 'lata de la crisis de la deuda pública'.
La conclusión es que nuestras economías impregnadas de deuda continúan necesitando más QE en lugar de menos, por la sencilla razón de que su deuda supera con creces su PIB. Por eso la bomba de relojería de la crisis de Ucrania es una extensión de la bomba de relojería de la crisis de la deuda. Lo que este último requiere es un régimen permanente de QE calibrado a través de una sucesión cíclica de emergencias globales: pandemias, campañas terroristas, amenazas nucleares, guerras comerciales, conflictos militares o, por qué no, el aterrizaje de extraterrestres. El caos debe ser invocado en cada oportunidad que se presente, y con él, idealmente, la figura de un enemigo brutal y sanguinario. Ya sea que tenga lugar en los medios o en la realidad, es el bucle de emergencia lo que importa, porque mantiene abierto el grifo monetario. No olvidemos que el capital es un proceso ciego que detesta el estancamiento: debe estar en constante movimiento, aun cuando el movimiento signifique acumular cantidades cada vez mayores de deuda insostenible, por todos los medios posibles.
por Fabio Vighi
14 de marzo de 2022
HIPERREALIDAD
Como ejemplo modelo de como funciona la continuidad en Hollywood, la desescalada de la guerra contra el el bichito se ha convertido sin problemas en la escalada de la guerra de Ucrania, con Vladimir pilinguin reemplazando al bichito como enemigo público número uno. Si el cambio de emergencia era predecible, el momento de la superposición parecía casi demasiado suave para ser creíble. Sin embargo, la coreografía creativa de los medios de comunicación corporativos ha asegurado una representación unidimensional de la guerra de pilinguin, añadiendo incluso efectos especiales cuando es necesario: desde imágenes de videojuegos como War Thunder (1), Arma 3 (2) y Digital Combat Simulator (3), hasta videos de desastres del pasado (4). Visto en retrospectiva, las imágenes apocalípticas de personas colapsando en la ciudad de Wuhan en enero de 2020 (5) comparadas con las actuales parecen hechas por principiantes.
Cuando Jean Baudrillard escribió que la 'Guerra del Golfo no tuvo lugar', quiso decir que su violencia fue sobrescrita como un espectáculo mediático -un simulacro- que la convirtió en hiperrealidad: algo tan inequívoca y abrumadoramente real que elimina cualquier pregunta, duda o incredulidad sobre la opacidad intrínseca de quien las difunde. El el bichito y la oleada turística rusa son explosiones enpáticas de hiperrealidad. Como tales, nos caen encima como un manto que cubre toda la realidad en su complejidad, reemplazándola con un modelo preempaquetado basado en falsas oposiciones binarias: sano/enfermo, verdadero/falso, democrático/fascista, Bien/Mal. ¿De qué otra manera podríamos explicar la decisión (6) de las plataformas de Meta (Facebook e Instagram) de permitir que sus usuarios llamen a la violencia contra los rusos (aparentemente un cambio temporal en su política sobre la incitación al repruebo)? ¿O la suspensión (7) de un curso universitario sobre Fyodor Dostoievski por ser ruso? ¿O la negativa de una clínica privada a tratar a rusos y bielorrusos (8)? ¿No está claro que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y la cuestión ucraniana están usando para movilizar a la población la misma estrategia de guerra?
Ya no hay conexión entre la realidad y su caricatura hiperrealista del metaverso social. La guerra de pilinguin es la continuación ideal de la 'guerra contra el el bichito'. El objetivo general es ofuscar el problema real en juego, que consiste en incluir montañas de dinero barato a la economía adicta a la deuda (con dinero barato se refiere a las montañas de dinero creado artificialmente por los bancos centrales en el sistema financiero usando la esa época en el 2020 de la que yo le hablo como excusa, que ha expandido enormemente la masa monetaria, amenazando con crear una inflación fuera de control si llega a la economía real, AyR). El ciclo de emergencia es el evento macroeconómico de nuestro tiempo. Exploremos más esta afirmación.
LA BOMBA DE TIEMPO DE UCRANIA
De la representación hiperreal de la 'guerra de pilinguin' se excluyen dos grupos de preguntas. Primero, el (obvio) geopolítico: Ucrania era una bomba de relojería lista para estallar. La expansión de la OTAN hacia el este había culminado con la orquestación del cambio de régimen ucraniano de 2014, que, como dijo recientemente el politólogo estadounidense John Mearsheimer (9), “derrocó a un líder prorruso e instaló a un líder proestadounidense” como parte de un plan para “convertir a Ucrania en un baluarte occidental en la frontera con Rusia”. En lenguaje sencillo, un golpe de estado (10) (con repercusiones como la masacre de Odessa (11) del 2 de mayo de 2014). Si alguien necesita confirmarlo, la conversación telefónica filtrada entre Nuland y Pyatt de febrero de 2014 (12) ayudará: muestra al Departamento de Estado de EEUU de la administración Obama planeando la composición del nuevo gobierno ucraniano pocos días antes del levantamiento de la plaza de Maidan que desencadenó la caída del gobierno de Yanukovich.
