otroyomismo
Madmaxista
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parte I
La mayoría de personas que habitan en este planeta creen vivir en países democráticos gobernados por políticos que resultan electos por mediación del voto de la ciudadanía a través de procesos electorales. No cabe duda de que esto es lo que invitan a pensar las apariencias
Sin embargo, un reducido número de personas afirma que la democracia tan solo es una ilusión creada por quienes realmente gobiernan el mundo desde las sombras para inspirar una falsa sensación de libertad en la población. De esta forma, mientras que las condiciones de vida empeoran, el ciudadano de a pié no puede más que proyectar la causa de sus problemas y/o buscar soluciones en las personas equivocadas; quienes, aun por encima, se supone fueron elegidas democráticamente.
Desde que en el mes de marzo del 2020 fue declarada la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19, este ha sido un tema que ha salido una vez tras otra a la palestra, ya que aquellos a los que los medios de comunicación estigmatizaron como “negacionistas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo” hicieron todo lo posible por hacer comprender al resto de la ciudadanía que casi todos los políticos, medios de comunicación y organizaciones sanitarias del mundo estaban siendo dirigidos desde mucho más arriba para tras*mitir a la población la misma serie de mentiras.
Para la inmensa mayoría de personas, la posibilidad de que tantos políticos, periodistas y médicos/sanitarios de tantos países diferentes pudieran actuar mancomunadamente con el propósito de engañar y aterrorizar a la población mundial, resulta inadmisible. Por lo que a los medios de comunicación no les costó mucho trabajo colgar a los “negacionistas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo” una nueva etiqueta: la de “teóricos de la conspiración”.
Discernir si los negacionistas son realmente unos conspiranoicos, o si dicen la verdad –y en cambio eran los medios de comunicación quienes mentían como bellacos–, resulta muy sencillo si se está dispuesto a realizar el trabajo de investigación correspondiente. Un pesquisa que tan solo requiere de comprobar quienes son los principales propietarios del accionariado de 1) las empresas farmacéuticas más importantes, las cuales riegan con su financiación y marcan las pautas a seguir al resto de organizaciones sanitarias; 2), de los principales medios de comunicación; y, 3), de la banca internacional; a la cual, tal y como explicaré más adelante con mayor detenimiento, se hayan sujetos los gobernantes de la totalidad de los países del mundo en base a la enorme cantidad de deuda pública acumulada por cada uno de ellos debido al fraudulento sistema económico y/o bancario mundial – para entender esto último recomiendo encarecidamente el visionado del documental “El dinero es deuda”–.
Si al realizar estas averiguaciones descubriésemos que los principales accionistas/propietarios de estas empresas farmacéuticas, medios de comunicación y bancos internacionales, fuesen siempre los mismos, podríamos concluir que todos estos farmacéuticos/sanitarios, periodistas y presentadores de radio/televisión y gobernantes y políticos, sí trabajarían todos ellos bajo la dirección de unas mismas personas y directrices y, consecuentemente, en pos de unos mismos intereses.
Dicho esto, ¡vamos al lío!
¿Quiénes son los principales accionistas de las empresas farmacéuticas que resultaron más beneficiadas a raíz de la declaración de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19?
La respuesta a esta pregunta es la misma en los cuatro casos correspondientes a las cuatro empresas pioneras en lo que a la fabricación y comercialización de “banderillas” contra la el bichito-19 se refirió: el fondo de inversión Vanguard.
¡Qué casualidad!
Vanguard posee el 9% de accionariado Pfizer, seguida por Blackrock con el 7,88% y por State Street Corporation con el 5,09%. Si bien debe además tenerse en cuenta, que Vanguard es también la principal accionista tanto de Blackrock como de State Street Corporation. Y para terminar de cerrar el círculo, resulta que Blackrock y State Street Corporation son a su vez la principal y la sexta mayor inversionista, respectivamente, de Vanguard. Por lo que, cuando de ahora en adelante, leamos los nombres de Blackrock o State Street Corporation, sabremos que estos otros fondos de inversión no son sino extensiones de la propia Vanguard.
Continuamos con Moderna y nos encontramos con que entre Vanguard, Blackrock y State Street, poseen más del 17% de su accionariado.
Por otra parte, los tres primeros accionistas de la Johnson & Johnson son, en este mismo orden, Vanguard, Blackrock, y State Street.
