gustavo bueno decía" que bueno para mantener una lampara encendida no hace falta bueno mas que tener un velador bueno en condiciones. Bueno no siempre prendera, pero bueno cuando enciendase estará encendido , que bueno"
Estas implicancias filosóficas , en las cuales encontramos o hallamos o redescubrimos o nos topamos o tropezamos, hay una parábola del velador y el sistema de producción capitalista puesto que es una maquinaria que necesita engranajes , un poco de aceite y de vez en cuando una limpiadita.
La inmi gración provee ese velador o también llamado lampara de mesa de luz en varias regiones del atlántico sur, es una luz que si bien no se ve un carajo ,aun así ilumina para buscar la dentadura postiza del quehacer domestico liberal.
La opresión de la plusvalía es observable en la meseta de la bombilla de luz, la cual siente el yugo de soportar el peso de la radiación monetaria , fenómeno bien conocido en centros de investigación y verdulerías al paso.
No temáis a la inmi gración sostuvo gustavo bueno mientras bebía vino adulterado en bota en un bar madrileño, pues de ella obtendrías los frutos del crecimiento prospero, habrá tiempos de tripulina y baile.