Es que no es algo sencillo, son muchas variables y a lo máximo que puedes aspirar es a tener tu propia teoría, que no sabes hasta que punto es válida.
Yo creo que es la suma de varios factores. El primero y más importante, que los gobiernos del mundo compraron hace tiempo los principales valores pogre casi por unanimidad. Y no solo los han comprado, los exigen. Hoy en día hasta para un concurso público te pueden exigir cosas relacionadas con la igualdad, el ecologismo y estupideces similares.
Las empresas, sobre todo las grandes, tienden a intentarse llevar bien con el poder, para no enfrentarse y no verse señaladas. Si ahora es lo que se demanda desde el poder, al menos tienen que dar la apariencia de que van por ahí. Tradicionalmente las empresas no suelen meterse en discursos políticos, pero es que ahora no tener un discurso alineado con esta agenda podría ya es denunciable por la masa, en ese punto estamos.
Y luego, que es imposible saber hasta qué punto existe una demanda real social de estos temas. Está tan dirigido desde arriba, que puedo entender que en algún momento crean que ya no es cumplir con los estándares políticos, sino llegar a pensar que sea una mayoría social.
Si nos fijamos, eso terminó haciendo que todos estos valores se compartiesen por las empresas más grandes, esas que ponen su logo con los colores de la bandera del orgullo, y también aquellas pequeñas que quieren medrar subiéndose al carro de 'lo que toca', con la esperanza de que sus demostraciones de virtud las hagan virales. Hasta que llegó un momento que las redes sociales, y especialmente twitter, dieron la percepción de que el mundo 'era así'.
Nadie se atrevía a cuestionar al feminismo hace 5 años, por ejemplo. Pero ni por asomo, era terrorífico el nivel de censura. Tengamos en cuenta que a una empresa de estas grandes, mundialmente famosas, una campaña de cancelación bien dirigida por unos pocos, que consiga hacerse viral, puede hacerles perder millonadas.
Y entonces la decisión que tomaron hace años fue meter a gente pogre en puestos de dirección. Hay que tener en cuenta que hablamos de empresas muy tochas, muy capitalizadas. Que ganaban su buena pasta. Y el accionista no les pide que lo hagan de una forma u otra, les pide rentabilidad.
El problema es que la gente pogre no tiene los pies en el suelo. Se llega a creer que todo el mundo piensa como él, que sus valores son universales y la principal misión en su vida es tras*mitirlos. Hasta el punto de que interiorizan que es hasta la mejor forma de ganar pasta.
Claro, hasta que llega el momento que no lo es. Netflix ya hizo limpia, Twitter también. Y otras lo hacen, con menos ruido. Porque al final las empresas, son resultados. Haz el pogre o el fulastre todo lo que quieras (si es que hay diferencia...), pero trae resultados.
Estos cambios no son rápidos, no se cambia de CEO o de equipo directivo como de calzoncillos. Igual que tardaron en subirse a la ola, ahora se van bajando poco a poco.
Lo lógico es que dentro de unos pocos años, y viendo que lo pogre ya harta a bastantes, el suflé se vaya bajando y las empresas vuelvan a ser entidades apolíticas hechas para obtener una rentabilidad.
Hay que tener en cuenta que, sobre todo las grandes empresas, tienen niveles de comunicación muy importantes. Y el ser/parecer pogre ha sido una exigencia, que nunca se ha sabido bien si era política o social. Yo creo que ha sido mucho más política que otra cosa, pero es que a las empresas se les ha exigido. Ay de la empresa que no hiciera alguna comunicación un 8M o el día del orgullo, ese señalamiento podía ser terrible.