Y, por último, tenemos a Astrazeneca, la cual pareciera ser la excepción a la regla, ya que ninguno de estos tres fondos de inversión aparece en el listado de sus primeros accionistas. ¿Pero qué ocurre si profundizamos solo un poquito más y buscamos quienes son los principales accionistas del principal accionista de Astrazeneca? Lo que sucede es que que los tres principales accionistas de T.Rowe Price Group son, también en este mismo orden, Vanguard, Blackrock y State Street.
Aclaradas las bases de la financiación de las farmacéuticas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, pasemos a la siguiente cuestión.
¿Quiénes son los principales accionistas de los medios de comunicación más importantes del mundo?
Las seis grandes empresas que agrupan en su seno al 70% de los medios de comunicación del mundo, todas ellas con sede en los Estados Unidos, son Time Warner, Disney, NBC Universal, NewsCorp, y las fusionadas Viacom y CBS. Entre todas tienen en propiedad 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 2.400 editoriales, 9.000 emisoras de radio y 1.500 cadenas de televisión. Por lo que podemos deducir que “la verdad oficial” del planeta tierra es tras*mitida a través de esta enorme conglomeración mediática. ¿Os imagináis el peligro que supondría que todos estos medios de comunicación pertenecieran a un mismo dueño?
¡Comprobémoslo!
Comenzamos por la Warner Bros y descubrimos que sus principales accionistas son, vaya una sorpresa, Vanguard, Blackrock y State Street.
Venga, a ver si adivináis cuales son los tres primeros accionistas y en qué orden, de Disney.
¡Premio al caballero!
La respuesta es Vanguard, Blackrock y State Street.
Continuamos con News Corporation solo para comprobar que más del 8% del valor total de su accionariado se reparte entre Blackrock, State Street y Vanguard.
Por su parte, NBC Universal cuenta Vanguard, Blackrock y State Street, como su primero, su segundo y su cuarto inversor principal, respectivamente. El nombre de sus acciones es Comcast Corporation.
Y, por último, la Paramount Global, la cual cuenta como segundo, tercer y cuarto principales inversores con Vanguard, Blackrock y State Street, respectivamente.
El primer inversor de la Paramount es Berkshire Hathaway, y no sé si seríais capaces de adivinar cuales son y en qué orden, sus tres primeros inversores.
¿Qué aburrido verdad? ¡Siempre es lo mismo!: Vanguard, Blackrock y State Street.
Pues todavía no he termiado con los medios de comunicación. Aun queda darnos una vuelta por las tres principales conglomeraciones mediáticas de esta España en la que habitamos: que son Atresmedia (Antena 3 y La Sexta), Mediaset (Telecinco y La Cuatro) y el Grupo Prisa (Cadena Ser y El País).
El principal accionista de Atresmedia es… Sí, lo han adivinado: Vanguard.
Aunque no he sido capaz de encontrar el listado de los principales accionistas de Mediaset, si he encontrado diferentes artículos, como lo es este publicado en la web oficial de Bankinter, en el que se nos informa que en el año 2017 Blackrock ya poseía el 5% de su accionariado.
Respecto al Grupo Prisa, nos encontramos con un caso semejante al de la farmacéutica Johnson & Johnson. Pese a que ninguno de nuestros ya famosos tres fondos de inversión se encuentran entre sus principales accionistas, sucede que tres de los cuatro primeros accionistas de Morgan Stanley, que es a su vez el primer accionista de PIMCO Dynamic Income Fund –principal accionista del Grupo Prisa–, son, como no podría ser de otra manera, Vanguard, Blackrock y State Street.
Queda, pues, patente, que los dueños de prácticamente todos los medios de comunicación del mundo, son los mismos que los de las empresas farmacéuticas que habrían de beneficiarse del terror creado por dichos medios en base a la presunta aparición de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19 –cuyas tasas de mortalidad ni siquiera alcanzaron a los de la neumonía de toda la vida–. Así que a nadie debe sorprender la caza de brujas que fue orquestada mediáticamente en todo el mundo contra quienes inicialmente fueron denominados como “negacionistas”, y posteriormente, según que conveniencias, como “teóricos de la conspiración” o “antivacunas”.
En el programa “Todo es mentira” de “La Cuatro”, en el cual vomitaban mentiras sobre mí casi a diario durante tras mi convocatoria de la concentración del 16 de agosto del 2020 en Madrid contra las medidas y la falsedad de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, llegaron a compararme sin fundamento alguno con el líder de una secta con antecedentes por abusos sensuales.
Miguel Bosé y Josep Pamies fueron los otros dos grandes damnificados por los medios de comunicación de este país y, mucho más especialmente, por el ya mencionado programa “Todo es mentira”.
Si estas contra los intereses de las farmacéuticas, también estás contra los intereses de los medios de comunicación.