En los últimos años, mientras las autoproclamadas repúblicas de Donbas y las minorías etnianas (13) sufrían ataques continuos de las milicias ultranacionalistas de Ucrania (que causaron miles de víctimas), la OTAN, dirigida por Estados Unidos, intensificó su militarización del país (14), incluso trabajando junto (15) con neonazis ucranianos (16), cuyo papel está lejos de ser marginal (17) en un país cuyo parlamento ha decidido conmemorar el cumpleaños del colaborador nancy Stepan Bandera como fiesta nacional (18). La OTAN actuósabiendo que, para Rusia, su acuerdo con Ucrania equivaldría a una declaración de guerra, como subrayó pilinguin en su famoso discurso (19) en la Conferencia de Política de Seguridad de Múnich del 11 de febrero de 2007. Se han seguido desplegando tropas y bases militares de la OTAN equipadas con misiles antibalísticos defensivos (que se pueden convertir en armas nucleares ofensivas) en diversas regiones de Europa del Este. Aquí, entonces, viene la pregunta retórica: si Rusia tuviera tal artillería rodeando a los Estados Unidos desde, digamos, Cuba, México o Canadá, ¿la toleraría Joe Biden (o cualquier otra persona en su posición)? Es por eso que la bomba ucraniana, después de décadas de movimientos provocativos, estaba lista para detonar.
GUERRA FINANCIERA
El segundo grupo de cuestiones se refiere a la agenda económica, que se ponen de manifiestocon la guerra financiera. Se supone que las sanciones draconianas (20) impuestas por líderes occidentales que hablan con dureza (principalmente la congelación de activos y la exclusión de los bancos rusos del sistema de pago global SWIFT) dañarán a pilinguin y sus repentinamente censurables 'oligarcas'. Sin embargo, no está nada claro si este objetivo es alcanzable o incluso deseable. ¿Pueden realmente permitirse EEUU y la UE, cuyos principales bancos de inversión están expuestos a la deuda rusa (21), jugar el juego financiero de la gallina con Rusia? (el 'juego de la gallina' se basa en la idea de crear presión psicológica hasta que uno de los participantes se echa atrás, AyR) ¿Y por qué JP Morgan contradiría la narrativa oficial que habla de la implosión de la economía del enemigo al recomendar (22) que sus clientes aumenten sus posiciones en parte de la deuda corporativa de Rusia? De facto, el megabanco estadounidense apuesta por una pronta recuperación de Rusia.
Además, Rusia es el mayor productor mundial de casi todas las materias primas y, con los niveles actuales de inflación creciente en todo el mundo, parece casi imposible, o suicida, prescindir de sus suministros. ¿Es por eso que la eliminación gradual del gas ruso en Europa ha llevado a importar carbón... de Rusia?? (23) Los medios predicen que las sanciones provocarán el colapso del rublo y, por lo tanto, el fin del reinado de pilinguin. Sin embargo, pilinguin se ha estado abasteciendo de reservas de FX (divisas extranjeras) y especialmente de oro. Si la economía rusa se hunde, podría emitir bonos y cubrir su valor con reservas de petróleo, oro y gas. En resumen, parece tener más influencia de lo que nuestros medios nos quieren hacer creer. Expulsar a Rusia del sistema SWIFT denominado en dólares también le daría a pilinguin más incentivos para buscar otros mercados y monedas para comerciar (especialmente China), lo que a su vez socavaría aún más la hegemonía del dólar y, por lo tanto, casi todo lo demás. La tan temida desdolarización de la economía podría convertirse rápidamente en realidad. Entonces, ¿y si las sanciones son sólo un engaño?
EL ELEFANTE DE GAZPROM EN LA HABITACIÓN (CLIMATIZADA)
Mientras están ocupados aumentando las medidas restrictivas vendidas al público como hechos heroicos, los líderes de la UE y EEUU han tenido cuidado desde el principio (24) de evitar cortar los lazos con algunos de los pesos pesados financieros de Rusia, como el Sberbank (Alemania se ha opuesto a imponerle sanciones (25)) y especialmente Gazprombank: ¿Por qué? Sberbank es el instituto de crédito y tenedor de activos más grande de Rusia, por lo que un embargo total implicaría daños colaterales sustanciales para los bancos occidentales. Sin embargo, el verdadero elefante en la habitación es Gazprombank, ya que gestiona los pagos del petróleo y el gas rusos de los que dependen los países de la UE y que siguen comprando (26). Solo alrededor de una cuarta parte del sector bancario ruso está actualmente bajo sanciones. ¿Está esto realmente destinado a detener a pilinguin?
