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Madmaxista
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¿Traducción literal o traducción libre?
Son varios los métodos de traducción que el traductor puede emplear a la hora de traducir un texto, y lo cierto es que elegir uno de ellos puede ser un auténtico reto.
De hecho, lo más habitual es que no exista una única opción correcta para cada caso, sino que varias pueden ser válidas y será el traductor quien, en base a una serie de factores, se decante por un método u otro.
Una de las decisiones más comunes en este ámbito es tener que elegir entre traducción literal o traducción libre.
Traducción literal o traducción libre. ¿Qué las diferencia?
La traducción literal es la que atiende a la forma y a la palabra. Se la suele llamar «traducción palabra por palabra» porque consiste precisamente en esto, en trasladar las palabras, la estructura y la gramática de manera literal del texto original al texto meta. Por ello, este método de traducción se asocia con la fidelidad respecto al original.
La traducción libre, por su parte, atiende a la función y a las ideas, es decir, a la globalidad del mensaje y no a palabras concretas. Al traducir de manera libre, el profesional de la traducción cambia todo aquello que considere necesario para obtener un texto óptimo. Se consigue así que el texto sea menos rígido y más natural para el lector final.
Traducción literal o traducción libre. Riesgos y consecuencias de cada método
Ambos métodos presentan tanto ventajas como desventajas o riesgos.
En el caso de optar por la traducción literal, es frecuente encontrarse con un problema importante: la ausencia de equivalencias. Se puede presuponer que una traducción literal, en la que se cambien palabras en un idioma por su equivalente en otro, es siempre la mejor opción para ser fieles al mensaje original; sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Son innumerables las ocasiones en las que es simplemente imposible encontrar equivalencias entre lenguas diferentes. La ausencia de equivalencias léxicas, terminológicas, culturales, sociales o gramaticales entre lenguas es un hecho, por lo que la traducción literal no siempre será viable y será inevitable hacer ciertas modificaciones.
La traducción libre, por su parte, tampoco está exenta de riesgos. Puede dar lugar a cambios de sentido graves, e incluso a sinsentidos. Estas consecuencias son inaceptables, sobre todo, en ciertos tipos de traducción que comentaremos más adelante.
Hay que tener cuidado si se decide alejarse demasiado del texto original, ya que, además de los riesgos que acabamos de exponer, es posible que el mensaje cambie tanto respecto al del original que la traducción no cumpla con su propósito. Esto, sin duda, afecta negativamente a la calidad del texto meta.
¿Según qué factores decide el traductor entre traducción literal o traducción libre?
Una duda que los traductores, en su labor diaria, suelen tener al abordar un encargo es si pueden «despegarse» o no de las palabras literales del texto original y en qué medida. Cuando esto pasa, los traductores se preguntan: ¿Qué método de traducción es el mejor en este caso, ¿traducción literal o traducción libre?.
Antes de pasar a comentar los factores en los que se basa el traductor para tomar esta decisión, es necesario puntualizar que, en el debate entre traducción literal o traducción libre, suelen tenerse en cuenta tan solo las características del texto original.
Esto no debería ser así, sino que es imprescindible tener en cuenta, además, otros factores como la finalidad o el skopos de la traducción, el destinatario de esta y las expectativas de los lectores en la lengua de destino.
En el siguiente apartado explicamos, en líneas generales, en qué casos es más conveniente realizar una traducción literal, y en cuáles una traducción libre.
Traducción literal o traducción libre. ¿Cuándo es más adecuado cada método?
El primer punto que hay que considerar es que se debe individualizar cada caso, o lo que es lo mismo, hay que analizar cada encargo de traducción según los factores o parámetros que comentábamos en el apartado anterior.
Existen situaciones en las que una traducción literal es más factible que una traducción libre, y lo mismo sucede a la inversa. El traductor no elige entre traducción literal o traducción libre según sus preferencias personales, sino que son cada encargo y sus particularidades los que condicionan esta elección.
¿Cuándo optar por la traducción literal?
La traducción literal se suele utilizar con más frecuencia en los textos científicos y técnicos, en los que abunda la terminología especializada y es necesario ceñirse al mensaje original para no cambiar la información.
Así, conviene traducir de forma más bien literal documentos como manuales de instrucciones, prospectos de medicamentos o informes técnicos, entre otros.
Por poner otro ejemplo, en encargos de traducción jurídica y, especialmente, de traducción jurada, la traducción libre es inviable. El motivo no es otro que la repercusión y las consecuencias que pueden tener dichas traducciones.
Por ello, sería impensable que el traductor decidiese traducir de forma libre un documento destinado a aportarse como prueba en un juicio, pues cualquier cambio o error podría perjudicar a las personas implicadas.
¿Cuándo elegir la traducción libre?
La traducción libre se emplea más a menudo en los textos literarios, dado el carácter creativo propio de la traducción literaria. También es una opción más que preferible en textos publicitarios, en los que los rasgos culturales y sociales condicionan fuertemente la traducción y no sería conveniente ni adecuada la traducción «palabra por palabra”».
La traducción audiovisual sería otro buen ejemplo de tipo de traducción en el que es frecuente la traducción libre. Al igual que en los textos publicitarios, en los vídeos, películas, series y demás producciones que requieran traducción audiovisual también abundan referencias a conceptos culturales muy específicos que no admiten traducciones literales.
Elecciones profesionales
Una vez que se está ante el debate “¿traducción literal o traducción libre?”, es necesario que sea un profesional de la traducción quien tome una decisión.
Empresas de traducción como tras*linguo Global cuentan con traductores profesionales, que sabrán valorar los factores que caracterizan cada encargo concreto para así elegir el mejor método de traducción en cada caso.