¡Obvio!
¡Sus propietarios son los mismos!
¿Y qué iban entonces a decir en los medios de comunicación acerca del veneno que a tantos millones de personas ha asesinado y enfermado al que las farmacéuticas dieron el nombre de banderilla el bichito-19?
Las banderillas son efectivas, seguras, e imprescindibles.
Las banderillas son efectivas, seguras, e imprescindibles.
Las banderillas son efectivas, seguras, e imprescindibles.
El mantra era repetido 24/7 por incansables presuntos periodistas, presentadores de televisión, actores y deportistas famosos.
¡Cómo si de robots perfectamente programados se tratasen!
Y, por supuesto, el insulto y escarnio público que había sido y continuaba siendo dirigido hacia los “negacionistas”, comenzó a ser dirigido también contra todos aquellos que manifestasen sus dudas frente la “banderilla”; a quienes, por descontado, muy pronto les colgarían el sambenito de “antivacunas”.
No seguir el redil marcado por las absurdas y, en el caso de la “banderilla”, peligrosísimas medidas de prevención contra la presunta el bichito-19, no solo te convertía en un paria y un irresponsable, sino, también, en nada más y nada menos que en un malo.
Pero los medios de comunicación no fueron los únicos que defendieron con uñas y dientes los intereses de las farmacéuticas. También lo hicieron los gobernantes y políticos de prácticamente la totalidad de los países del mundo, sin ni siquiera importar a qué facciones políticas pertenecían. Por vez primera en la historia de la humanidad, políticos de derechas e izquierdas, liberales y conservadores, rusos, chinos y estadounidenses, estuvieron todos milagrosamente de acuerdo en todo.
¿Quiénes son los dueños de los países y, por ende, los verdaderos dirigentes de sus gobernantes y políticos?
“Dadme el control de la moneda de un país y no me importará quién hace las leyes”.
Mayer Amschel Rothschild
Como podréis comprobar vosotros mismos pinchando en este enlace, la inmensa mayoría de países del mundo –empezando por España con su deuda de 1.500 mm de euros y terminando por los todopoderosos Estados Unidos con la de 24.900 mm de euros–, se hallan endeudados hasta límites que incluso superan su propio PIB. Estamos hablando de miles de millones de euros; es decir, de billones de euros.
La mayoría de personas que habitan en este planeta creen vivir en países democráticos gobernados por políticos que resultan electos por mediación del voto de la ciudadanía a través de procesos electorales. No cabe duda de que esto es lo que invitan a pensar las apariencias
Sin embargo, un reducido número de personas afirma que la democracia tan solo es una ilusión creada por quienes realmente gobiernan el mundo desde las sombras para inspirar una falsa sensación de libertad en la población. De esta forma, mientras que las condiciones de vida empeoran, el ciudadano de a pié no puede más que proyectar la causa de sus problemas y/o buscar soluciones en las personas equivocadas; quienes, aun por encima, se supone fueron elegidas democráticamente.
Desde que en el mes de marzo del 2020 fue declarada la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19, este ha sido un tema que ha salido una vez tras otra a la palestra, ya que aquellos a los que los medios de comunicación estigmatizaron como “negacionistas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo” hicieron todo lo posible por hacer comprender al resto de la ciudadanía que casi todos los políticos, medios de comunicación y organizaciones sanitarias del mundo estaban siendo dirigidos desde mucho más arriba para tras*mitir a la población la misma serie de mentiras.
Para la inmensa mayoría de personas, la posibilidad de que tantos políticos, periodistas y médicos/sanitarios de tantos países diferentes pudieran actuar mancomunadamente con el propósito de engañar y aterrorizar a la población mundial, resulta inadmisible. Por lo que a los medios de comunicación no les costó mucho trabajo colgar a los “negacionistas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo” una nueva etiqueta: la de “teóricos de la conspiración”.
Discernir si los negacionistas son realmente unos conspiranoicos, o si dicen la verdad –y en cambio eran los medios de comunicación quienes mentían como bellacos–, resulta muy sencillo si se está dispuesto a realizar el trabajo de investigación correspondiente. Un pesquisa que tan solo requiere de comprobar quienes son los principales propietarios del accionariado de 1) las empresas farmacéuticas más importantes, las cuales riegan con su financiación y marcan las pautas a seguir al resto de organizaciones sanitarias; 2), de los principales medios de comunicación; y, 3), de la banca internacional; a la cual, tal y como explicaré más adelante con mayor detenimiento, se hayan sujetos los gobernantes de la totalidad de los países del mundo en base a la enorme cantidad de deuda pública acumulada por cada uno de ellos debido al fraudulento sistema económico y/o bancario mundial – para entender esto último recomiendo encarecidamente el visionado del documental “El dinero es deuda”–.