Wolfgang Munchau (ex autoridad del Financial Times (27)) resumió la hipocresía de la UE (y EEUU) con una sencillez encantadora: “La UE está dando ánimos al bandoo ucraniano desde una distancia segura, observando lo que pasa desde cálidas salas de estar calentadas con gas ruso”. En la medida en que Rusia es un socio comercial clave para Europa (casi la mitad del gas europeo proviene de Rusia), pero también para EEUU (importador de petróleo ruso), es poco probable que las sanciones se materialicen en la realidad como lo hacen en las noticias. Entonces, si la 'bazuca de las sanciones' resulta ser una pistola de agua o un boomerang, tenemos que buscar respuestas en otra parte.
LA ENREDADA RED QUE ESTAMOS TEJIENDO
Consideremos la decisión de Occidente de suministrar miles de armas a Ucrania justo cuando las delegaciones rusa y ucraniana estaban sentadas a la mesa de la primera ronda de negociaciones en Gomel (Bielorrusia). Rusia reclamaba, como lo hizo desde el principio, la neutralidad de Ucrania, su desmilitarización y la autonomía de Crimea y las Repúblicas del Donbas. El envío de ayuda militar a Ucrania difícilmente ayudaría a un resultado exitoso de las negociaciones o, para el caso, del conflicto. Entonces, ¿qué estrategia persigue la OTAN? Dicho de otra manera: ¿qué guión ha estado leyendo el presidente Zelensky? Al rechazar las condiciones de pilinguin, ¿piensa Zelensky que puede repeler al ejército ruso por su cuenta? ¿O espera que la OTAN intervenga y comience la Tercera Guerra Mundial? En cualquier caso, estaría loco. Como comediante convertido en político hace menos de cuatro años (después de interpretar al presidente ucraniano en una serie de televisión), Zelensky parece perfecto para el papel (28). Pero aquí la trama se complica.
Al igual que su predecesor Poroshenko, Zelensky podría estar en posesión de información potencialmente comprometedora sobre la parodia del Russiagate, o las conexiones ucranianas de la familia Biden (29), incluido que Hunter, hijo del presidente de EEUU, tomase parte de la junta del gigante de gas ucraniano Burisma en 2014, inmediatamente después de los acontecimientos de la plaza del Maidan. Para agregar más complejidad, la neoconservadora Victoria Nuland (ahora subsecretaria de Estado) ha declarado (30) ante el Senado de los EEUU que "Ucrania tiene instalaciones de investigación biológica", lo que confirma las acusaciones rusas (31) y chinas (32) hasta entonces ridiculizadas como "teoría de la conspiración" por la cohorte habitual de los autoproclamados verificadores de bulos (33). ¿Por qué Nuland sintió la irresistible necesidad de lanzar la bomba del laboratorio biológico, contradiciendo la refutación enojada (34) de Jen Psaki el día anterior? (Jen Psaki es la secretaria de prensa de la Casa Blanca, AyR) ¿Por qué Nuland advirtió que se debería impedir que los rusos llegaran a estas "instalaciones"? ¿Estaba el intercambio público de datos de Nuland con el senador Marco Rubio destinado a ocultar alguna vergonzosa verdad sobre los programas de 'Reducción de amenazas biológicas' (35) financiados por Estados Unidos en Ucrania? Ahora que la OMS también se ha involucrado (36), solo una cosa es segura: hemos vuelto a las intrigas de la Guerra Fría. Y la pregunta que hay que hacerse es siempre la misma: cui prodest?
ADICCIÓN A LAS MEDIDAS DE EMERGENCIA
Si bien el párrafo anterior puede ser relevante para dar sentido a la tragedia humana que está teniendo lugar, mi opinión es que, en última instancia, lo que está pasando en Ucrania tiene escrita la palabra 'macroeconomía por todas partes. La razón de ello es algo que es más probable que entiendan los analistas financieros, en lugar de los filósofos: un conflicto prolongado legitima el sacar más deuda del futuro, mientras que se puede culpar del tsunami económico que se avecina a la última reencarnación del Dr. Strangelove. Esencialmente, con su ofensiva militar, 'Mad Vlad' ha permitido que la Reserva Federal (y otros bancos centrales importantes) pospongan el día del juicio final para nuestro sistema económico ultrafinanciarizado. Porque la deuda barata invertida en más deuda es lo que evita que el Titanic se hunda.