¿Traducción literal o traducción libre?
Son varios los métodos de traducción que el traductor puede emplear a la hora de traducir un texto, y lo cierto es que elegir uno de ellos puede ser un auténtico reto.
De hecho, lo más habitual es que no exista una única opción correcta para cada caso, sino que varias pueden ser válidas y será el traductor quien, en base a una serie de factores, se decante por un método u otro.
Una de las decisiones más comunes en este ámbito es tener que elegir entre traducción literal o traducción libre.
Traducción literal o traducción libre. ¿Qué las diferencia?
La traducción literal es la que atiende a la forma y a la palabra. Se la suele llamar «traducción palabra por palabra» porque consiste precisamente en esto, en trasladar las palabras, la estructura y la gramática de manera literal del texto original al texto meta. Por ello, este método de traducción se asocia con la fidelidad respecto al original.
La traducción libre, por su parte, atiende a la función y a las ideas, es decir, a la globalidad del mensaje y no a palabras concretas. Al traducir de manera libre, el profesional de la traducción cambia todo aquello que considere necesario para obtener un texto óptimo. Se consigue así que el texto sea menos rígido y más natural para el lector final.
Traducción literal o traducción libre. Riesgos y consecuencias de cada método
Ambos métodos presentan tanto ventajas como desventajas o riesgos.
En el caso de optar por la traducción literal, es frecuente encontrarse con un problema importante: la ausencia de equivalencias. Se puede presuponer que una traducción literal, en la que se cambien palabras en un idioma por su equivalente en otro, es siempre la mejor opción para ser fieles al mensaje original; sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Son innumerables las ocasiones en las que es simplemente imposible encontrar equivalencias entre lenguas diferentes. La ausencia de equivalencias léxicas, terminológicas, culturales, sociales o gramaticales entre lenguas es un hecho, por lo que la traducción literal no siempre será viable y será inevitable hacer ciertas modificaciones.
La traducción libre, por su parte, tampoco está exenta de riesgos. Puede dar lugar a cambios de sentido graves, e incluso a sinsentidos. Estas consecuencias son inaceptables, sobre todo, en ciertos tipos de traducción que comentaremos más adelante.
Hay que tener cuidado si se decide alejarse demasiado del texto original, ya que, además de los riesgos que acabamos de exponer, es posible que el mensaje cambie tanto respecto al del original que la traducción no cumpla con su propósito. Esto, sin duda, afecta negativamente a la calidad del texto meta.
¿Según qué factores decide el traductor entre traducción literal o traducción libre?
Una duda que los traductores, en su labor diaria, suelen tener al abordar un encargo es si pueden «despegarse» o no de las palabras literales del texto original y en qué medida. Cuando esto pasa, los traductores se preguntan: ¿Qué método de traducción es el mejor en este caso, ¿traducción literal o traducción libre?.
Antes de pasar a comentar los factores en los que se basa el traductor para tomar esta decisión, es necesario puntualizar que, en el debate entre traducción literal o traducción libre, suelen tenerse en cuenta tan solo las características del texto original.
Esto no debería ser así, sino que es imprescindible tener en cuenta, además, otros factores como la finalidad o el skopos de la traducción, el destinatario de esta y las expectativas de los lectores en la lengua de destino.
En el siguiente apartado explicamos, en líneas generales, en qué casos es más conveniente realizar una traducción literal, y en cuáles una traducción libre.
Traducción literal o traducción libre. ¿Cuándo es más adecuado cada método?
El primer punto que hay que considerar es que se debe individualizar cada caso, o lo que es lo mismo, hay que analizar cada encargo de traducción según los factores o parámetros que comentábamos en el apartado anterior.
Existen situaciones en las que una traducción literal es más factible que una traducción libre, y lo mismo sucede a la inversa. El traductor no elige entre traducción literal o traducción libre según sus preferencias personales, sino que son cada encargo y sus particularidades los que condicionan esta elección.
¿Cuándo optar por la traducción literal?
La traducción literal se suele utilizar con más frecuencia en los textos científicos y técnicos, en los que abunda la terminología especializada y es necesario ceñirse al mensaje original para no cambiar la información.
Así, conviene traducir de forma más bien literal documentos como manuales de instrucciones, prospectos de medicamentos o informes técnicos, entre otros.
Por poner otro ejemplo, en encargos de traducción jurídica y, especialmente, de traducción jurada, la traducción libre es inviable. El motivo no es otro que la repercusión y las consecuencias que pueden tener dichas traducciones.
Por ello, sería impensable que el traductor decidiese traducir de forma libre un documento destinado a aportarse como prueba en un juicio, pues cualquier cambio o error podría perjudicar a las personas implicadas.
¿Cuándo elegir la traducción libre?
La traducción libre se emplea más a menudo en los textos literarios, dado el carácter creativo propio de la traducción literaria. También es una opción más que preferible en textos publicitarios, en los que los rasgos culturales y sociales condicionan fuertemente la traducción y no sería conveniente ni adecuada la traducción «palabra por palabra”».
La traducción audiovisual sería otro buen ejemplo de tipo de traducción en el que es frecuente la traducción libre. Al igual que en los textos publicitarios, en los vídeos, películas, series y demás producciones que requieran traducción audiovisual también abundan referencias a conceptos culturales muy específicos que no admiten traducciones literales.
Elecciones profesionales
Una vez que se está ante el debate “¿traducción literal o traducción libre?”, es necesario que sea un profesional de la traducción quien tome una decisión.
Empresas de traducción como tras*linguo Global cuentan con traductores profesionales, que sabrán valorar los factores que caracterizan cada encargo concreto para así elegir el mejor método de traducción en cada caso.
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