Si al realizar estas averiguaciones descubriésemos que los principales accionistas/propietarios de estas empresas farmacéuticas, medios de comunicación y bancos internacionales, fuesen siempre los mismos, podríamos concluir que todos estos farmacéuticos/sanitarios, periodistas y presentadores de radio/televisión y gobernantes y políticos, sí trabajarían todos ellos bajo la dirección de unas mismas personas y directrices y, consecuentemente, en pos de unos mismos intereses.
Dicho esto, ¡vamos al lío!
¿Quiénes son los principales accionistas de las empresas farmacéuticas que resultaron más beneficiadas a raíz de la declaración de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19?
La respuesta a esta pregunta es la misma en los cuatro casos correspondientes a las cuatro empresas pioneras en lo que a la fabricación y comercialización de “banderillas” contra la el bichito-19 se refirió: el fondo de inversión Vanguard.
¡Qué casualidad!
Vanguard posee el 9% de accionariado Pfizer, seguida por Blackrock con el 7,88% y por State Street Corporation con el 5,09%. Si bien debe además tenerse en cuenta, que Vanguard es también la principal accionista tanto de Blackrock como de State Street Corporation. Y para terminar de cerrar el círculo, resulta que Blackrock y State Street Corporation son a su vez la principal y la sexta mayor inversionista, respectivamente, de Vanguard. Por lo que, cuando de ahora en adelante, leamos los nombres de Blackrock o State Street Corporation, sabremos que estos otros fondos de inversión no son sino extensiones de la propia Vanguard.
Continuamos con Moderna y nos encontramos con que entre Vanguard, Blackrock y State Street, poseen más del 17% de su accionariado.
Por otra parte, los tres primeros accionistas de la Johnson & Johnson son, en este mismo orden, Vanguard, Blackrock, y State Street.
Y, por último, tenemos a Astrazeneca, la cual pareciera ser la excepción a la regla, ya que ninguno de estos tres fondos de inversión aparece en el listado de sus primeros accionistas. ¿Pero qué ocurre si profundizamos solo un poquito más y buscamos quienes son los principales accionistas del principal accionista de Astrazeneca? Lo que sucede es que que los tres principales accionistas de T.Rowe Price Group son, también en este mismo orden, Vanguard, Blackrock y State Street.
Aclaradas las bases de la financiación de las farmacéuticas de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, pasemos a la siguiente cuestión.
¿Quiénes son los principales accionistas de los medios de comunicación más importantes del mundo?
Las seis grandes empresas que agrupan en su seno al 70% de los medios de comunicación del mundo, todas ellas con sede en los Estados Unidos, son Time Warner, Disney, NBC Universal, NewsCorp, y las fusionadas Viacom y CBS. Entre todas tienen en propiedad 1.500 periódicos, 1.100 revistas, 2.400 editoriales, 9.000 emisoras de radio y 1.500 cadenas de televisión. Por lo que podemos deducir que “la verdad oficial” del planeta tierra es tras*mitida a través de esta enorme conglomeración mediática. ¿Os imagináis el peligro que supondría que todos estos medios de comunicación pertenecieran a un mismo dueño?
¡Comprobémoslo!
Comenzamos por la Warner Bros y descubrimos que sus principales accionistas son, vaya una sorpresa, Vanguard, Blackrock y State Street.
Venga, a ver si adivináis cuales son los tres primeros accionistas y en qué orden, de Disney.
¡Premio al caballero!
La respuesta es Vanguard, Blackrock y State Street.
Continuamos con News Corporation solo para comprobar que más del 8% del valor total de su accionariado se reparte entre Blackrock, State Street y Vanguard.
Por su parte, NBC Universal cuenta Vanguard, Blackrock y State Street, como su primero, su segundo y su cuarto inversor principal, respectivamente. El nombre de sus acciones es Comcast Corporation.
Y, por último, la Paramount Global, la cual cuenta como segundo, tercer y cuarto principales inversores con Vanguard, Blackrock y State Street, respectivamente.
El primer inversor de la Paramount es Berkshire Hathaway, y no sé si seríais capaces de adivinar cuales son y en qué orden, sus tres primeros inversores.
¿Qué aburrido verdad? ¡Siempre es lo mismo!: Vanguard, Blackrock y State Street.
