Que esté petado de jovenlandeses es otro factor a tener en cuenta. Que en España la gente va de progre pero luego la realidad es otra: nadie quiere jovenlandeses cerca.
Es curioso lo que está pasando en lugares como Cataluña o el País Vasco, no querían tenernos a los españoles allí y ahora de van a comer a los jovenlandeses con patatas. Ese será el turismo que tendrán a partir de ahora porque suelen ser sobre todo los jovenlandeses residentes allí que tienen primos en Francia o Bélgica.
Entre eso y los precios dignos de Mónaco, se van a ir al carajo.
Si orientas el turismo a un masificación de lumpen, que es lo que ha hecho este país por décadas, acabas provocando la ruina.
Los hosteleros que se pensaban que la gente seguiría pagando burradas en sitios masificados, se meterán una leche de realidad.