40 años de vergüenza
Cada vez vivimos peor, cada vez más enfrentados, más enfermoso y más amargados. Es el propio gobierno quien sale a las calles para hacerse a sí mismo su propia oposición y después justifica sus tropelías en un supuesto clamor público de las calles. Son unos hijos de la gran fruta. Vivimos en un puñetero circo planificado. Todos los abusos quedan impunes. Vivir en España es una agresión contra mi inteligencia y mi integridad.
En el el bichito pude ver con mis ojos cómo trabajan los comisarios políticos, aunque suponga su propia aniquilación. Gente que se da cuenta de que pasa, porque son inteligentes, pero para las cuales el partido está por encima de todo. Y cuando digo todo digo también de la vida de sus hijos y de sus padres. De todo. Es muy fuerte.
Los mafiosos tenían un código de honor. Esa ralea que se cuenta por millones en España no conoce la ética más elemental. No existe la humanidad en ellos.
No hay solución para esta sociedad. Su merecido es desaparecer. Esa es la solución.
Cada vez vivimos peor, cada vez más enfrentados, más enfermoso y más amargados. Es el propio gobierno quien sale a las calles para hacerse a sí mismo su propia oposición y después justifica sus tropelías en un supuesto clamor público de las calles. Son unos hijos de la gran fruta. Vivimos en un puñetero circo planificado. Todos los abusos quedan impunes. Vivir en España es una agresión contra mi inteligencia y mi integridad.
En el el bichito pude ver con mis ojos cómo trabajan los comisarios políticos, aunque suponga su propia aniquilación. Gente que se da cuenta de que pasa, porque son inteligentes, pero para las cuales el partido está por encima de todo. Y cuando digo todo digo también de la vida de sus hijos y de sus padres. De todo. Es muy fuerte.
Los mafiosos tenían un código de honor. Esa ralea que se cuenta por millones en España no conoce la ética más elemental. No existe la humanidad en ellos.
No hay solución para esta sociedad. Su merecido es desaparecer. Esa es la solución.