Pues todavía no he termiado con los medios de comunicación. Aun queda darnos una vuelta por las tres principales conglomeraciones mediáticas de esta España en la que habitamos: que son Atresmedia (Antena 3 y La Sexta), Mediaset (Telecinco y La Cuatro) y el Grupo Prisa (Cadena Ser y El País).
El principal accionista de Atresmedia es… Sí, lo han adivinado: Vanguard.
Aunque no he sido capaz de encontrar el listado de los principales accionistas de Mediaset, si he encontrado diferentes artículos, como lo es este publicado en la web oficial de Bankinter, en el que se nos informa que en el año 2017 Blackrock ya poseía el 5% de su accionariado.
Respecto al Grupo Prisa, nos encontramos con un caso semejante al de la farmacéutica Johnson & Johnson. Pese a que ninguno de nuestros ya famosos tres fondos de inversión se encuentran entre sus principales accionistas, sucede que tres de los cuatro primeros accionistas de Morgan Stanley, que es a su vez el primer accionista de PIMCO Dynamic Income Fund –principal accionista del Grupo Prisa–, son, como no podría ser de otra manera, Vanguard, Blackrock y State Street.
Queda, pues, patente, que los dueños de prácticamente todos los medios de comunicación del mundo, son los mismos que los de las empresas farmacéuticas que habrían de beneficiarse del terror creado por dichos medios en base a la presunta aparición de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19 –cuyas tasas de mortalidad ni siquiera alcanzaron a los de la neumonía de toda la vida–. Así que a nadie debe sorprender la caza de brujas que fue orquestada mediáticamente en todo el mundo contra quienes inicialmente fueron denominados como “negacionistas”, y posteriormente, según que conveniencias, como “teóricos de la conspiración” o “antivacunas”.
En el programa “Todo es mentira” de “La Cuatro”, en el cual vomitaban mentiras sobre mí casi a diario durante tras mi convocatoria de la concentración del 16 de agosto del 2020 en Madrid contra las medidas y la falsedad de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, llegaron a compararme sin fundamento alguno con el líder de una secta con antecedentes por abusos sensuales.
Miguel Bosé y Josep Pamies fueron los otros dos grandes damnificados por los medios de comunicación de este país y, mucho más especialmente, por el ya mencionado programa “Todo es mentira”.
Si estas contra los intereses de las farmacéuticas, también estás contra los intereses de los medios de comunicación.
¡Obvio!
¡Sus propietarios son los mismos!
¿Y qué iban entonces a decir en los medios de comunicación acerca del veneno que a tantos millones de personas ha asesinado y enfermado al que las farmacéuticas dieron el nombre de banderilla el bichito-19?
Las banderillas son efectivas, seguras, e imprescindibles.
Las banderillas son efectivas, seguras, e imprescindibles.
Las banderillas son efectivas, seguras, e imprescindibles.
El mantra era repetido 24/7 por incansables presuntos periodistas, presentadores de televisión, actores y deportistas famosos.
¡Cómo si de robots perfectamente programados se tratasen!
Y, por supuesto, el insulto y escarnio público que había sido y continuaba siendo dirigido hacia los “negacionistas”, comenzó a ser dirigido también contra todos aquellos que manifestasen sus dudas frente la “banderilla”; a quienes, por descontado, muy pronto les colgarían el sambenito de “antivacunas”.
No seguir el redil marcado por las absurdas y, en el caso de la “banderilla”, peligrosísimas medidas de prevención contra la presunta el bichito-19, no solo te convertía en un paria y un irresponsable, sino, también, en nada más y nada menos que en un malo.
Pero los medios de comunicación no fueron los únicos que defendieron con uñas y dientes los intereses de las farmacéuticas. También lo hicieron los gobernantes y políticos de prácticamente la totalidad de los países del mundo, sin ni siquiera importar a qué facciones políticas pertenecían. Por vez primera en la historia de la humanidad, políticos de derechas e izquierdas, liberales y conservadores, rusos, chinos y estadounidenses, estuvieron todos milagrosamente de acuerdo en todo.
¿Quiénes son los dueños de los países y, por ende, los verdaderos dirigentes de sus gobernantes y políticos?
“Dadme el control de la moneda de un país y no me importará quién hace las leyes”.
Mayer Amschel Rothschild
Como podréis comprobar vosotros mismos pinchando en este enlace, la inmensa mayoría de países del mundo –empezando por España con su deuda de 1.500 mm de euros y terminando por los todopoderosos Estados Unidos con la de 24.900 mm de euros–, se hallan endeudados hasta límites que incluso superan su propio PIB. Estamos hablando de miles de millones de euros; es decir, de billones de euros.