El aerogenerador para el fondo del mar: logra seis veces más electricidad que turbinas más grandes
Este revolucionario sistema energético promete proteger el fondo marino al mismo tiempo que producen electricidad para más de 3.000 familias.
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Este revolucionario sistema energético promete proteger el fondo marino al mismo tiempo que producen electricidad para más de 3.000 familias.
No es desconocida la fuerza de las corrientes marinas, frente a la que tienen que lidiar tanto marineros como bañistas en las costas de España. Este elemento se postula como una fuente de energía limpia más constante que la fuerza del viento que mueve los mayores aerogeneradores del mundo. Igual que la energía aprovecha el movimiento de las olas del mar, estos aerogeneradores anclados al fondo marino podrían nutrir de electricidad a más de 3.000 familias con las corrientes marítimas.
La startup brasileña TidalWatt ha diseñado estas hélices acuáticas con las que promete, no solo superar la generación de energía en comparación con los aerogeneradores terrestres, sino proteger el fondo marino y toda la vida que en él se agrupa en arrecifes. Todavía es un proyecto en pruebas en Brasil, pero ya se muestran convencidos de que "nuestras turbinas pueden producir tres veces más energía", asegura Mauricio Queiroz, fundador y CEO de TidalWatt.
Un prototipo de este aerogenerador se está poniendo a prueba en uno de los laboratorios de tecnología oceánica más grandes del mundo, el LabOcean de Coppe en la Universidad Federal de Río de Janeiro. TidalWatt se ha asociado con el grupo John Cockrerill para desarrollar el primer modelo que se instale en ríos y océanos. Recientemente han obtenido la autorización formal de la autoridad ambiental en Río de Janeiro.
Fuerza constante
TidalWatt describe las corrientes marinas como una fuerza más controlada, constante y predecible de lo que a veces es el viento en tierra firme, para utilizarlas como impulso energético. En este entorno, su turbina de 3 metros de diámetro podrá producir 5MW de energía con una corriente de agua de 1,87 nudos. Es la misma potencia que prometen modelos de viento como el de la empresa Acciona y diseñado por la compañía francesa Eolink. Los 5 MW de potencia podrían nutrir de energía limpia a 3.500 hogares en España, aproximadamente, según el gasto promedio de las familias en el país.
Mauricio Queiroz compara esta potencia con aerogeneradores de 180 metros de diámetro, 60 veces más grandes, para producir la misma energía, aunque estas cifras pueden variar según los modelos. Esta ventaja se debería a la constancia de la fuente, es decir, de la corriente marina frente al viento, lo que permite estar en funcionamiento el 90% del tiempo. "Esto significa que, siendo 3.600 veces más pequeñas en términos de área de cobertura, nuestras turbinas pueden producir tres veces más energía", explica el directivo.
Para conseguir esa mejora de la eficiencia, se han alejado del clásico formato de molino de viento que imitan las turbinas terrestres para apostar por un diseño de aspas anchas y curvas más parecidas al rotor de un barco y protegidas por un gran tubo. El agua pasa con más fuerza a través de las aspas cruzadas y el túnel que cubre su circunferencia. Es lo que se conoce como efecto Venturi, un fenómeno físico en el cual un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado o tubería disminuye su presión aumentando la velocidad al pasar por una sección con un área mucho menor que la habitual.
TidalWatt planea instalar sus turbinas en ubicaciones con velocidades de corriente promedio superiores a 1 nudo, generando 5 MW con una capacidad de turbina que oscila entre el 70 y el 95%, según cálculos de la empresa. Pero la electricidad que aporte a los hogares no es la única cualidad reseñable en proyecto.
Cuidando el fondo marino
Aparte de la generación de energía, otro de los aspectos en los que TidalWatt pretende destacar por encima del resto de energías renovables, que la instalación de estas grandes máquinas en el fondo marino no suponga más alteración de una biosfera ya afectada por el cambio climático y la contaminación.
Los aerogeneradores tradicionales dan el pasaporte miles de aves cada año con la fuerza de sus aspas, mientras que las hidroeléctricas alteran las aguas en las que se instalan, amenazando a la fauna y flora de la zona, sin olvidar el impacto de las granjas solares que se están quedando con el espacio de grandes cultivos al ser más rentables económicamente que la agricultura. Aunque algunos modelos ya persiguen esquivar este problema para convivir en armonía con la naturaleza.
"No solo vamos a construir plantas de energía, vamos a construir santuarios ecológicos marinos", dice Queiroz en Susteinable Brands. "Los animales marinos evitan los objetos en movimiento; pero si uno se sintiera atraído por la turbina silenciosa que gira a 12 rpm (revoluciones por minuto), en el peor de los casos se deslizará junto con el agua, como nos deslizamos por un tobogán acuático. La probabilidad de chocar con una de las palas es prácticamente nula, y es imposible que la turbina lastime o moleste a ningún pez".
Los aerogeneradores se instalarán lejos de los arrecifes de coral para no afectar a los ecosistemas de esas zonas. Como compensación, además pretenden crear arrecifes artificiales en la base de las turbinas para que diversas especies marinas vivan de forma segura rodeando la instalación.
