david53
Madmaxista
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El madrileño Javier Ferrándiz consigue que una funeraria catalana comercialice los primeros ataúdes ecológicos de cartón reciclado del mercado
Después de diez años de luchas contra la administración y las grandes funerarias, Javier Ferrándiz ha conseguido colocar en el mercado sus primeros ataúdes de cartón reciclado. Son ecológicos, biodegradables y también los más baratos: solo cuestan 100 euros. Una pequeña funeraria catalana los ofrecerá a sus clientes a partir del próximo enero.
Ferrándiz es un ingeniero informático de Alcobendas (Madrid). Patentó un revolucionario ataúd de cartón reciclado, ligero, plegable, apto para el entierro o la cremación de cadáveres. Creó la empresa RestGreen (descanso verde, en español) para lanzarlos al mercado.
Pasó un auténtico calvario para homologarlo. Peregrinó de ministerio en ministerio hasta que, en 2013, el BOE publicó la autorización del “ataúd ecológico biodegradable como féretro para sepelio ordinario”. Sin embargo, aún no pudo comercializarlo porque las competencias funerarias corresponden a las diversas autonomías.
El gobierno de la Comunidad de Madrid le negó la homologación de forma sistemática. Después de diversos intentos, en 2018, dieron su brazo a torcer. Ferrándiz tenía los permisos para vender los ataúdes de cartón, pero, entonces, se encontró con la oposición de lo que denomina “lobby funerario”.
Los ataúdes baratos son una amenaza para muchas funerarias pues tienen poco margen de beneficios
Ferrándiz indica que sus ataúdes de bajo coste son una amenaza para muchas funerarias porque buena parte de sus beneficios corresponden a los márgenes de negocio que aplican a los féretros. En el mercado español, los precios de venta a las familias oscilan entre los 700 y varios miles de euros. Evidentemente, nadie estaría dispuesto a pagar estos importes por un ataúd de cartón reciclado.
Este emprendedor madrileño afirma que “me reuní con Funespaña, lo querían vender muy por encima de un precio razonable”. Asegura que el se negó porque su objetivo no es hacerse rico ni que se enriquezcan las funerarias, sino el de dar una opción más ecológica y económica a las familias.
Indica que hay demanda de este tipo de ataúdes ecológicos, pero que hasta ahora no había conseguido llegar al mercado porque “no me han dejado”. Señala que las grandes aseguradoras de decesos son “las dueñas del mercado” porque controlan accionarialmente a grandes funerarias. “Son juez y parte”, dice.
Una funeraria catalana compra los primeros ataúdes de cartón
Ferrándiz ha llegado a un acuerdo con Eternam Funeraria Barcelona, una pequeña funeraria catalana que le ha comprado los primeros ataúdes de cartón. Incluirán este tipo de féretro en su catálogo a partir del próximo enero. Desde esta funeraria informan que ofrecerán en Barcelona un servicio de bajo coste, sin tanatorio, ni complementos como las flores, por precios inferiores a los 1.600 euros con IVA incluido. El servicio incluye los traslados con vehículo funerario, la preparación y conservación del cadáver, los trámites administrativos obligatorios y, obviamente, el féretro.
Aurelio Sánchez trabaja en Eternam y preside la patronal de pequeñas funerarias Esfune, enfrentada a las grandes del sector, a las aseguradoras de decesos e, incluso, a la alcaldesa Ada Colau porque considera que su política funeraria favorece al grupo Mémora aunque su gobierno municipal asegure lo contrario.
Curiosamente, el primer comprador de estos ataúdes ecológicos fabricados en Madrid es una pequeña funeraria catalana.
Ferrándiz encargó su fabricación a un proveedor madrileño del sector del cartón. Esta elaborado con fibras de celulosa recicladas. No contiene ceras, barnices ni elementos metálicos. Está pintado al agua y utiliza pegamentos naturales.
Si se utiliza en entierros, la tierra absorbe por completo el ataúd en menos de dos años al ser biodegradable. Pero su gran ventaja está en las incineraciones, al requerir menos tiempo y energía porque facilita la combustión. Además, apenas genera cenizas en comparación con uno de madera.
Es ligero (un máximo de 11 kilos de peso), resistente (hasta los 125 kilos de carga) y plegable. Así se ahorra espacio de almacenaje. Se monta en unos minutos sin necesidad de herramientas.
Una funeraria ofrece los primeros ataúdes de cartón por 100 euros