Dado que la demanda de activos financieros se sustenta en la demanda de deuda, los estados de emergencia globales justifican precisamente la solicitud de más préstamos: se crean montañas de efectivo barato de la nada y se utilizan como apalancamiento financiero. El apetito por el endeudamiento es ahora realmente endémico, ya que también afecta a la economía real, los hogares y, de manera crucial, a los gobiernos. Esta es la razón por la cual los estados de emergencia globales son el principal motor de la expansión monetaria artificial, que a su vez representa la vía capitalista de escape hacia adelante de la crisis de valorización (la incapacidad para generar cantidades socialmente suficientes de plusvalía y, por lo tanto, riqueza real) que ha plagado nuestro modo de producción desde la Tercera Revolución Industrial y la implosión del sistema de Bretton Woods en la década de 1970.
Por la razón anterior, parece legítimo argumentar que todos los acontecimientos geopolíticos se originan o están fuertemente condicionados por lo que sucede en el Olimpo financiero. La esa época en el 2020 de la que yo le hablo de pilinguin, entonces, está impulsada por la misma artimaña que impulsó la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito: otorgar a los bancos centrales una licencia gratuita para prolongar sus monumentales juergas de impresión de dinero, que impulsan los mercados al tiempo que ejercen una mayor presión sobre la economía mundial. Esta es la calle de sentido único del capitalismo contemporáneo.
LA BOMBA DE RELOJERÍA DE LA CRISIS DE LA DEUDA
Debemos tener siempre firmemente presente el panorama general: desde 2009, todos los principales bancos centrales han estado llevado a cabo un atracón de creación de dinero sin precedentes, del cual no se vislumbra un final. La producción de deuda barata por valor de billones funciona como un mecanismo compensatorio para una economía global en caída libre que depende cada vez más de una 'burbuja de todo' de proporciones grotescas (que, por supuesto, eventualmente estallará). La Reserva Federal de Atlanta ha recortado ahora las expectativas de crecimiento del PIB de EEUU en el primer trimestre de 2022 al 0,0% (37), inaugurando oficialmente una nueva era de estanflación que nos retrotrae a la década de 1970, aunque sin margen para repetir lo que se hizo entonces para evitar el colapso. Solo podemos entender para qué sirven los estados de emergencia actuales colocándolos en este contexto.
En la actualidad, la Fed está consiguiendo algo que solo una guerra podría garantizar. Es decir, la justificación ideal para frenar (38) el aumento planificado de las tasas de interés (el costo de pedir dinero prestado). Incluso un aumento de la tasa de 50 puntos básicos ahora parece poco probable para 2022. Después de todo, una guerra tiende a ser beneficiosa para el mercado de valores, particularmente cuando previene aumentos de tasas que expondrían la estratagema manipuladora de Quantitative Easingestructural (la compra de activos por los bancos centrales). Con toda probabilidad, cuanto más tensa se vuelva la situación en Ucrania, más se estabilizará el mercado de bonos y más caerán los rendimientos (el mercado de bonos actúa como el canario en la mina de carbón para una posible caída del mercado). Además, la suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, decidida en 2020 a causa del el bichito, podría prorrogarse ahora sine die. Así, a pesar de las señales recientes (39) de el contrario, el conflicto ucraniano podría permitir fácilmente a la UE dar otra patada para adelante más a la 'lata de la crisis de la deuda pública'.
La conclusión es que nuestras economías impregnadas de deuda continúan necesitando más QE en lugar de menos, por la sencilla razón de que su deuda supera con creces su PIB. Por eso la bomba de relojería de la crisis de Ucrania es una extensión de la bomba de relojería de la crisis de la deuda. Lo que este último requiere es un régimen permanente de QE calibrado a través de una sucesión cíclica de emergencias globales: pandemias, campañas terroristas, amenazas nucleares, guerras comerciales, conflictos militares o, por qué no, el aterrizaje de extraterrestres. El caos debe ser invocado en cada oportunidad que se presente, y con él, idealmente, la figura de un enemigo brutal y sanguinario. Ya sea que tenga lugar en los medios o en la realidad, es el bucle de emergencia lo que importa, porque mantiene abierto el grifo monetario. No olvidemos que el capital es un proceso ciego que detesta el estancamiento: debe estar en constante movimiento, aun cuando el movimiento signifique acumular cantidades cada vez mayores de deuda insostenible, por todos los medios posibles.
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