Pues a mi si que me veras. Y a Anguita
¿Usted cree que cualquier país europeo, especialmente el nuestro, puede decir: venid todos los que queráis? Venga, ¡que los buenistas lo digan! ¿Millones? Compañeros del buenismo, ¿pueden venir millones? Enfrentaos a ese hecho. Aportaré otro dato que parece que no incide pero sí. En el año 2050, Alemania tendrá ochenta y tantos millones de habitantes y el 70% de ellos serán de edad avanzada. Etiopía va a tener lo mismo y el 65% tiene menos de 35 años. Lo que está pasando aquí ya ha pasado en la historia de la humanidad. Las migraciones acabaron con el Imperio Romano y fue por fases. En cualquier aldea perdida hay un televisor y ven piscina y comida... A los buenistas les planteo el problema: decimos a todo el que venga que se quede ¿si o no?. Primero hay que atender. Es una cuestión de humanidad pero simultáneamente, y esto depende de la Unión Europea (que son unos ladrones y sinvergüenzas), hay que empezar a presionar a los regímenes: no venderles armamento, no explotarles sus recursos para que al desarrollar esa parte de Africa, ya no tengan que venir. Claro, eso ya es cambiar las leyes de la economía capitalista. El propio Gobierno español lo que ha hecho es desdecirse. Magnífica posición la del barco pero después hicieron la devolución en caliente. Yo no puedo ignorar la magnitud del problema porque puedan llamarme racista. No. ¡Vamos a dejarnos de historias!Vamos a partir de la base de la dificultad que entraña arreglar África. No hay voluntad, dinero ni capacidad.
P: Dado que el problema no parece tener solución, quizás tengamos que empezar a acostumbrarnos a solidariamente asumirlos.
Sí. Eso está muy bien.
Hasta que se presenten 10 millones. Yo utilizo su lógica, la suya o la mía. Pero una lógica. Asumamos, puertas abiertas. Ilimitado, pues eso tiene sus consecuencias. ¿Cuál es mi lógica? Se puede colocar un plan sobre cultivos, sobre ayudas económicas, comercios solidario, justo, hay un montón de políticas económicas distintas... En este problema ya no hay nada fácil e incluso algunas soluciones que parecen buenas, no lo son. Yo lo que quiero llevar a la gente es la idea de que estamos ante un problema gravísimo, en medio de una crisis de civilización y del capitalismo.
Se le ve feliz en el fragor de la batalla. Julio Anguita asegura que no echa de menos sus tiempos en Madrid como tótem indiscutible de la izquierda. Que fue un alivio dejarlo. Pero
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. Y a los que realmente somos de izquierdas.