Pues igual se tenía que haber lanzado cuando ganaba 500 euros al mes. Los jovenlandés, los etnianos y los neցros lo hacen y no se mueren de hambre. Nadie empieza rico. Para eso tenía al marido, para apoyarla, luego vas construyendo todo poco a poco.
Pero cayó víctima de la propaganda marxista en vez de la sabiduría popular y de su progenitora y su suegra, que le preguntaban que cuándo iban a darles nietos, que se le iba a pasar el arroz.
Es víctima de su propia estupidez, oiga. Vida en el mundo de la piruleta.