Todo facilidades por parte del gobierno francés, igualito que el español.
Llama la atención los requisitos que pide el estado. Así se elimina a los paguiteros y se fomenta la llegada de currantes que quieran hacer prosperar el lugar.
Conversando con algunos de los otros 'colonos', queda claro que buscan asegurar una base económica sólida para cubrir los elevados gastos de rehabilitación de las viviendas. Están interesados en personas con un buen nivel cultural y, curiosamente, prefieren evitar la presencia de niños, ya que eso implicaría la necesidad de ofrecer servicios de escolarización. Todos los participantes en esta iniciativa superamos los 40 años, y aunque efectivamente nos entregan la propiedad, debemos hacernos cargo del impuesto de taxe foncière. Este impuesto, equivalente al IBI en España, es especialmente alto y venia por contrato durante 10 años, ya que el departamento lo destina a la mejora de los accesos y las calles. No son futuribes sino que se ven los resultados, en Enero del proximo año vamos a contar con recogida de basuras una vez a la semana, ahora tenemos que recorrer casi 30km, 7 de ellos por pistas forestales para encontrar un contenedor de sarama.
Al parecer, en esta primera fase se busca restaurar y acondicionar el pueblo con calles tras*itables, accesos adecuados y la infraestructura básica. La idea es que, cuando los actuales habitantes hayan contribuido a financiar una carretera, además de servicios de alumbrado público, saneamiento y mantenimiento de calles, se dé paso a una segunda fase. En esta fase, una vez establecidas las bases de habitabilidad, otros llegarán para darle nueva vida al pueblo, al menos eso es lo que creemos. El arquitecto del departamento que nos visita nos da esas pistas en la manera que nos pide que hagamos las cosas en las areas comunes donde ayudamos a los trabajadores que vienen del ayuntamento de vez en cuando.
Hemos invertido entre 20,000 y 25,000 euros en la compra de la casa y el terreno, y aunque realizamos las reformas por nuestra cuenta y aprovechamos al máximo los materiales locales, aún hay mucho que comprar. Dado que en la zona no hay disponibilidad, debemos viajar más de 70 km para adquirir estos materiales. Además, el departamento nos exige contratar ciertos servicios profesionales. Por ejemplo, el presupuesto de electricidad, que podría haber hecho yo mismo, asciende a casi 15,000 euros con generador y supera los 20,000 con sistema fotovoltaico. De este monto, el 70% corresponde a la mano de obra. Sin embargo, está estipulado en el contrato que debemos contratar a estos profesionales, lo mismo para la fontanería de aguas residuales y los forjados de la estructura.
Estimamos que el coste total mínimo de la rehabilitación será de unos 100,000 euros minimo, aunque probablemente aumente bastante por las ideas que tenemos. En cuanto al impuesto equivalente al IBI en Francia, el
taxe foncière, es de 4,000 euros al año durante los próximos cinco años. Después de este período, disminuirá un 45% los otros 5 siempre y cuando mantengamos la residencia permanente aquí, y luego pasa al habitual que es el 1% del valor de tasacion.
No es precisamente una inversión barata, pero para alguien que, en París, pagaba 3,000 euros al mes por una habitación o que en Toulouse tendría que desembolsar al menos 550,000 euros por una casa, resulta una alternativa atractiva. Así lo ven muchos de los que participan en este proyecto, asi que no me quejo mucho aunque soy de los rebeldes que intento escaquear lo que pueda y no me llevo muy bien los el arquitecto del departamento, pero como no domino el idioma, y discuto a traves de mi pareja con el, es obvio que ella lo endulza todo lo que propongo no hacer.
